jueves, 29 de febrero de 2024

UN AMIGO MUSULMÁN LA ANIMÓ A DEJAR LA NEW AGE: ASÍ VIO LA MAGNITUD DEL MAL Y BUSCÓ CONFESARSE

 CÉCILE VIVÍA ALEJADA DESDE NIÑA DE UNA FE QUE APENAS PRACTICÓ NI LE ENSEÑARON

Cécile se decepcionó de las prácticas de Nueva Era a las que se dedicaba, pero su verdadera conversión llegó cuando comprendió hasta qué punto eran un pecado contra Dios.

Cécile vive en el departamento francés del Var, en la Costa Azul. De abuela comunista muy anticlerical y madre creyente pero no practicante, de niña se le quedó de la religión lo puramente cultural: una cierta noción de Dios, una idea de Jesucristo, la celebración de la Navidad…

EL CAMINO A LA NEW AGE

En su adolescencia se rebeló contra lo que veía como un mundo “violento, injusto, capitalista” y se volvió hacia las religiones orientales, en particular el budismo.

Pasados los años, se casó y tuvo un hijo. Eso la centró en su familia y durante un tiempo, como ella misma dice usando un símil ciclista, metió la cabeza en el manillar. Pero el matrimonio fracasó y, según confiesa a Découvrir Dieu, “las cuestiones existenciales regresaron”: “Inicié mi viaje al esoterismo y la sanación energética. Me formé, hice muchas iniciaciones, conocí a mucha gente… Hice medicina china, acupuntura, masajes. Luego, el reiki… Un montón de cosas, no me acuerdo de todas.

DECEPCIONES

En un momento dado, empezaron a surgirle dudas: “¿Por qué llamar a todas estas entidades? ¿Por qué no dirigirse a Dios Padre? ¡Existe un Creador…!” Además le chirriaba que todos los grupos a los que se iba adhiriendo predicaban la tolerancia” pero estaban llenos de rivalidades sobre “quién era el mejor médium, el mejor sanador, el mejor curandero…”

Sus propias artes empezaban a interpelarla, como cuando recibió a una cliente que vino a ella para que le curase. Días después, cuando tocaba la siguiente cita, ella la llamó para decirle que no podía ir… porque había empeorado. La conciencia de Cécile se vio afectada, porque aquella mujer había acudido a ella para ser “aliviada”, dice, no para ir a peor. Tal vez las soluciones en las que ella creía no funcionaban… Pequeños detalles que “de forma inconsciente, creo”, la iban apartando de ese mundo New Age.

UN MUSULMÁN QUE LA ACERCÓ... AL DIOS CRISTIANO

Además, tras su divorcio, Cécile había hecho amistad con un musulmán, que rechazaba esas prácticas: “¡Para nosotros, eso es magia! ¡Es diabólico!”, le decía, y se negaba a que ella le aplicase algunas de sus técnicas.

Esa persistencia en la negativa la hizo pensar. Averiguó qué pensaba el islam al respecto y a raíz de eso empezó a interesarse por la religión mahometana. Como le sucede a muchas personas de religión católica mal asimilada o nunca practicada que caen en ritos orientales y neopaganos y quieren salir de ellos, la última espiritualidad donde se le ocurrió buscar es la que había rechazado culturalmente. Sin embargo, al cabo de un tiempo a Cécile le picó la curiosidad de saber qué pensaban los católicos sobre la Nueva Era.

“En aquella época estaba en paro, así que me pasé día y noche en internet, investigando", explica: "Me enteré de lo que es la posesión diabólica y de que las personas que hacen esoterismo o magia negra apelan a unas ‘energías’ que son demoniacas, que no vienen de Dios, y por tanto sus poderes son demoniacos. A mí la sanación ‘energética’ me atraía porque quería hacer el bien a los demás, mi intención era buena. Veía sin embargo en la red lo que contaban personas que habían practicado el esoterismo. Algunas cosas eran sobrenaturales -digámoslo así- o muy fuertes, y veía que los exorcistas atendían a muchas personas que habían practicado el esoterismo… Lo malo es que, en esos ámbitos, todo el mundo cree estar haciendo el bien, estar del lado correcto, nadie te dice ‘¡Yo estoy con el diablo, trabajo para él!’. No, creen estar trabajando para el bien”.

LA CONFESIÓN Y EL CAMINO DE LA FE

Cuando hubo rastreado todo lo rastreable al respecto, tenía una cosa clara: “Cerré mi ordenador, miré al techo y dije: ¡Dios mío, todo lo que he hecho, lo he hecho contra Ti! He querido adquirir un poder que solo Tú puedes dar’. Comprendí la intensidad de mi pecado al mismo tiempo que recibía el amor de Dios. Me derrumbé. Al fin comprendí lo que era la misericordia. Fue realmente un momento de transformación, estuve llorando varios minutos”.

“Luego sentí la necesidad de confesarme”, continúa Cécile: “No me gustaban nada los sacerdotes, pero me dije: ‘Mi pecado es grave. Realmente tengo que pedir perdón a Dios oficialmente, por así decirlo’. Fui a ver a un sacerdote a una parroquia cercana. Él me acompañó para empezar mi camino de fe”.

DIOS LIBERTADOR

Así conoció a Dios “más profundamente”: “Dios acogió mi sufrimiento, me acogió en sus entrañas, vio a mí y me liberó. Es algo que todavía me impacta: Dios es mi libertador. Me libró de la muerte, porque yo estaba en camino de perdición. Vi que había sembrado en mi camino pequeños guijarros, pequeñas semillas, pequeñas cosas que me condujeron hasta el final… Desde la adolescencia yo buscaba el amor absoluto, tenía una necesidad de eternidad. Comprendí quién era el Dios que yo buscaba, y que Lo había encontrado”.

“Incluso en medio del sufrimiento”, concluye, “cuando una se sabe tan amada que Él nos dice ‘Tú eres mi hija amada’… ¡te da igual si se hunde el mundo! Uno sabe que ya está en la eternidad de Dios y que, finalmente, este mundo es de paso: nos espera la eternidad. ¡Y esa esperanza no tiene precio!”.

C.L.

«ENTRAR A UNA IGLESIA ME QUEMABA»: LLEGÓ A DIOS DESDE LA PROSTITUCIÓN, CON CINCO DEMONIOS Y UN NARCO

 SIN SABERLO, ESTELA CAMPOS FUE «CONSAGRADA AL MAL»: RELATA SU LUCHA POR SU FAMILIA Y LIBERACIÓN

Presa de un narco y sin esperanza, Estela decidió hacer algo que nunca había hecho: `Dios mío, ayúdame, pon algo en su corazón para que me deje salir´

Nacida en Querétaro (México) en el seno de una familia católica, Blanca Estela Campos tiene vivos recuerdos de su infancia desde los dos años, cuando su madre y abuela visitaban a la Virgen y rezaban al Sagrado Corazón. No todos los recuerdos son buenos. Desde pronto, el matrimonio tuvo dificultades que concluyeron con el abandono de la familia por su padre, que dejó a su mujer deprimida de por vida y a Estela a punto de iniciar una convulsa adolescencia.

Tal y como explicó entrevistada por Miguel Ángel Idrogo, la joven enfrentó el episodio con el alcohol y las relaciones y pasó a vivir con su novio a los 19 años cuando recibió, con alegría y como una bendición, la noticia del embarazo.

"Sin serlo en un matrimonio, como debería, Andrea -hoy tiene 25 años- fue un ser humano bienvenido que me llenó de amor y cariño y que hasta hoy no me ha dejado", agradece.

Aún embarazada, conoció a una nueva persona que velaría por la hija de Estela como si fuese suya. Años después, un nuevo embarazo llamaba a la puerta de la pareja, César, hoy de 17 años.

Recuerda ser consciente de una de las primeras intervenciones milagrosas de la providencia durante el nacimiento de César, cuando hubo complicaciones durante el parto. "Es el niño o ella", le dijo el médico.  

La madre nunca dudó de que el niño iba primero. Pero ambos vivieron y lo considera un milagro: "Fue por obra de Dios y del Espíritu Santo", dice. 

CONSAGRADA AL DEMONIO

Entregada "totalmente" al alcohol y antigua paciente del Centro de Salud Mental, sus padres pensaron que quizá podía ser víctima de algún "mal de ojo" y trataron de solventarlo… con nuevas invocaciones.

Recuerda bien aquel día. Era en un lugar campestre, inhóspito, un viejo cuarto, donde la colocaron junto a una rueda y le dieron algo extraño que debía ingerir, con los ojos vendados mientrasrodeada de fuego, escuchaba el aleteo de lo que más tarde sabría que era un gallo negro.

Estela sufrió una consagración demoníaca sin desearlo cuando apenas era una joven. Pagaría las consecuencias el resto de su vida.

"En ese momento, cuando mataban al gallo, supe que me habían consagrado. Desde entonces empecé a hacer cosas malas, sentía que al entrar a una iglesia me quemaba por dentro, solo quería salir corriendo y era incapaz de soportar a las personas", lamenta.

Desde entonces y hasta que la presencia se manifestó, su vida fue una auténtica odisea.

Estela, ya siendo madre de dos hijos, paciente psiquiátrica golpeada por frecuentes crisis y magullada en su interior por el abandono de su padre, fue golpeada de nuevo por la infidelidad de su pareja, padre de su hijo. 

EN LA PROSTITUCIÓN, POR SUS HIJOS

Empezó una batalla legal con su pareja por la custodia de los hijos. Para Estela, rendirse no era una opción, si bien sus cartas no eran las mejores y una especie de "nube gris" parecía acompañarla donde quiera que fuese.

Para hacer frente a los gastos judiciales, avergonzada, ingresó en el mundo de la prostitución: su hijo ocupaba todos los rincones de su mente.

La mexicana Estela Campos, hoy devota católica, relata sus oscuras vivencias y duras luchas por mantener su fe y a su familia en la dificultad. 

Después fue secuestrada por un narcotraficante de Cuernavaca.

Cuenta que "nunca había rezado" o que al menos no lo recordaba, pero esa era una buena ocasión: "Dios mío, ayúdame, pon algo en su corazón para que me deje salir".

Como una respuesta asombrosa a esa oración, entraron por la puerta su hija y su cuidadora, Betty, y el secuestrador la dejó marchar e incluso le regaló a la familia 15.000 pesos.

Más adelante conoció a una peculiar misionera católica, que cantaba a la Virgen y hacía retiros con charlas guadalupanas, Rubí de Jesús. Ella llamó a la puerta de su familia invitándoles a retiros, sin importar que ella aún no estuviese "liberada".

Allí conoció a Eduardo, exseminarista, locutor y evangelizador con el que se casaría meses después. Prácticamente desde que se conocieron, Eduardo se marcó como objetivo acercar a Blanca Estela a Dios. 

LIBERADA EN LA FE: "ME SACARON CINCO DEMONIOS"

Ella llevaba meses o incluso años consagrada al demonio pero ahora iba a dedicarse a venerar a la Virgen. Necesitó un proceso de liberación que comenzó una noche cualquiera, tras un aterrador despertar a las 3:00 de la mañana,  con el estómago revuelto y sin comprender por qué salía espuma de su boca mientras sentía que se moría.

Entre las oraciones de su esposo Lalo y de su madre, Estela fue derivada de sacerdote  en sacerdote hasta que su caso llegó a un exorcista.

"Me sacaron hasta cinco demonios. No lo recuerdo, pero me dijeron como me retorcía y arrastraba. Al llegar a un santuario, recuerda, vi a un hombre vestido de negro con una mirada `satánica´ convencida de que me iba a atacar, cuando realmente yo era la consagrada y quien tenía al demonio dentro", relata sobre uno de los miembros del equipo de liberación.

Tras someterse a varios procesos de liberación, Blanca Estela comenzó a ser consciente de su restauración y, aunque sigue sin poder ver a sus hijos, está tranquila por lo que parece que será un buen futuro.

Hoy, Estela es podóloga titulada a tiempo completo en BKY Clinic,  ofrece consultas en su local o a domicilio y trata de contribuir con sus vecinos y compatriotas ofreciendo ayuda a precios muy competitivos. "Vivo en paz y sigo rogando porque mis hijos descansen en los brazos de Jesús y de María. Nunca he perdido la esperanza", concluye.

J.M.C.

LA PARÁBOLA DEL RICO EPULÓN Y EL POBRE LÁZARO

Las parábolas de Jesús.

Por: P. Enrique Cases | Fuente: Catholic.net

La única parábola que tiene un nombre propio es la del rico epulón y el pobre Lázaro. Dice así: "había un hombre rico que vestía de púrpura y lino finísimo, y cada día celebraba espléndidos banquetes. Un pobre, en cambio, llamado Lázaro, yacía sentado a su puerta, cubierto de llagas, deseando saciarse de lo que caía de la mesa del rico. Y hasta los perros acercándose le lamían sus llagas. Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán; murió también el rico y fue sepultado. Estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando sus ojos vio a lo lejos a Abrahán y a Lázaro en su seno; y gritando, dijo: Padre Abrahán, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en estas llamas. Contestó Abrahán: Hijo, acuérdate de que tú recibiste bienes durante tu vida y Lázaro, en cambio, males; ahora, pues, aquí él es consolado y tú atormentado. Además de todo esto, entre vosotros y nosotros hay interpuesto un gran abismo, de modo que los que quieren atravesar de aquí a vosotros, no pueden; ni pueden pasar de ahí a nosotros. Y dijo: Te ruego entonces, padre, que le envíes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos, para que les advierta y no vengan también a este lugar de tormentos. Pero replicó Abrahán: Tienen a Moisés y a los Profetas. ¡Que los oigan! El dijo: No, padre Abrahán; pero si alguno de entre los muertos va a ellos, se convertirán. Y les dijo: Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, tampoco se convencerán aunque uno de los muertos resucite"(Lc).

LA RAÍZ DE LA CONVERSIÓN

El uso de los bienes materiales es el criterio de juicio para entrar en el cielo -llamado entonces seno de Abraham pues aún no había resucitado Cristo que abre la posibilidad de una felicidad inimaginable en Dios- o en el infierno -llamado seol o lugar de castigo para las almas pecadoras obstinadas-. La conversión no ha de venir a raíz de milagros, ni de muertos que vuelven a la tierra; pues ya tienen la Ley moral en la Escritura o en sus corazones, sino en el deseo de cumplir la voluntad de Dios que todo judío conocía por la Ley y las Escrituras y todo hombre tiene inscrita en su corazón como ley natural.

Si estas palabras fueron dichas en Jericó, conviene recordar que es un oasis, rico en agua y vegetación, con muchos frutales y de clima tropical, rodeado de desiertos, fértil y generoso. En aquellos tiempos tenía construcciones riquísimas hechas por el rey Herodes.

DIOS NOS JUZGARÁ POR EL CORAZÓN

Jueves segunda semana Cuaresma. La auténtica Cuaresma es la purificación del corazón.

Por: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net

El Evangelio nos narra la parábola de Epulón y Lázaro, donde nos damos cuenta de que al morir, Dios los juzga por su corazón. ¿Qué ha hecho Lázaro de bueno para subir al seno de Abraham? Nada. ¿Qué ha hecho Epulón de malo para no subir al seno de Abraham? Nada. Podríamos pensar que la diferencia está en que uno es muy pobre y el otro rico, pero no es el motivo por el cual Cristo los juzga. Cristo los juzga por el corazón. La diferencia está en ser una persona de corazón abierto o de corazón cerrado a Dios nuestro Señor.

Quizá a nosotros en Cuaresma se nos podría nublar un poco la vista y estemos juzgando nuestra vida por nuestro exterior y, entonces, estaremos viviendo una Cuaresma simplemente exterior, olvidándonos de que la auténtica Cuaresma es la purificación del corazón. El profeta dice: “El corazón del hombre es la cosa más traicionera y difícil de curar. ¿Quién lo podrá entender? Yo, el Señor, sondeo la mente y penetro el corazón, para dar a cada uno según sus acciones, según el fruto de sus obras.”

Es Dios quien sondea el corazón, a nosotros nos toca, si queremos vivir de cara a Dios nuestro Señor, vivir con un corazón listo a ser sondeado por Él. El primer gesto de purificación que en nuestra Cuaresma tenemos que buscar es la purificación de nuestro corazón, la purificación de nuestra voluntad, la purificación de nuestra libertad.

Purificar el corazón, purificar la voluntad y purificar la libertad es atreverse a tocar una fibra muy interior, porque es la fibra en la cual nosotros reposamos sobre nosotros mismos. Cada uno de nosotros, en última instancia, reposa sobre su propia voluntad: la voluntad de querer algo o la voluntad de rechazarlo. Cada uno de nosotros en la vida acepta o rechaza las cosas por su corazón, por su voluntad. El profeta es muy claro: “Maldito el hombre que confía en el hombre, que en él pone su fuerza y aparta del Señor su corazón”. Son palabras muy duras, sobre todo en cuanto a las consecuencias: “Será como cardo plantado en la estepa, que no disfruta del agua cuando llueve; vivirá en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhabitable”.

Si nuestro corazón no aprende a purificarse, si nuestra voluntad no aprende a actuar bien, si nuestro interior no opta en una forma decidida, firme y exigente por Dios nuestro Señor, se puede ir produciendo, poco a poco, una especie como de desertificación de nuestra vida, un avanzar del desierto en nuestro corazón. Si nuestro corazón no está apoyándose en todo momento en Dios nuestro Señor y nuestra voluntad no está purificándose para ser capaz de encontrarse con Él, sino que por el contrario, nuestra voluntad está confiando en el hombre, es decir, confiando simplemente en esa veleta de acontecimientos que constantemente nos suceden, querrá decir que nuestra vida acabará plantada en medio de una estepa, tierra salobre e inhabitable.

¿No podría ser, el verse plantadas así, el destino de muchos corazones, de muchas vidas? Y cuando empezamos a preguntarnos el por qué, en el fondo, acabamos encontrando siempre una misma respuesta: No supieron poner su libertad totalmente en Dios nuestro Señor. Y aquí no importa si les faltó poco o les faltó mucho, aquí lo que importa es que les faltó.

En el Evangelio, no importa si el rico fue poco injusto o muy injusto, lo importante es que no llegó a estar del otro lado. Su libertad no se puso del lado que tenía que ponerse, su voluntad no se orientó hacia donde tenía que orientarse. Nos puede dar miedo pensar siquiera en la posibilidad de orientar nuestra voluntad. Nos puede dar miedo el intentar tocar nuestro corazón para empezar a preguntarle: ¿Estás verdaderamente orientado a Dios? ¿En quién confías? ¿Auténticamente tu confianza está puesta en el Señor?

De nada nos servirá después, la súplica del rico: “Padre Abraham, ten piedad de mí”, porque nuestra libertad necesita ser ahora purificada.

Es importantísimo que esta Cuaresma se convierta para nosotros en un momento de reflexión sobre hacia dónde está orientada nuestra voluntad, qué estamos haciendo con nuestra vida, qué ha elegido nuestra libertad, qué caminos tiene, qué opciones ha tomado. De poco nos serviría pensar que nuestra libertad y nuestra voluntad están orientada hacia Dios nuestro Señor, si en el fondo, nosotros mismos no hemos sido capaces de purificarnos, de tal manera que, auténticamente se orienten hacia Dios.

“El corazón del hombre es la cosa más traicionera y difícil de curar ¿Quién lo puede entender? Yo, el Señor, sondeo la mente y penetro el corazón”. Atrevámonos a ponernos en Dios nuestro Señor. Atrevámonos a ponernos en Él como el único que va a ser capaz de decirnos si auténticamente nuestra voluntad y nuestra libertad están orientadas de tal forma que, en esta vida nos abramos a Dios, y en la futura nos encontremos con Él.

Atrevámonos a permitirle a Dios tocar los recursos, los resortes interiores de nuestra libertad.

Cuántas veces podríamos juzgar que estamos haciendo bien, y realmente podría ser que estuviésemos viviendo engañados, traicionados por lo más interior de nosotros mismos, que es nuestro corazón, “la cosa más traicionera y difícil de curar”. ¿Me atrevo yo a permitir que ese médico del alma que es Dios, entre a mi corazón, toque y cuestione mi libertad y toque y fortalezca mi voluntad?

Creo que éste sería un buen camino de Cuaresma: el ir purificando nuestra voluntad y nuestra libertad de tal manera que, en el encuentro con la Pascua de nuestro Señor, lleguemos a decir que nuestro corazón, siendo débil como es, tiene una certeza y tiene una garantía: el estar apoyado sólo y únicamente en Dios nuestro Señor. Porque así, “será árbol plantado junto al agua que hunde en las corrientes sus raíces; cuando llegue el calor, no lo sentirá y sus hojas se conservarán siempre verdes; en el año de sequía no se marchitará ni dejará de dar frutos”.

En nuestras manos está el hacer de nuestra libertad y de nuestra voluntad un camino de esterilidad, apoyado en nosotros; o un camino de fecundidad, apoyado en Dios.


P. Cipriano Sánchez LC

MI VECINO JESÚS

 Hoy, de casualidad, descubrí una capilla cercana a mi trabajo. No imaginas la felicidad que experimenté.


Hoy, de casualidad, descubrí una capilla cercana a mi trabajo. Está apenas a dos cuadras.


No imaginas la felicidad que experimenté. No pude seguir de largo. Me bajé para saludar a Jesús.

“Tan cerca y no lo sabía”, le dije.

Y casi exclamo: “¡Eres mi vecino!”.

Pensé en Jesús, también feliz por mi visita, respondiendo:
“Ahora que lo sabes, ¿me visitarás acá?”

“Sí Jesús”, le respondí. “Eres mi mejor amigo”.

Él me decía tantas cosas en tropel, de lo alegre que estaba por mi visita.

Lo imaginé como un niño que se encuentra con su amiguito, después de una semana sin verse. ¡Hay tanto que contar!

Imaginé a Jesús mirándome desde aquel Sagrario, tan tierno y bueno. Sonriendo. Llenando al mundo de gracias.

Recordé a un sacerdote que está enfermo y le pedí por él.
Luego me marché, con una emoción que me llenaba el alma.

También descubrí algo maravilloso.

Como trabajo en un tercer piso, se me ocurrió buscar la capilla desde el ventanal de mi oficina y la encontré. Justo detrás de un pequeño edificio.

“Te veo”, le dije emocionado. “Acá estoy”.

Y me pareció que respondía:
“También te veo Claudio”.

La verdad es que interrumpí el trabajo como cinco veces para asomarme por la ventana y verlo de nuevo. No pude evitarlo. Me sentía tan contento.

Aproveché para hacer un rato de oración, y decirle que lo quería y agradecerle esta gracia.

Es de noche.

Escribo desde mi casa, recordando aquella agradable experiencia, anhelando que sea de día otra vez, para pasar a verlo en aquella capilla. Y luego, desde mi oficina, asomarme por el ventanal. Y estar con él.

¡Vaya regalo! Lo tengo de vecino, a mi mejor amigo. Mi amigo Jesús.

miércoles, 28 de febrero de 2024

¿EL CRISTIANISMO OPRIME O LIBERA? RED DE REDES EXPLICA LA LEY MORAL NATURAL Y LA CONCIENCIA

 SILVA, BRONCHALO Y DOMENECH DEFIENDEN UNA ÉTICA FUERTE, Y NO VOLUBLES CONSENSOS

¿Qué es la ley natural? ¿Y la moral? ¿De dónde brotan cada una? ¿Cambian con el paso del tiempo o con la opinión general? Jesús Silva, Patxi Bronchalo y Antonio Maria Domenech lo explican en su última entrega de Red de Redes.

¿Qué significa “actuar en conciencia”? ¿La bondad o maldad de un acto depende de la intención con la que se haga? ¿La ética cristiana esclaviza o libera? Estas y otras similares son las preguntas que responden los sacerdotes Jesús Silva, Patxi Bronchalo Antonio Maria Domenech en el capítulo más reciente de Red de Redes —el programa de catequesis desenfadada que publica la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP)—, dedicado a la moral.

¿QUÉ ES LA LEY NATURAL?

Los presentadores arrancan hablando de la ley natural, que es la forma que tienen las cosas de comportarse para los fines que están creadas, dice Domenech. Así, la ley natural de una piedra sería, por ejemplo, la gravedad; la ley natural en un animal sería su instinto, y en el ser humano, la ley moral, inscrita en el interior de cada hombre por Dios desde el momento de la Creación.

Silva recuerda las palabras del Concilio Vaticano II, que describe la conciencia como “el sagrario más íntimo del ser humano, donde escucha una voz que le dice haz esto, evita aquello”. “Es la voz de Dios en el corazón del hombre, incluso en el del no creyente”, añade, y concluye que “sin pecado original, los seres humanos tendríamos con claridad meridiana la conciencia de lo que está bien y lo que está mal”.

LA MORAL BROTA DE LA REVELACIÓN

Esto último, no obstante, se ve emborronado por el pecado. La ley natural se desdibuja, algo que —señalan— se ve en la Escritura con el surgimiento de la poligamia o del repudio, que no estaban en el plan original de Dios. “A lo más que se llega es a una rudimentaria regla de oro, no hacer al otro lo que no quieras que te hagan a ti”, plantea Silva.

“Dice san Agustín —incide Domenech— que, dado que algunas personas duermen su conciencia o deforman su interior por repetir actos contra ella, Dios tuvo que escribir en piedras lo que el hombre no leía en su corazón”. Esto son las tablas de la Ley, los diez Mandamientos. “Son un camino para ir abriendo la conciencia, poco a poco… hasta que llega Cristo, la revelación de la plenitud definitiva”, concluye Silva.

“Jesucristo nos ha revelado tres cosas: quién es Dios, quién es el hombre y cuál es su vocación”, añade. “Amaos unos a otros como yo os he amado”, ordenó Jesús: “Un amor desinteresado y entregado, conforme a la verdad”, apunta Silva. Por tanto, la moral brota de la Revelación, y se ha ido desarrollando a medida que la Iglesia iluminaba —siempre desde Cristo— nuevas situaciones morales, como la esclavitud.

¿ACTUAR “EN CONCIENCIA” ES HACER LO QUE ME DÉ LA GANA?

“Actuar en conciencia —advierte Silva— no es hacer lo que me dé la gana, sino formar la conciencia para buscar el criterio de Dios”. Esto es importante en un momento en que la moral cristiana se enfrenta a una ética humanista que, si bien en su inicio se basaba en valores cristianos, hoy ha tomado ya otro camino, dicen los sacerdotes. Esta ética humanista hoy ya no cree en la ley natural, es una ética de consenso, y ahí entran cosas como el aborto o el divorcio”, explica Silva.

UNA TENTACIÓN: LA MORAL DE SITUACIÓN

En este contexto de confrontación ética aparece en el seno de la moral católica una tentación: la moral de situación, que consiste en decir que no hay que ser tan estricto y que la moral no son normas absolutas sino orientaciones. Que en cada situación hay atenuantes o circunstancias que hacen que un acto no sea malo. Silva pone el ejemplo de la controversia que se levantó con la encíclica Humanae Vitae, de san Pablo VI, que identifica los métodos anticonceptivos artificiales como inmorales, contrarios a la ley de Dios.

A esta polémica le siguió el documento Veritatis Splendor, de san Juan Pablo II, en el que se indica que hay actos “intrínsecamente malos”, que ninguna ignorancia o intención puede hacer buenos. Y también que hay actos “intrínsecamente desordenados”. “Existen atenuantes, como el miedo o la ignorancia, pero no llegan a cambiar la naturaleza de lo bueno o lo malo… y lo que desde luego no cambia su naturaleza es la opinión de la gente”, destaca Domenech.

“Los atenuantes pueden restar responsabilidad, pero un acto es intrínsecamente malo cuando lo son su objeto, desarrollo y fin”, añade Bronchalo. “Se trata —resume Silva— de formar la conciencia con la moral católica en comunión con la Iglesia, sin dejarnos llevar por la ética mundana ni por la moral de situación”.

¿CÓMO FORMAR LA CONCIENCIA?

Bronchalo explica que los católicos podemos formar nuestra conciencia a través del conocimiento de la Revelación divina. “Das un sentido a tu obrar, llevas tus acciones por el camino que lleva a la vida, que es estrecho y no es fácil —“ama a tu enemigo”—, pero es seguro; es el camino para el que estás hecho”, reflexiona. En la práctica, para hacer esto recomienda cuidar la oración y la intimidad con Jesús, conocer la Palabra de Dios y el Magisterio de la Iglesia o compartir la fe en una comunidad.

`Aunque existen atenuantes como el miedo o la ignorancia, no cambian el objeto de lo bueno o de lo malo. Y sobre todo, lo que no hace que una cosa buena esté mal o una cosa mala esté bien es lo que piense la gente´, remarca Domenech. 

“Son faros que ayudan a ir hacia adelante, ayudan en el discernimiento, que es conocer qué quiere Dios y vivir acorde a ello”, dice. Domenech añade dos prácticas más: leer las vidas de los santos y acudir a la dirección espiritual, normalmente con un sacerdote. “Uno no es buen juez en causa propia, y nos podemos engañar mirándonos a nosotros mismos: nos puede ayudar mucho el consejo de un sacerdote que nos conozca y nos dé una iluminación de la conciencia”, explica.

"EL MAL ES MALO"

“Dios nos ha creado para ser felices, y nos ha dado unas instrucciones para ello… que podemos obedecer o no”, concluye Silva. Lo explica con un ejemplo: un padre y un hijo llegan a un cruce de caminos, y el padre invita al niño a coger el camino que quiera. ¿El hijo es libre? Sí. ¿Y si el padre le dice: “A la izquierda hay un foso con cocodrilos y la derecha, una pradera”? “Ahí el hijo es más libre, porque ahora es consciente de las consecuencias de sus actos, tiene mayor carga de conciencia”.

Explica que, tras 40 años de vida —y 15 de sacerdote— se ha dado cuenta de que “el mal es malo y el bien es bueno”. “No es ninguna tontería: un acto malo es malo para ti y para los demás, aunque lo hagas con buena intención, y esto parece una moñada pero no lo es”, insiste. Formar la conciencia te libera”, concluye Bronchalo.

El episodio termina con una ronda de recomendaciones. Domenech recomienda conocer la vida del papa san Pío X, “una persona que no se dejó llevar y fue fiel a la voluntad de Dios”. Silva recomienda el libro Carta al duque de Norfolk, de san John Henry Newman, “el santo de la conciencia”. Y Bronchalo, la reciente película La sociedad de la nieve, por cómo muestra las implicaciones morales de las acciones de los protagonistas.

ACdP

IGLESIA EN UCRANIA

 Bombardean iglesia en Ucrania, destruyen todo, pero imagen de Virgen María queda intacta.

Milagro en medio de la guerra: la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en Kherson escapa milagrosamente de un bombardeo. Este no es el primer incidente de este tipo que la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús ha experimentado. Hace poco más de un año, otra bomba golpeó el templo, pero la estructura se salvó gracias a una cerca que absorbió la fuerza explosiva

FEBRERO 27, 2024 00:17JOACHIN MEISNER HERTZBUENAS NOTICIAS, IGLESIA LOCAL WhatsAppMessengerFacebookTwitterCompartir Share this Entry (ZENIT Noticias / Kherson, 27.02.2024).-

En medio del caos y la devastación provocados por la guerra en Ucrania, un rayo de esperanza brilla en la ciudad de Kherson, donde un hecho extraordinario ha dejado a la comunidad conmocionada y agradecida. Desde el inicio del Miércoles de Ceniza, la ciudad ha sido blanco de intensos bombardeos, pero fue el sábado 17 de febrero cuando un proyectil impactó en el territorio de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. A pesar del estruendo y los daños causados por el estallido, un milagro se manifestó: la estatua de la Madonnina, ubicada en el lugar, quedó milagrosamente en pie, intacta entre los escombros. Nadie resultó herido. 

El relato de este asombroso suceso nos llega a través del padre Maksym Padlevskyi, quien, a pesar de los peligros, ha decidido permanecer al lado de su comunidad en estos tiempos difíciles.

El bombardeo causó estragos en la zona, pero la iglesia y su fiel imagen de la Virgen sobrevivieron milagrosamente, a pesar de los daños causados en la estructura y las ventanas. El padre Maksym comparte con asombro cómo, a pesar de la destrucción en la ciudad, la comunidad parroquial se mantiene unida y perseverante. Aunque los bombardeos han obligado a muchas personas a abandonar Kherson, algunos fieles continúan asistiendo a la iglesia, incluso atravesando largos caminos y enfrentando peligros para estar presentes en las celebraciones dominicales.

 Este no es el primer incidente de este tipo que la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús ha experimentado. Hace poco más de un año, otra bomba golpeó el templo, pero la estructura se salvó gracias a una cerca que absorbió la fuerza explosiva. «El Señor siempre nos protege», comenta el padre Maksym, destacando la fe y la resiliencia de la comunidad en medio de la adversidad. A pesar de los desafíos y el peligro constante, la fe y la esperanza continúan iluminando el camino de los habitantes de Kherson.

Este milagro en medio de la guerra es un recordatorio poderoso de que, incluso en los momentos más oscuros, la luz de la divina providencia brilla con fuerza.

ZENIT - Espanol

LOS CUATRO PERSONAJES DE «NEFARIOUS»

Sean Patrick Flanery interpreta al preso Edward Wayne Brady (poseído por el demonio Nefarious) en 'Nefarious' (2023) de Cary Solomon y Chuck Conzelman.

Los poetas siempre entenderán mejor a los demonios que los demonios a los poetas. Una vez dijo Charles Baudelaire que lo mejor que hizo el diablo fue hacernos creer que no existía. En la película Nefarious se aprecia la operación intelectiva contraria: se destapan con nombres y apellidos las verdades que según Baudelaire estaban emboscadas. Por medio de una dialéctica sencilla entre un preso y un psiquiatra se plantea el problema del origen del mal. Lo más interesante sin duda de la película son las implicaciones de las explicaciones dadas por el demonio al psiquiatra que ha sido elegido para dar a conocer la maldad de su obra. La cinta denota que la teología cristiana ofrece con diferencia la mejor explicación posible sobre la raíz del mal en el mundo.

Es una película de enseñanzas paradójicas, con una pedagogía nítida sobre el Diablo, su rebelión contra Dios y la afectación que tiene en el pecado original. En su tratamiento dialéctico explica cómo el Diablo y sus agentes en nómina son capaces de entrar en nuestras vidas y manipularnos con la invisibilidad que advertía Baudelaire. Pese a todo, la película también contiene un mensaje de esperanza: en un mundo plagado de tontos útiles del Maligno, solo el descubrimiento aterrador de la existencia de seres como Nefarious puede devolvernos al regazo de Dios y de la Fe.

Primeramente, 'nefarious' [nefario] quiere decir malvado, impío, indigno y criminal. Pero en una disección del término, encontramos que nefas significa lo que es contrario a la ley divina. Luego la más completa interpretación etimológica sería la del ser malvado que actúa contra la ley divina. O sea, que los demonios son seres malvados, pero con un propósito cósmico inequívoco.

Cada personaje en la película juega un papel pedagógico concreto:

-El convicto, viva dualidad del hombre condenado y el demonio que lo habita. A lo largo de la película se refleja el sufrimiento del recluso Edward Wayne Brady, condenado a la pena capital, que siente cómo el demonio Nefarious quiebra su voluntad y la entereza mental del psiquiatra.

-En el mismo acto, el psiquiatra James Martin representa la incredulidad del cientifista, reacio (en principio) a aceptar una realidad sobrenatural indetectable para la ciencia que le resulta familiar, hombre aquejado de una notable deformación profesional.

-El director de la prisión muestra la ceguera del sistema, incapaz de intuir en ningún caso el origen del mal.

-El cura que aparece en escena es un escéptico pancista, descreído del demonio, que sintetiza la crisis actual de la propia Iglesia.

A su vez, cada personaje tiene una concepción del mal:

-Nefarious es la némesis de Dios que buscará la destrucción de Su obra.

-El doctor Martin es la negación del mal, alguien para quien el mal es solo un dato clínico, un hecho sin más.

-Para el director de la prisión, el mal es el peligro que representa cada sujeto para la comunidad a la que pertenece, viendo así el mal como una cuestión inmanente y nominalista.

-Y para el cura pancista, el mal es algo perteneciente solo al mundo de los hombres, nada que ver con espíritus malignos, por tanto debe ser domesticado con secular bonhomía.

Entre todos forman el cuadro sinóptico de la sociedad efectivamente existente.

Pero el legado pedagógico de Nefarious no acaba ahí; en la medida en que el hombre concibe el Universo desarraigado de Su Creador, deja de entender el funcionamiento del mal, las maquinaciones más demoniacas se apoderan de él aprovechando la pérdida del discernimiento moral que Aristóteles identificó como rasgo distintivo de nuestra especie. El diálogo de Nefarious con el psiquiatra nos recuerda que el hombre actual ya no es un ser eminentemente moral, sino el esclavo de una inmoralidad normalizada y de los demonios que gustosamente le habitan.

Aún hay otro plano algo inadvertido para la crítica, es la paradoja filosófica que se presenta: el hombre en el uso libertino de su voluntad, y una vez que ha renunciado a Dios, experimenta un notable descenso filosófico. Relegado a la categoría de medio, en su afán de ser un fin en sí mismo, cae bajo la influencia de los demonios que ven la gran oportunidad de instrumentalizarlo y en sus propósitos. El alejamiento de la Teología hace a los humanos dar un salto filosófico al vacío, el mismo que por su soberbia dio aquel Ángel bello: pasando de formar parte de un fin (el de la Creación) a pretenderse un fin en sí mismos. Lo que inicialmente fue concebido para formar parte de un todo orgánico, no puede desvincularse como parte autónoma que dilucidará sus propios fines, sin perder la bondad de su ser primero. Es la naturaleza caída de las partes que se separan del todo que las vio nacer: ángeles convertidos en demonios, y hombres autodeterminados en bestias. La pérdida del entendimiento de las causas primeras, provocada por el uso de la libertad luciferina.

Aquel ángel, que un día cayó por su mal uso de la libertad y por experimentar el amor en un sentido inverso, más tarde iba a convertir al hombre en su objetivo para hacer fracasar la obra de Dios, lo cual queda explicado de manera clara por Nefarious a su visitante el doctor Martin, en las horas previas a la ejecución del recluso Edward Brady.

Charles Baudelaire advirtió en su fantástica obra Las Flores del Mal que era mucho más difícil amar a Dios que creer en Él. En cambio con el Diablo ocurría exactamente lo contrario; era mucho más fácil amarlo que creer en él. Revelador. A pesar de lo que piensen los psicologistas como el doctor Martin, los demonios existen, están apostados en cada esquina, recogiendo la basura, a la espera de nuestra naturaleza caída. Bien lo saben los poetas, que entienden mucho mejor a los demonios que los reputados psiquiatras.

Por: Eduardo Gómez