Las peregrinaciones se
popularizaron en la edad media para llevar los cuerpos de los niños que habían
muerto sin recibir el bautismo, se pedía el “respiro temporal” para lograr el
tiempo necesario para el bautismo antes de la muerte final.
Así, después de haber sido
bautizados, los niños pueden entrar en el paraíso en lugar de vagar en el limbo
en el que se verían privados de la visión de Dios.
Avioth
es una población y comuna francesa, en la región de Lorena, departamento de
Mosa, en el distrito de Verdun y cantón de Montmédy.
Avioth,
situado en la frontera de Bélgica, debe su existencia a la peregrinación de
Nuestra Señora de Avioth. Según la tradición, unos pastores descubrieron una
estatua de la Virgen María en una arbusto de espinos en el 1100. Un santuario
fue construido en el sitio del descubrimiento, tal vez bajo la influencia de
los cistercienses de la cercana Abadía de Orval.
LA HISTORIA
En
el año de 1100 unos agricultores descubrieron una imagen en un matorral de
espinas, en un lugar llamado “d’avyo”, que con el tiempo se ha convertido en
Avioth.
Después
de la sorpresa, decidieron llevarla a la iglesia de Saint Brice, a dos
kilómetros de distancia. Pero a la mañana siguiente la imagen había regresado
al lugar exacto de donde la habían tomado. Resultado: decidieron dejarla en su
lugar y venerarla allí mismo.
Los
análisis muestran que la imagen fue tallada en madera y tiene una
antigüedad de unos 900 años. Nuestra Señora tiene un cetro en la mano y en la
otra al Niño Jesús.
Hubo varios milagros en el
comienzo, y las peregrinaciones comenzaron a fluir en un número cada vez mayor.
Tal vez el más famoso peregrino fue San Bernardo de Clairvaux, fundador de los
monjes cistercienses y predicador de la II Cruzada contra los musulmanes.
Cuando estaba en Avioth, decidió que en su orden fuese siempre rezada Salve
Reina después de la Misa, costumbre que después se extendió a toda la Iglesia.
EL RESPIRO TEMPORAL DE LOS
NIÑOS MUERTOS SIN BAUTISMO
La
imagen fue originalmente conocida como patrona de las causas desesperadas. Así que iban a
allí las personas gravemente enfermas, especialmente los contaminados con
lepra, enfermedad incurable en el momento, y que exige la separación completa
del resto de la sociedad para evitar el contagio. También condujeron a enfermos
mentales, que quedaron en una habitación junto a la imagen, para que la Virgen
los tranquilizase.
Pero
la razón principal de las peregrinaciones era llevar los cuerpos de los niños
que habían muerto sin recibir el bautismo. Enseña la doctrina católica de que
el cielo, cerrado para nosotros por el pecado de Adán, se convirtió en abierto
por los méritos infinitos de la Pasión de Nuestro Señor.
Las
personas que reciben el bautismo y mueren en estado de gracia van al cielo. Sin
embargo, los niños que mueren no pueden haber cometido pecado, por eso basta
que sean bautizados para ir al cielo. Pero para ser bautizado el niño debe
estar vivo y por lo general se considera que en el período de unas dos horas el
alma deja el cuerpo.
¿Pero
si el niño murió sin que alguien lo bautizase?. Nada peor para los padres, ya
que además de haber muerto y perdido la vida terrena, podría perder la vida
eterna en el cielo y ser conducido al Limbo.
Según
la creencia popular en algunas provincias, el “respiro temporal” es cuando un
niño muerto vuelve a la vida por el lapso de tiempo necesario a fin de conferir
el bautismo antes de la muerte final. Así, después de haber sido bautizados,
los niños pueden entrar en el paraíso en lugar de vagar en el limbo en el que
se verían privados de la visión de Dios.
Los padres traían a los niños
muertos al santuario en cestas desde lejos. Cualquiera sea la temporada, los
padres se situaban descalzos sobre el frío pavimento de piedra delante de la
estatua de la Virgen con el niño sin vida en sus brazos.
Todo el pueblo, llamado por
las campanas de la iglesia, oraba por el difunto. Ellos cantaban la Salve
Regina, y luego las letanías en honor de la Virgen. Algunos padres hacían
celebrar la Santa Misa, se confesaban, y tomaban la comunión, con el fin de
influir de manera más eficaz sobre la Virgen María para obtener la gracia y la
misericordia del Hijo de Dios, por el gran consuelo de estos pequeños niños.
Durante ese tiempo esperaban
algunas señales de vida. Esta señal podía ser un poco de sudor, derramamiento
de sangre, algún calor en el cuerpo, el movimiento, un poco de enrojecimiento,
y así sucesivamente. En presencia de estos síntomas, el bautismo se le daba en
determinadas condiciones, “Si estás vivo, voy a bautizarte …”.
Inmediatamente después la muerte volvía y el niño era enterrado en la parte oriental de la iglesia.
Inmediatamente después la muerte volvía y el niño era enterrado en la parte oriental de la iglesia.
Durante
el siglo XVII, fueron bautizados en esta forma unos 12 niños por año.
El
objetivo de esta devoción no era pedir a la Virgen la resurrección, sino un
pequeño intervalo de vida para que el muerto pudiera ser bautizado. Luego, justo
antes de la Revolución Francesa, esta práctica fue prohibida.
En
1934
la Virgen fue coronada solemnemente. En 1993, el papa Juan Pablo II reconoció
la importancia de la peregrinación al dar a la iglesia el título de basílica.
La
peregrinación de Nuestra Señora continúa hasta el día de hoy. Cada año el 16
de julio muchos habitantes de la región, así como los belgas y luxemburgueses
vienen a orar y participar en la procesión.
LADRONES PIADOSOS
En
la historia de la imagen hay un episodio muy pintoresco. Corría el año
de 1905, y en Francia había sido aprobada una ley anti-religiosa, por la cual
los bienes de la iglesia pasaban a ser propiedad de la nación.
Con
esto, iban oficiales a todas las iglesias y catalogaban los objetos que figuran para
autorizar la utilización (no la propiedad) de ellos por los católicos.
El párroco local, Padre Soyez,
y unos vecinos piadosos decidieron que la imagen no se enumerara en el
inventario de los objetos en la iglesia, y se imaginó una parodia de robo. Una
noche los “ladrones” entraron en la iglesia y se llevaron sólo la imagen.
Dejaron en su lugar la ropa, la corona y cetro, objetos de valor material,
todos en perfecto orden.
Definitivamente,
eran “ladrones” piadosos. Por supuesto,
la policía sospechó que el robo no se había practicado con el fin de obtener
dinero.
La
imagen quedó en una casa, donde sólo sus cuatro habitantes y el padre tenían
conocimiento de ello. La policía realizó algunas búsquedas, pero no la
encontró. Un día, pasando por las cercanías de la casa, el sacerdote Soyez cometió
la imprudencia de decir: “saludemos a la Virgen de Avioth”.
Obviamente,
los otros desconfiaron que ella estaba en la casa frente a la que
pasaron, pero no dijeron nada. Cuando milagrosamente se calmó la persecución
religiosa, la imagen volvió de nuevo en procesión a la iglesia.
Menos
edificante es la historia que ocurrió cuando los alemanes ocuparon el lugar
durante la Primera Guerra Mundial. Algún oficial anti-religioso decidió convertir la
basílica en establo. Pegaron hierros en las paredes para atar los caballos.
Estos hierros se quedaron hasta el día de hoy, para hacer constar la barbarie
de aquellos que no tienen religión.
EL TEMPLO
Gracias
a las peregrinaciones, la gente se fue instalando sobre el terreno. A partir de
1180 Avioth ya era una aldea. Con las peregrinaciones, vino el deseo de
construir una iglesia digna de la Santísima Virgen. La capilla original fue
construida en el siglo XII, y la enorme iglesia entre los siglos XIII y XIV, con
el apogeo de peregrinaciones realizadas a comienzos del siglo XV.
Nosotros sabemos algunos detalles sobre el origen
de la iglesia y la historia de la peregrinación gracias a un manuscrito
titulado “Breve declaración del estado de las reparaciones de Nuestra Señora de
la Iglesia Avioth” escrito en el año 1668 por Jean Delhotel, humilde párroco de
Avioth.
El sacerdote escribió: “He
aprendido de mis antepasados, que habían aceptado como una piadosa tradición a
esta imagen, una de las más grandes imágenes conocidas de la milagrosa Virgen,
que fue construida por los ángeles enviados desde el cielo a la tierra y el
conjunto todavía ocupa un lugar de honor en esta iglesia de Avioth, como una
pirámide delicadamente tallada”.
El
manuscrito contiene los informes de presuntos milagros, la mayoría de
los cuales tienen fechas precisas: graves accidentes sin consecuencias,
extraordinarias liberaciones de prisioneros, o cura de enfermedades graves como
el cólera.
Pero
lo más importante, expresó el Padre Delhotel, el papel de la Virgen para
proporcionar alivio temporal para los infantes muertos que morían sin bautismo.
El
contraste no podría ser más sorprendente: una enorme iglesia en una pequeña ciudad. Los 125
habitantes de Avioth, aldea francesa a pocos kilómetros de la frontera con
Bélgica, pueden venir juntos a la iglesia y todavía sobrar mucho espacio.
La
primera pregunta que viene a la mente es si la ciudad ha sido mucho
mayor, porque pocas personas viven hoy en el lugar. Pero no es eso. La
respuesta está relacionada con la historia de la imagen de Nuestra Señora de
Avioth.
Hoy en día, algunos preguntarían por qué construir
algo tan grande. Pero para los habitantes del lugar y los peregrinos de aquel
tiempo, esta cuestión no se planteó.
Eran
personas de fe ardiente, y nada les parecía demasiado grande para Nuestra
Señora. Por otra parte, el gran número de peregrinos se debe a una peculiaridad
de la devoción.
EL RECIBIDOR
“El Recibidor” es un monumento
muy singular, y una reproducción se exhibe en el Museo francés de Monumentos
Nacionales, en París. Esta obra maestra de estilo gótico fue probablemente
construida en el lugar de su descubrimiento, donde la milagrosa estatua de
Nuestra Señora de Avioth fue encontrada “en un arbusto de espinas.”
Sustituye
a un anterior y más modesto oratorio. A principios del siglo XIV, cuando la estatua de
Nuestra Señora de Avioth fue tomada del interior de la iglesia, otra estatua de
la Virgen tomó su lugar para dar la bienvenida a los peregrinos en nombre de la
estatua original de Nuestra Señora de Avioth. Esta estatua ha sido llamada “La Recibidora”.
Esa
estatua se encuentra en el anexo de la Basílica llamado El Recibidor.
Bajo
su templo hay una fuente de la que se considera que sus aguas hacen que las
mujeres sean fértiles.
Fuentes:
- https://fr.wikipedia.org/wiki/Basilique_Notre-Dame_d%27Avioth
- https://fr.wikipedia.org/wiki/Avioth
- http://notredamedavioth.blogspot.com/
- http://www.mariedenazareth.com/vivre-avec-marie/avioth-55-notre-dame-davioth
- http://mirandum.wifeo.com/avioth.php
- http://www.avioth.fr/
- http://pelerinagesdefrance.fr/Notre-Dame-d-Avioth
- http://homme-et-espace.over-blog.com/article-un-mystere-une-legende-la-pierre-manquante-de-notre-dame-d-avioth-38810513.html
Foros de la
Virgen María
No hay comentarios:
Publicar un comentario