Mientras los católicos tienen
una elaborada conceptualización para lidiar con los exorcismos, que implica un
ritual realizado sólo por el obispo o alguien especializado en que él delegue,
los evangélicos piensan que sólo la fe es necesaria y que cualquiera puede
hacerlo.
La Iglesia Católica ha
desarrollado a través de los siglos un detallado manual para el manejo de los
exorcismos (Ritual de
Exorcismos que puede bajarse acá) que tiene una parte sólo para ser
manejada por exorcistas y otra por no exorcistas, que pueden ser sacerdotes o
laicos.
La diferencia entre los católicos u los
protestantes es que el catolicismo se
basa en el principio de especialización y el mandato, que es lo que le
permite ir más a fondo de la mera liberación de opresión.
El padre Amorth exorcista de Roma dice: “El poder de expulsar demonios que Jesús
confirió a todos los creyentes conserva toda validez. Es un poder general
basado en la fe y en la oración, y puede ser ejercido por individuos o
comunidades sin ninguna autorización. Sin embargo, en este caso, se trata
de plegarias de liberación, y no se deben llamar exorcismos. Sólo al sacerdote
autorizado, además de al obispo exorcizante, corresponde el nombre de
exorcista”.
Habla
un Exorcista, Planeta + Testimonio, pag. 43-44.
La
liberación es una oración para liberar de la opresión del demonio pero sin
utilizar el rito de exorcismo. Nadie debe ejercer este ministerio sin
autorización de la Iglesia.
Pero este
principio de especialización crea un cuello de botella en las diócesis.
LA FALTA DE EXORCISTAS
En todos los países hay falta de exorcistas.
Thomas
Paprocki obispo
de Springfield, la capital del estado de Illinois, por ejemplo,
indicó en declaraciones que
recoge Catholic News Services, que sólo un pequeño número de sacerdotes de EEUU
“tienen la formación y los conocimientos suficientes para realizar un
exorcismo”.
Por tanto, estos sacerdotes se han visto a menudo abrumados con solicitudes de realizar exorcismos
en diferentes partes del país.
El
obispo Paprocki
indicó que en EEUU hay “cinco o seis exorcistas” y en su opinión, es deseable
que cada diócesis tenga su propia persona capaz de llevar a cabo el rito.
Y esto a pesar que “no todo el
mundo que piensa que necesita un exorcismo realmente lo necesita. Se usa sólo
en aquellos casos en los que el demonio está envuelto extraordinariamente de
muchas formas y posee a la persona; esto raro, es extraordinario, como es
también raro y extraordinario el uso del exorcismo. Pero tenemos que estar
preparados”.
También en España, la gran
demanda que está recibiendo la archidiócesis de Madrid de otras diócesis que no
tienen exorcistas, solicitando ayuda para liberarse de posesiones demoníacas o
influencias maléficas (amarres, magia negra de brujas y quiromantes, mal de
ojo, echadores de cartas y esoterismos varios, incluido el reiki), ha llevado
al ex Arzobispo, cardenal Rouco Varela a nombrar ocho exorcistas, uno por
vicaría, para atender la enorme avalancha de peticiones, y los puso en un
periodo de formación acelerado.
Los nuevos exorcistas en formación cuentan con un equipo de psiquiatras que ayudarán, en
algunos casos, a discernir si la persona en cuestión sufre alguna alteración
psiquiátrica y se descarta la influencia maléfica.
Los
exorcistas necesitan especializarse. Están obligados a conocer el mundo de las
drogas y las sectas, y los recursos disponibles para ayudar a las
personas implicadas en estas problemáticas, muy ligadas a lo satánico.
Y en México, en Querétaro, se inauguró la primera capilla construida y consagrada
para la realización de exorcismos el 6 de febrero de 2011, lo que habla de una
necesidad.
Pero no sólo en Querétaro
abundan los las consultas por exorcismos. Datos de la Conferencia del
Episcopado Mexicano (CEM) revelan que en el país se realizan hasta cinco
consultas de este tipo al día, y para evaluarlas hay que estar especializado y
tener una estructura.
En
el Distrito Federal se registran por lo menos 80 solicitudes al mes de personas
que padecen algún tipo de malestar causado sobre todo por inmiscuirse en la
brujería, “terreno del maligno”, afirmó el padre Pedro Mendoza, coordinador general
de exorcistas de la arquidiócesis de México.
LOS CATÓLICOS Y LOS
EVANGÉLICOS LOS TRATAN DISTINTO
Sin embargo esto que la Iglesia Católica hace no es bien visto por los evangélicos,
que lo consideran superfluo.
La diferencia central entre como tratan el
exorcismo los católicos y los evangélicos reside en que en los católicos existe un ritual de exorcismo que puede ser realizado
sólo por un sacerdote autorizado, mientras que los evangélicos piensan que
solamente la fe, que es la que salva, puede tanto prevenir la infestación como
provocar la huida de los demonios cuando alguien está poseído.
Por lo tanto los evangélicos consideran superfluo, burocrático y factor de dominación
la existencia de un ritual que pueda ser usado sólo por algunos, porque
cualquiera puede hacerlo.
Por su parte la Conferencia de Obispos de EE.UU. dice: “Aunque el criterio para hacer un exorcismo
está cimentado en el ministerio de Jesucristo (cfr. Mc 1, 34. 39; Lc 4, 35; Mt
17,18), no existe un fundamento bíblico para el rito formal del exorcismo,
aparte del uso de las citas o fragmentos de los salmos y del Evangelio, que
fueron incluidos en el rito de exorcismo a medida que fue evolucionando”.
“Lo que sí queda claro, sin embargo, es que el Señor Jesús involucró a los discípulos en
su misión y al ser enviados continuaron la obra de exorcizar que comenzó Jesús.
(cfr. Mt 10, 8; Mc 3, 14-15; 6,13; 16,17; Lc 9,1; 10,17). No fue algo que ellos hicieron en su propio
nombre, sino en nombre de Aquel que les había conferido tal poder. Así
es que el ministerio del exorcismo continúa en la vida de la Iglesia como parte
del cuidado pastoral de las almas”.
Y también dice que: “Los exorcismos están divididos en dos clases (o
formas). Las formas sencillas o menores de exorcismo se encuentran en dos
lugares: primeramente para aquellos que se preparan para el Bautismo, el Rito
de la Iniciación Cristiana de Adultos (RICA) y el Rito del Bautismo de Niños
ambos contienen exorcismos; segundamente, el apéndice del Rito de Exorcismo incluye una serie de oraciones que
pueden ser usadas por los fieles”.
Esto implica que dentro del
manual de exorcismos que maneja la Iglesia católica hay instrucciones concretas
para que los propios fieles hagan liberaciones, cosa que no tienen organizado
los protestantes y evangélicos.
INTERPRETACIÓN DE LA ACCIÓN DE
LOS DEMONIOS SEGÚN LA BIBLIA, POR UN PASTOR EVANGÉLICO
El
pastor Timoteo Figueirido dice que el diablo y los demonios actúan en el mundo
y pueden llegar a poseer a una persona, de acuerdo a lo que se cuenta en la
Biblia.
Los
demonios – “se llaman
espíritus inmundos o impuros” –
son “seres de naturaleza espiritual
e invisibles”, también conocidos como “ángeles caídos” puesto que
siguieron a satanás en su rebelión contra Dios, su creador. “Son de carácter
inmortal, son poderosos, superiores al poder de un ser humano, y tienen
personalidad”, dice el pastor Figueirido.
La
obra de los demonios en las personas no es una explicación temporal que la
Biblia
de las enfermedades que, por el desarrollo de la medicina y la ciencia, no se
pudieran explicar en la época de los relatos evangélicos. Entiende Figueirido
que esto: es “difícil de aceptar para una persona que no
crea en Dios, en el mundo espiritual, que siempre dirá que cualquier manifestación es
una enfermedad”.
Desde la medicina se apunta que muchos de los casos
de posesión se pueden explicar como un
trastorno de identidad, disociativa o epilepsia. Sin embargo:
“los pasajes bíblicos hacen
distinción entre enfermedad y posesión. No se mezcla. En Mateo dice que Jesús
curaba a endemoniados, epilépticos y paralíticos, haciendo una distinción
clara”.
Pero entonces, ¿cómo identificar una posesión de
una enfermedad?
“Lo
que es distintivo – dice Figueirido – es
la respuesta ante la mención de Cristo. Podemos saber que es un problema
espiritual cuando reaccionan violentamente ante este mensaje. Además una
persona poseída no responderá a los tratamientos que le estén dando los
médicos”.
DIFERENCIA CON LOS EXORCISMOS
CATÓLICOS
La
Iglesia Católica ha popularizado la idea de que el exorcismo sólo puede ser
realizado por una persona específicamente preparada para ello a
través de ciertos rituales.
Sin embargo, el pastor evangélico dice que la forma de enfrentar los demonios en la
Biblia es bastante más sencilla y directa.
“Los apóstoles y Jesús sacaban
los demonios con unas palabras. No hay un ritual. Con una orden la persona
queda liberada. Los apóstoles hicieron lo mismo, y lo hacían en el nombre de
Jesús. No hay un enfrentamiento, ni discusión, ni reprensión, ni insultar a los
espíritus” apunta
Figueirido intentando romper con toda la imaginería creada alrededor del
exorcismo.
Pero este pastor evangélico va más allá, explicando
que: en realidad, “la palabra
‘exorcismo’ sólo aparece en Hechos 19:13 y se refiere a personas que no eran
cristianas que practicaban un exorcismo ambulante”.
Se trata, él sostiene, por tanto de un concepto heredado de otras tradiciones
culturales o religiosas que no tienen lugar en la Biblia.
En caso de que un cristiano
enfrente la circunstancia de estar ante una persona poseída por un demonio no
necesita, por tanto, tener un cargo específico, ni siquiera una preparación.
“Se nos
llama a que, como discípulos, podamos ejercer ese poder de echar demonios en el
nombre de Jesús, porque no somos nosotros quienes tenemos poderes, es el
Espíritu de Dios. El siervo de Dios actúa en el nombre de Jesús para
expulsarlo”.
El único requisito que
presenta la Biblia es tener fe.
“Jesús
recriminó a sus discípulos en un momento que no fueron capaces de sacar un
demonio porque no tuvieron fe. Se requiere fe para que uno pueda
expulsar a un demonio de otra persona”, afirma Timoteo Figueirido.
LA MEJOR PROTECCIÓN NO ES EL
RITUAL DE EXORCISMO SINO LA FE, DICEN
José
de Segovia, teólogo protestante y periodista, es el escritor de ‘Ocultismo: parapsicología o
fraude’. Este autor explica que:
“lo único que hace el
exorcista (católico) son rituales con crucifijos, estampas, agua bendita,
velas, conjuraciones y rosarios… Nada de esto tiene poder contra el diablo,
según la Escritura. Jesucristo y los apóstoles se enfrentan con demonios, pero
no recurren a ninguna fórmula para dominarlos”.
El teólogo explica que la
doctrina bíblica enseña que Cristo“ha vencido” a satanás y a los
demonios, por lo que un creyente “no puede ser poseído”.
Por lo que: “cuando
somos salvos por la obra de Cristo, somos librados de la potestad de las
tinieblas (Colosenses 1:13-14). Somos atacados por el diablo, pero tenemos
seguridad en Cristo (Romanos 8:37). El maligno no puede tocar a un hijo de Dios
(1 Juan 5:18), porque no puede deshacer su obra. El Señor nos protege con su
fidelidad (2 Tesalonicenses 3:3)”.
En
esto coincide también Figueirido, que agrega que la mejor protección que podemos
tener ante el diablo es: “como dice Santiago 4:7 someternos a Dios, resistir al diablo, y este huirá. Teniendo firmeza en
Cristo, los demonios huyen. Tener a Cristo – concluye – en la vida es lo
principal para protegerse”.
Aunque
hay poder en satanás y en los demonios, la Biblia afirma que el poder de Cristo
es mucho mayor.
Por ello afirma José de Segovia que quien quiera “ser libre” de toda amenaza
espiritual debe: “confiar en
la obra de Jesucristo, que da la victoria frente al mal. Ya que
‘despojando a los principados y las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz’ (Colosenses 2:15). ¡No tengan miedo!, pero
no por la fuerza de un ritual, sino por la obra de Cristo Jesús, que ha vencido
en la cruz”.
A todo esto uno se tendría que
preguntar si los clientes de este Señor, o sea los protestantes y evangélicos,
tienen una fe tan profunda como para que el demonio no los posea, obsesione,
veje; y seguramente la respuesta es NO, sobre todo en este momento de
apostasía, por lo que uno llega a la conclusión que lo suyo es pura teoría.
LA POSICIÓN DE LA IGLESIA
CATÓLICA
La iglesia católica distingue tres áreas que deben
estar muy bien definidas para evitar confusiones: Exorcismo Mayor o Solemne, Exorcismo Menor u Oración de Liberación, y
Oraciones para pedir la salud de los enfermos.
El
Exorcismo Mayor o Solemne se realiza para liberar de alguna posesión
diabólica, que efectivamente se dan, pero muy rara vez. Para ello se utiliza el “Ritual de Exorcismos” y quien lo realiza
debe apegarse a las normas en cuanto al uso de ornamentos, signos sagrados y
oraciones, entre las que destacan las imperativas, en las que se ordena a
Satanás que, en nombre de Jesucristo, salga y deje en libertad a la persona
poseída.
El Exorcismo Mayor o Solemne no
puede realizarlo más que el obispo o un sacerdote, delegado por él, y sólo se
puede practicar hasta después de un concienzudo discernimiento, sirviéndose,
incluso, de un asesoramiento médico y psiquiátrico que permita tener la certeza
de que realmente se trata de una posesión diabólica y no de una histeria,
trauma o enfermedad mental.
El Exorcismo Menor se realiza
para liberar de opresiones u obsesiones, maleficios o influencia diabólicas de
personas o cosas. Se le llama también “Oración de Liberación” y consiste en
oraciones de súplica o de intercesión en las que se pide que, por la sangre
preciosa de Cristo, los méritos de la Virgen María o de los santos, sea
liberada una persona, casa o cosa, previa renuncia a Satanás y de prácticas
esotéricas, de adivinación etc.
Comúnmente
se practica para liberar a aquellas personas que creen ser víctimas de la mala
suerte, de algún maleficio, que sufren alguna influencia demoníaca o están
poseídas de algún espíritu maligno. También se realiza cuando alguna persona escucha
ruidos en su casa, se mueven las cosas, se prenden o apagan las luces, el
radio, sienten miedo, angustia, depresión o sufren enfermedades incurables a
causa de hechizos o brujería.
Aquí es necesario aclarar que todos estos signos y otros semejantes -tanto
en personas como en cosas- nos hablan de una influencia o infestación demoníaca
provocada por un desconocimiento y debilidad o falta de fe y confianza en Dios,
habiendo en cambio una credulidad e, incluso, prácticas –de las mismas personas
o como herencia de sus ancestros- en esoterismo, ocultismo, magia, brujería
espiritismo, adivinaciones, consultas a la guija, los horóscopos, lecturas de
carta, café, etc.
El
Exorcismo Menor u Oración de Liberación lo puede hacer cualquier sacerdote sin
necesidad de ser nombrado exorcista y puede usar las oraciones que para ello
sugiere el “Ritual de Exorcismos”, o aquellas que sean de su preferencia o,
incluso, de su cosecha personal; no obstante, debe tener cuidado de no confundir
una verdadera influencia o infestación demoníaca, de aquellos que son más bien
problemas psicológicos o enfermedades físicas que provocan una histeria o
hipocondriasis, como una manera de atraer la atención y llenar la falta de
afecto.
Las oraciones para pedir la
salud de los enfermos, se les llama también, de manera impropia, “Oraciones de
liberación”, pero más adecuadamente se les llama oraciones de sanación o de
problemas emocionales o psíquicos, de recuerdos, resentimientos, rencores,
perdón, reconciliación”, etc.
Estas
son oraciones para pedir a Dios por aquellas enfermedades de orden natural,
aunque ciertamente, como consecuencia del pecado, son provocadas por satanás a través de la
tentación con la que hace caer al hombre.
La
distinción de estas tres áreas está sustentada en la “Instrucción
sobre las oraciones para obtener de Dios la curación” emitida el
14 de septiembre de 2000 por el entonces prefecto de la Congregación para la
Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger.
ES NECESARIO LA
ESPECIALIZACIÓN PORQUE HAY NUEVAS MODALIDADES DEL MAL
El portavoz
oficial de la Asociación Internacional de Exorcistas, el psiquiatra, Valter
Cascioli entrevistado por
Radio Vaticano ha alertado sobre las consecuencias del ocultismo,
satanismo y el esoterismo dijo: “Estas
prácticas abren el camino a la actividad demoniaca. El número de las
personas que han hecho estas prácticas sufren graves daños sociales,
psicológicos, espirituales y morales”.
Pero lo más interesante es que el profesional admite
que la Asociación de Exorcistas ha constatado un aumento preocupante de la actividad
del demonio, llamada “extraordinaria”
”que se manifiesta en obsesiones, vejaciones y posesiones demoniacas”.
Los
riesgos de la actividad del demonio, según Cascioli aumentan debido al momento
histórico.
“El individualismo, la
superficialidad, la secularización, parecen dominar nuestra sociedad”. Es en
estos síntomas, el experto, considera que se encierra una lucha entre el bien
el mal. “La lucha contra el maligno que se está convirtiendo en una
emergencia”.
La
fuerza del mal, la oposición al bien de Dios, aumenta debido a “la debilidad de la fe, a la falta de normas, a
la falta de valores, y al relativismo cultural” señaló.
Esta cultura del mal se difunde a través de “libros, programas de televisión, películas” que esconden
mensajes ‘sensacionalistas’ pensado para llegar a las nuevas generaciones para
llevarlos a la “práctica del
ocultismo, el satanismo, y muchas veces a practicarlo” directamente.
Por último, el portavoz de la Asociación
Internacional de Exorcistas anota que “el diablo
– no sólo nos separa de Dios- sino que también separa las personas, las
familias; separa además de la realidad porque, lamentablemente, a veces
existen situaciones de alienación mental, que siguen a las actividades
secundarias del demonio” llamadas extraordinarias.
Este cambio se suma a otro registrado por un
exorcista estadounidense, el padre
Vincente Lampert, que dice que está viendo un tipo nuevo de casos.
ALGO NUEVO ESTÁ VIENDO
El sacerdote católico Vincent Lampert, compartiendo
sus experiencias sobre exorcismos y los enfrentamientos con la realidad del mal
en el campus de la Universidad de Illinois, dijo que ha experimentado
un comportamiento inusual en los últimos años.
Las cosas que suceden en los
exorcismos en que él ha participado no son como los de las películas dice, pero
últimamente se está encontrando con fenómenos más extraños.
El exorcista del Vaticano dijo que ha experimentado
un comportamiento inusual en los
últimos años.
Él describió la realización del rito en una mujer
con una voz profunda que dijo estar poseída por el demonio Leviatán, quien exhibió un comportamiento animal, incluyendo
aullidos y gruñidos.
“Ella se
abalanzó sobre mí como un perro salvaje”, dijo.
Cuando Lampert completó el exorcismo, la voz de la mujer cambió de grave a aguda
mientras recitaba las palabras: “Dios te salve María, llena eres de gracia”.
“La mujer cambiaba
frente a mí más rápido de lo que podía chasquear los dedos”, dijo.
Dijo que una vez vio a una mujer poseída sacudirse violentamente antes de que
comenzara a levitar unos 4 o 5 centímetros por encima de una silla
durante un exorcismo.
“El diablo, el padre de todas las mentiras, utiliza el ilusionismo o el engaño”, dijo.
Lampert dijo que también ha visto a la gente hablar
y comprender idiomas que no habían
conocido anteriormente.
Una persona poseída, le arrancó la estola que el
sacerdote llevaba en su cuello y la pisoteó, presentando lo que Lampert
describió como “una fuerza
sobrehumana”.
Y otra persona experimentó lo que Lampert llama percepción elevada: conocer información no
conocida previamente.
SIN ESPECIALIZACIÓN NO HAY
DISCERNIMIENTO DE LA POSESIÓN
Aunque
algunas personas creen que los exorcismos son reliquias de la época medieval. Lampert dijo
que la Iglesia Católica sigue creyendo que el mal existe. El Rito de exorcismo
revisado de la iglesia entró en vigor, dijo, en 1999, en sustitución de un
texto que había estado en uso desde 1614.
“El tema
principal del Nuevo Testamento es el choque entre el reino de Dios y el
reino del mal”, dijo.
Lampert
añadió que la mayoría de las personas que experimentan una crisis espiritual no
están siendo poseídas por un demonio.
Dijo que muchas de las
condiciones físicas o mentales, como la epilepsia, el síndrome de Tourette y la
esquizofrenia, pueden imitar los síntomas de posesiones demoníacas.
Y
él siempre exige que la víctima tenga una evaluación con un profesional de
salud mental, y luego se reúne con el profesional acerca de si en
él o en ella hay una causa médica o si pasa algo que no se puede explicar,
antes de proceder. Dijo que el objetivo general es dar a la persona la ayuda
que él o ella realmente necesita.
“La
psicología y la religión no deben estar en contradicción entre sí debido
a que el objetivo general es proporcionar ayuda a la persona”, dijo.
Como hemos dicho desde el
principio, sólo la fe no basta para eliminar dar la batalla a los demonios, se
necesita especializarse, conocer experiencias de otros, estudiar sectas,
ocultismo, satanismo, etc., y tener experiencia de haberse enfrentado a casos.
Fuentes:
- http://www.forosdelavirgen.org/wp-content/uploads/archivos/Ritual+Exorcismo.pdf
- http://www.corazones.org/oraciones/liberacion_oracion.htm
- http://www.usccb.org/prayer-and-worship/sacraments-and-sacramentals/sacramentals-blessings/exorcismo.cfm
- http://protestantedigital.com/espana/29412/iquestQue_ensentildea_la_Biblia_sobre_el_exorcismo
- http://protestantedigital.com/multimedia/33066/Las_posesiones_diabolicas
- http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20001123_istruzione_sp.html
Foros de la
Virgen María
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