“Reuníos pueblos y
seréis quebrantados, oíd todos los que son de lejanas tierras; ceñíos y seréis
quebrantados; disponeos y seréis quebrantados. Tomad consejo y será anulado;
proferid palabra y no será firme, porque Dios está con nosotros”. Isaías
8: 9-10
Esta palabra de Isaías muestra la autoridad suprema de Dios y
la manera en que Él se levanta a favor de Su pueblo escogido, de sus hijos.
Podríamos parafrasear este versículo así: “Reúnanse,
planeen una estrategia contra mi pueblo, contra mis hijos, tomen consejo,
profieran palabra, pero no va a prosperar ¿por qué? Porque Dios está con
nosotros”. Si tomamos el sentido de esta palabra nos sentiremos llenos
de aliento y fortaleza.
A veces nos intimidamos frente a las amenazas o frente a
momentos angustiosos, cuando parece que todo se derrumba; hay momentos en que
parecemos en una batalla emocional y espiritual; pero si nos apoyamos en la fe
del Hijo de Dios y Su Palabra, podemos estar confiados y creer que aunque se
levanten contra nosotros y sintamos de cerca la derrota, podemos levantarnos,
renunciar a ese sentimiento y al espíritu de intimidación. No se trata sólo de
un estado emocional, ¡no! es una de las armas satánicas, intimidarnos.
Esto lo relaciono con las serpientes, yo no sé si sabían que
estos animales escupen un veneno a la víctima y la paralizan por unas
fracciones de segundo, el tiempo suficiente para que la serpiente lo pueda
enrollar, ahogar y matar, para luego consumir. Y eso es lo que hace Satanás
cada vez que viene una palabra de amenaza contra ti, es algo tan horrible que
te paraliza. Quizás vas camino a casa, paralizado por una noticia que te
intimida, o estás en la casa angustiado y necesitas una Palabra de Dios porque
te sientes paralizado.
Esa sensación se convierte en un mecanismo que te congela, te
paraliza, y si tú te quedas con eso, si no confías en Dios, lo que sucede es
que Satanás usa esto para atraparte, porque el temor es su mejor aliado; el
temor es una especie de fe pero en la dirección contraria, es una fe negativa,
que nos lleva a creer y a confesar palabras contrarias a las de la voluntad
divina. Así que nuestras palabras se convierten en un lazo que puede utilizar
Satanás para destruirnos.
La cita de Isaías nos recuerda que el Señor se levanta por
nosotros y les dice a los enemigos: “Hagan como
quieran, planeen un trabajo contra mis hijos, profieran palabra, tomen consejo,
pónganse todos de acuerdo y nada va a prosperar porque yo estoy con ellos”. También
dice el profeta Isaías en el capítulo 54: “Si
alguno conspirare contra ti lo hará sin mí y que contra ti conspirare delante
de ti caerá” y también: “Ningún arma forjada
contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en
juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová y su salvación de mi
vendrá, dijo Yahvé.” No importan
todas las armas que estén planeadas contra ti; no temas si se reunieron tus
enemigos para destruirte; no temas, si las circunstancias se pusieron todas en
contra tuya, no temas; tú no estás solo (a).
Recuerda que el Señor nos salvó cuando aún éramos sus
enemigos, cuando lo ignorábamos, y no lo queríamos en nuestro camino, pues todo
lo queríamos hacer a nuestro modo. Sin embargo, Jesús vino y nos rescató.
Ahora, ¿qué crees que va a hacer si somos sus amigos, si somos sus hijos?
¡Exacto! Peleará por nosotros, nos salvará y nos levantará sin importar qué tan
grave sea la situación.
Quiero decirle a cada uno de ustedes: así te sientas intimidado,
paralizado, recuerda la palabra de Dios: “Ninguna
arma forjada contra ti prosperará”, ¡ninguna! No estás abandonado, los
ojos de Dios están sobre ti, contemplan toda la tierra para mostrar su poder a
favor tuyo, así que vengo con palabras de aliento para los que hoy tuvieron
malas noticias, paro decirles que hay una buena
noticia del cielo: “¡no prosperará el enemigo
contra nosotros!”
Oración
Padre, yo en nombre de Jesús te pido por cada una de estas
personas, que hoy tienen necesidades grandes, muy grandes; pero tu palabra es
muy clara: todo consejo será anulado, toda palabra proferida no será firme,
porque Tú estás con nosotros. Aun cuando se nos dice no hay esperanza, que el
tumor es maligno o el hogar se está destruyendo, que la deuda va a hacer que
seas embargado o son palabras proferidas contra nosotros; yo te pido que ese
consejo no prevalezca porque Tú estás con nosotros. Toca en esta hora, toca
Señor, al que está enfermo y sánalo; reprendemos ese espíritu de enfermedad, se
va fuera en el nombre de Jesús; toda dolencia se va fuera, en el nombre de
Jesús. Señor, también te pido por los hogares, dales una palabra, muéstrales
hoy la puerta, la palabra por la que pueden entrar para encontrar una
reconciliación, una restauración, da la palabra precisa a tu hijo (a), abre
puertas Señor para salir de las deudas, para conseguir la fuente de ingresos,
para esta familia que tiene que salir y no encuentra dónde vivir, dale una
puerta abierta Señor, porque tú eres el que abre brechas y camino donde no lo
hay, ábreles una puerta en el nombre de Jesús, y Señor yo te pido una
confirmación para ellos que les traiga paz en este instante, que esta oración
está en el altar y que hay respuesta pronta, es Tu Presencia Señor, Tu
Presencia venga ahora sobre ellos, y les dé paz en el corazón, la confianza, la
seguridad de que Tú está con ellos, yo te lo pido Padre, en el nombre de Jesús.
Amén.
Por Pastor Ricardo
Rodriguez
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