Estamos presenciando dos
movidas sutiles pero claras para vencer las resistencias a la ideología gay.
Una es llamar “padre” de un niño a la mujer que cambió de sexo para hombre, que
quedó embarazada y tuvo un hijo.
Y la otra es la aceptación sin
mayor análisis a los Nuevos Homófilos cristianos, o sea los homosexuales que
reivindican ser gay, católicos y célibes. Esto es el ‘caballo de Troya’ en la
Iglesia.
Estas dos son formas sutiles
en que se abren las compuertas a la ideología homosexual sin advertirlo. Por
eso lo advertimos. Si alguien quiere hacerlo, pues que lo haga, pero que tome
conciencia de sus implicaciones.
Para su discernimiento.
LA MARCHA DE LA REDEFINICIÓN
DE LA SEXUALIDAD
Desde los últimos años del
siglo XX la sociedad occidental está redefiniendo la sexualidad y el género,
como parte de un movimiento ideológico para superar todo tipo de restricción
convencional o de la naturaleza.
Se trata de la profundización del concepto de libertad radical que se niega a estar
obligado a límites en lo que significa ser humano, y que exige que el único
límite sean nuestros propios deseos.
La especialidad más apreciada de quienes pretenden
estar a la vanguardia es la de derribar
lo que llaman mitos, tanto de la naturaleza como culturales.
Y para ello se debe terminar rápidamente con
“ideas” anticuadas e imponer un
lenguaje que apalanque esta “realidad” que están queriendo crear y
ocultar lo que sucede en la realidad.
Hay
dos puntos que queremos hacer notar. Uno es referido a la maternidad de los
hombres y otro referido a la conjunción entre el mundo gay y mundo el
cristiano.
Lo
que se trata de unir en ambos es el agua y el aceite, sin embargo,
el nuevo lenguaje político lo está convalidando y haciendo pasar. Y muchos
dentro de la Iglesia lo están viendo como una bendición sin darse cuenta de sus
implicaciones.
LA MATERNIDAD DE LOS HOMBRES
Sin embargo, hay algo preocupante acerca de este estudio, y es la forma en que ha sido
reportado, que gira en torno al uso del lenguaje
Hay una insistencia deliberada
en llamar a las embarazadas trasngénero “hombres”, que en el contexto del
embarazo y el parto, lo convierte en una manera muy provocativa de presentar el
hecho.
Por ejemplo,
“los
hombres tenían problemas para concebir”, o los hombres “utilizaron sus propios huevos”,
o a los hombres “se les niega la atención prenatal”.
Y una de las participantes en el estudio es citada
diciendo,
“El
embarazo y el parto fueron experiencias muy masculinas para mí. Cuando di a luz
a mis hijos, yo nací en la paternidad”
Por
supuesto, cualquier teórico de género le dirá que la identidad de género es una
gama,
y que hay una distinción fundamental entre el género de uno y el sexo biológico
de uno. Puede ser un hombre si lo desea, o una mujer si lo desea. Lo que
importa no es lo que está en su ADN, lo que importa es lo que quiere ser.
Para
inculcar este criterio revolucionario, tiene que haber un cambio en el lenguaje
que refleje este entendimiento de la “gama” de género.
Y esto se logra confundiendo. La característica más definitoria de la
distinción entre los sexos, es decir, la
capacidad de tener bebés, es ahora algo que tanto un hombre como una mujer
pueden hacer, por lo que es manejado para ejemplificar la idea de que el sexo
no es lo primordial sino el género.
Sin embargo, sin duda y en la realidad de los
hechos, la distinción entre género y
sexo biológico se rompe cuando se trata de embarazo y el parto. Porque
si tenemos que decir que un hombre está dando a luz, eso también significa que
tenemos que llamar a este hombre el padre del niño. Pero está claro que el
padre del niño es otra persona.
Hay
un padre biológico, y una madre biológica; que impregna uno y que lleva al niño
otro. Tal
vez un niño podría tener dos padres desde el punto de vista del género, pero un
niño no puede tener dos padres biológicos. Por lo tanto, necesitamos términos
separados para significar a las personas que tienen estas funciones biológicas
distintas.
El
teórico de género respondería que, dado que el sexo biológico es distinto de su
género, es posible que un hombre transgénero realice la función biológica de
una mujer, y psicológicamente se podría identificar a sí misma como un hombre.
Pero una vez más, la distinción entre género y sexo parece tenue.
Por lo tanto, los roles de género, e incluso el propio concepto de género, son los
principales objetivos de nuestra era posmoderna del exterminio del sexo.
El exterminio empieza – como
siempre – con un cambio en el lenguaje, y la creación de presión social para
generar vergüenza en los que cuestionan el idioma.
De hecho, hay un tema importante en el estudio y
fue que los hombres transgénero se sintieron angustiados por el hecho de que
muchas personas se negaron a referirse a ellos como “hombres” o “él” cuando
estaban embarazadas. El mensaje es obvio si uno se niega a usar el nuevo idioma, lo estigmatizan diciendo que uno
es insensible, o incluso que es una persona que odia.
Este cambio
de idioma está teniendo repercusiones fundamentales para nuestra
cultura.
La cuestión es esta: necesitamos cláusulas que describan el proceso biológico de la
reproducción.
Porque, debido a la teoría de género, esos términos – mujer, hombre, madre, padre – se
han convertido ahora en términos cargados de un significado político que va
mucho más allá de su papel original, descriptivo.
Por lo tanto, cuando se dice que
“un hombre está teniendo un bebé”, uno no quiere decir que un hombre biológico
tiene un bebé. Uno está realizando una declaración política: que uno no está
obligado a usar el anticuado concepto binario de sexo; que uno cree que no hay
significado inherente a ser hombre o mujer; que uno quiere crear el bien humano
y la felicidad, no denunciarlo.
Como resultado, nuestro lenguaje está perdiendo rápidamente el sentido de la realidad
porque nos obligamos a usar frases políticamente correctas, so pena de
represión violenta, incluso judicial.
LOS HOMÓFILOS CRISTIANOS
Estas mismas implicaciones sutiles se pueden
encontrar en una tendencia que está
siendo crecientemente aceptada dentro de la Iglesia.
Los
medios de comunicación del sistema están obsesionados con todas las cosas
“gay”.
Y sobre todo por la actividad del lobby gay para doblarle el brazo al principal
opositor de ese estilo de vida, que es la Iglesia Católica en occidente.
Ellos denuncian que la Iglesia
tiene una comprensión de la sexualidad “gay” equivocada. Y este es un argumento
que comparten muchos fieles, obispos y cardenales dentro de la Iglesia, ya lo
vimos en las discusiones del Sínodo de la Familia.
La
batalla se está dando en lo que se llama los Nuevos Homófilos.
Hay un virus letal, una idea sutil que esta
impregnando silenciosamente los ambientes eclesiales, la idea de reinventar el celibato para incorporar a los
Nuevos Homófilos cristianos ensalzando lo que llaman la amistad: parejas
o grupos de homosexuales que se vinculan emocionalmente, y casi eróticamente, a
través de la amistad.
Ellos
se reúnen en un blog llamado Amistad Espiritual, que es un nombre tomado de la obra del trapense Elredo
de Rievaulx que los Nuevos Homófilos piensan que también era “gay”.
Ellos dicen
que es una buena cosa que el amor por el mismo sexo pueda expresarse de maneras
distintas a las genitales y que Dios los llamó a esas otras maneras de
expresión homosexual; aunque claro está, la amistad entre personas del
mismo sexo no tiene por qué implicar un sentimiento de atracción homosexual, es
más, en la mayoría de los casos no la implica.
Pero es una
forma en que comienza a penetrar el “Caballo de Troya” de la homosexualidad en
la Iglesia.
Porque los
cristianos conservadores, los opositores de la agenda gay, los opositores
particularmente del matrimonio gay, están tan ansiosos por no ser considerados
intolerantes y lo pueden demostrar sugiriendo que los Nuevo Homófilos
son aceptables para ellos.
Lo
ven como un alivio para superar la tremenda presión del lobby gay actualmente. Lo
ven como un punto de demostración de que no son fanáticos.
Su
expresión es “¡Nos gustan los célibes “gay” cristianos!”.
Y si bien esto
les quita presión, es la puerta del edificio católico que está cediendo a la
presión del mundo sobre el cambio de la sexualidad.
Los
Nuevos Homófilos aceptan el 95% de la enseñanza moral de la Iglesia, pero el
5%, este aparente pequeño porcentaje, es muchísimo más importante en términos
estratégicos.
Los Nuevos Homófolos,
católicos y célibes, insisten en llamarse “gay” u homosexuales, reduciendo su
identidad a una pulsión sexual, de la que una vez enunciada es difícil salir.
Pero por otro lado ingresan en la Iglesia la teoría de que se “nace gay” y que no se puede
cambiar.
También insisten que su
atracción por el mismo sexo no sólo les fue dada por Dios, sino que Dios les
agregó junto con esa forma, dones espirituales únicos, cosa que ya apareció en
el documento de medio camino del Sínodo de la Familia de octubre pasado,
lo que si bien la mayoría de los obispos extirpó, hay evidencia de una
tendencia subterránea presente y fuerte.
Uno de esos regalos especiales supuestamente es la
capacidad de formar amistades cercanas.
Estos Nuevos Homófilos trabajan desde adentro de la Iglesia para que cambie su doctrina con el
fin de reconocer que se puede ser gay y célibe dentro de la Iglesia y que los
gay pueden aportar cosas especiales a la Iglesia. Quieren que la Iglesia
sea gay-friendly y reconozca la homosexualidad como un regalo de Dios que les
ha concedido también a los gay dones espirituales únicos.
Supongamos por un momento que la Iglesia accede y se convierte en
gay-friendly. Esto significa dejar entrar la cultura gay adentro de la Iglesia,
y junto con ella legitimar la pulsión sexual. Y también el sexo gay, porque se pueden mover en la dinámica de
pecado-confesión-perdón en que caminan todos los cristianos, y así el “virus”
del sexo homosexual se puede esparcir por la Iglesia sin mayor represión.
DONDE ES QUE LA BIBLIA SE
PRONUNCIA DIRECTAMENTE SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD
Para que quede claro que la posición que estamos planteando no es fruto de una
interpretación conservadora de la Biblia, aquí están las referencias que
aparecen sobre la práctica homosexual en las Sagradas Escrituras: hasta un
total de 15 pasajes bíblicos condenan explícitamente este tipo de relación
sexual.
LEVÍTICO
CAPITULO 18
22 No te echarás con varón como con mujer; es
abominación. 23 Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con
él, ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él; es
perversión.
LEVÍTICO
CAPITULO 20
13 Si alguno se ayuntare con varón como con mujer,
abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre..
DEUTERONOMIO
CAPITULO 23
17 No haya ramera de entre las hijas de Israel, ni
haya sodomita de entre los hijos de Israel. 18 No traerás la paga de una ramera
ni el precio de un perro a la casa de Jehová tu Dios por ningún voto; porque
abominación es a Jehová tu Dios tanto lo uno como lo otro.
PRIMERA
DE REYES CAPITULO 14
24 Hubo también sodomitas en la tierra, e hicieron
conforme a todas las abominaciones de las naciones que Jehová había echado
delante de los hijos de Israel.
PRIMERA
DE REYES CAPITULO 15
12 Porque quitó del país a los sodomitas, y quitó
todos los ídolos que sus padres habían hecho.
PRIMERA
DE REYES CAPITULO 22
46 Barrió también de la tierra el resto de los
sodomitas que había quedado en el tiempo de su padre Asa.
JUECES
CAPITULO 19
22 Pero cuando estaban gozosos, he aquí que los
hombres de aquella ciudad, hombres perversos, rodearon la casa, golpeando a la
puerta; y hablaron al anciano, dueño de la casa, diciendo: Saca al hombre que
ha entrado en tu casa, para que lo conozcamos.
SEGUNDA
DE REYES CAPITULO 23
7 Además derribó los lugares de prostitución
idolátrica que estaban en la casa de Jehová, en los cuales tejían las mujeres
tiendas para Asera.
ROMANOS
CAPITULO 1
(El pecado de los paganos)
26 Por esto Dios los entregó a pasiones
vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra
naturaleza, 27 y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de
la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos
vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución
debida a su extravío.
PRIMERA
DE CORINTIOS CAPITULO 6
9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino
de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni
los afeminados, ni los que se echan con varones,
PRIMERA
DE TIMOTEO CAPITULO 1
8 Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa
legítimamente; 9 conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino
para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los
irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,
10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos
y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina,
SEGUNDA
DE PEDRO CAPITULO 2
6 y si condenó por destrucción a las ciudades de
Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que
habían de vivir impíamente,
JUDAS
CAPITULO 1
7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las
cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de
vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del
fuego eterno.
ÉXODO
CAPÍTULO 19
(Sobre el Pecado de Sodoma)
4 Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y
cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. 5 Ahora, pues, si
diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial
tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
GÉNESIS
CAPITULO 19
1 Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la
caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot,
se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo, 2 y dijo: Ahora, mis señores,
os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis
vuestros pies; y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y
ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta noche. 3 Mas él
porfió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa; y les hizo
banquete, y coció panes sin levadura, y comieron. 4 Pero antes que se
acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma,
todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo. 5 Y llamaron a
Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche?
Sácalos, para que los conozcamos. 6 Entonces Lot salió a ellos a la puerta, y
cerró la puerta tras sí, 7 y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal
maldad. 8 He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las
sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos
varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado. 9 Y ellos
respondieron: Quita allá; y añadieron: Vino este extraño para habitar entre
nosotros, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que a ellos. Y
hacían gran violencia al varón, a Lot, y se acercaron para romper la puerta. 10
Entonces los varones alargaron la mano, y metieron a Lot en casa con ellos, y
cerraron la puerta. 11 Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa
hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se fatigaban
buscando la puerta.
12 Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno
más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo
de este lugar; 13 porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor
contra ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos ha
enviado para destruirlo. 14 Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que
habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque
Jehová va a destruir esta ciudad. Más pareció a sus yernos como que se burlaba.
15 Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot,
diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para
que no perezcas en el castigo de la ciudad. 16 Y deteniéndose él, los varones
asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas,
según la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera
de la ciudad.
17 Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron:
Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al
monte, no sea que perezcas. 18 Pero Lot les dijo: No, yo os ruego, señores
míos. 19 He aquí ahora ha hallado vuestro siervo gracia en vuestros ojos, y
habéis engrandecido vuestra misericordia que habéis hecho conmigo dándome la
vida; mas yo no podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal, y muera.
20 He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña;
dejadme escapar ahora allá (¿no es ella pequeña?), y salvaré mi vida. 21 Y le
respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no destruiré la
ciudad de que has hablado. 22 Date prisa, escápate allá; porque nada podré
hacer hasta que hayas llegado allí. Por eso fue llamado el nombre de la ciudad,
Zoar. 23 El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó a Zoar.
24 Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre
Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; 25 y destruyó las
ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades,
y el fruto de la tierra. 26 Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de
él, y se volvió estatua de sal. 27 Y subió Abraham por la mañana al lugar donde
había estado delante de Jehová. 28 Y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda
la tierra de aquella llanura miró; y he aquí que el humo subía de la tierra
como el humo de un horno.
29 Así, cuando destruyó Dios las ciudades de la
llanura, Dios se acordó de Abraham, y envió fuera a Lot de en medio de la
destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba.
FUENTES:
Foros de la Virgen María