jueves, 31 de octubre de 2019

EL RATÓN MARIHUANERO


Iban dos ratones caminando por una carretera de noche.

En eso, pasa un tráiler y el chofer tira un cigarro de marihuana, entonces le dice un ratón al otro:
Mira vamos a darle una pitada.

Y el otro ratón le contesta:
¡No, yo no hago eso...
¡Bueno, pues yo si fumo!

Después de varios toques, el ratón fuma y se cree que es Superman.

A lo lejos ve venir otro tráiler por la carretera, por lo que le dice al otro:
Vas a ver como paro ese tráiler con una mano.

El otro contesta:
Oye, no seas imbécil te van a aplastar y vas a quedar regado como una caca!!!

Vas a ver!!! ……..

El ratón marihuaneado se pone en medio de la carretera con una mano haciendo Alto y con la otra en la cintura.

En eso, se le pincha una llanta al Tráiler y con tanta suerte que se para exactamente cerca de la mano del ratón.

Cuando se para el tráiler, se baja el chofer y dice: Pucha madre!!! voy a tener que sacar la gata........

Y el ratón dice...

A MI NO ME AMENACES HUEVÓN....... QUE TE VOLTEO EL TRAILER!!!"

MÚSICA PARA UN ASESINO


Estaba escuchando esta música perfecta para recordar a un asesino:

Después se me ocurrió este diálogo. Diálogo ficticio, pero diálogos así debió haber en la mente de ese rey, entre él y su conciencia. O, tal vez, sintió que el mismo Jesucristo, Rey de reyes, le hablaba.

Me imagino a Enrique VIII angustiado por la culpa, excusándose:

—¡Siempre me podré arrepentir! ¡Aunque sea en el último momento!

—Yo soy Jesucristo. Yo soy la misericordia. Y Yo te digo: Arrepiéntete ahora.

—¿Me niegas la posibilidad del último arrepentimiento... si es que me he equivocado? ¡Si es que me he equivocado! Porque eso también está por ver.

—Yo veo el futuro.

—No me parece digno de ti que me arrojes a la desesperación ya en vida.

—Vas a ser un pobre mendigo en el infierno. Un mendigo atormentado.

—¿Y tú eres la Misericordia?

—Ten piedad de ti mismo. Es la Misericordia la que te está pidiendo. ¡Ten compasión de ti mismo!

—Eres el demonio. ¡Que no confíe en la misericordia de Dios! ¡Eres el demonio!

—Confías en pedir perdón, cuando ya no distingues a Jesucristo de Satanás.

—¿Crees que el perdón se te concederá por pronunciar una palabra, por proferir un santo y seña? ¿Crees que por decir una fórmula como si fuera una palabra mágica ya quedarás perdonado?

—¡Hay razones de Estado! Razones de Estado. ¿Entiendes?

—Yo soy la misericordia y te digo: Córtale la cabeza y con la misma hacha atravesarás tu alma inmortal.

P. FORTEA

ENTRE FLORES Y MALEZA


Por: Daniela Sandí Torres. | Fuente: Catholic.net

Hace unos meses me di a la tarea de sembrar unas plantas, sembré varias, pero resulta que solamente 5 sobrevivieron, después de meses de echarles agua y de ayudarlas a crecer con abono, las plantas están grandes y bonitas; a parte de estas tengo otras dos plantas, una de ellas es bellísima con pequeñas flores rosadas.

Les cuento esto, porque decidí sembrar otras, esta vez flores; así que primero me dediqué a limpiar la zona, quité toda la maleza que había, hice el “caminito” donde pondría las semillas, le eché agua a la tierra porque estaba un poco seca y sembré las semillas.

Mientras hacía todo esto, pensaba un poco en el proceso de ver crecer una planta y de cómo podía aplicar esto a mi vida. Así que pensaba lo que sucede cuando se vive entre flores o cuando se decide vivir entre la maleza.

Resulta que vivir entre la maleza es “sencillo”, esto en el sentido que no requiere mucho esfuerzo, la maleza crece tan rápido, que es cuestión de dejarla ser y va a crecer; no necesita cuidado, y aparece en toda parte, bajo cualquier condición; se saca el tiempo para quitarla y a los pocos días vuelve a aparecer; y así, el ciclo inicia nuevamente.

En cambio, vivir entre flores lleva todo un trabajo, implica amor, atención, cuido; requiere sacar tiempo para quitar la maleza, para abonarla y darle agua; requiere trasplantar; alguna vez requiere incluso recortar para que crezca con más fuerza o con mejor postura.

Vivir entre la maleza puede resultar sencillo, es algo así como hacer de cuenta que no es con nosotros, dejar que sea, que pase, es no meternos con eso; cuando vivimos entre la maleza vivimos escondidos, refugiados, entre la maleza no estamos expuestos.

Empero; vivir entre flores es un asunto diferente, requiere sin lugar a dudas salir de la zona de confort; nos lleva a dedicar tiempo, vivir entre flores implica que cuando se quite la maleza o se realicen recortes vamos a quedar expuestos, y eso siempre llevará cierta cuota de dolor; es cierto, cuando las flores estén todo será bello, se convertirá entonces en un espacio agradable; pero eso no quita que haya en su historia cuotas de dolor… claro, eso definitivamente es lo que le da un valor especial.

Vivir entre malezas puede ser sencillo, pero vivir entre flores es vivir entre amor; y no cualquier amor, es cultivar el amor propio, eso sin lugar a dudas, es todavía mejor.

Mientras preparaba el espacio para sembrar las semillas, pensaba en mi proceso de limpieza, de preparar mi camino para crecer en medio de flores, y aunque ha sido doloroso, ha implicado quitar, recortar, mover de lugar; la verdad no me arrepiento, porque me encanta la idea de verme rodeada de flores.

¿Y vos, querés ver malezas en tu jardín, o querés un espacio lleno de flores y color?

¿POR QUÉ LA IGLESIA CATÓLICA TIENE TANTOS SANTOS?


Sólo quien no conoce la escritura puede cuestionar que la Iglesia Católica tiene muchos santos.

Por: Redacción | Fuente: CatolicoDefiendeTuFe.org
Son muchas las personas que preguntan: ¿por qué la Iglesia Católica tiene tantos Santos? Ya sea por curiosidad o mala fe, ésta pregunta tiene un común denominador: la ignorancia. Todos los seres humanos somos ignorantes en mayor o menor medida, pero cuando ésta pregunta viene de personas que se consideran conocedoras de la Biblia, sólo podemos concluir dos cosas: en realidad no conocen la Escritura o lo que los mueve es la mala fe. Para dar respuesta, primero debemos preguntarnos:

¿QUIÉNES SON LOS SANTOS?
“Pedro, que andaba recorriendo todos los lugares, bajó también a visitar a los santos que habitaban en Lida” Hechos 9,32.

“A todos los amados de Dios que estáis en Roma, santos por vocación, a vosotros gracia y paz, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo” Romanos 1,7.

“¿No sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si vosotros vais a juzgar al mundo, ¿no sois acaso dignos de juzgar esas naderías?” 1 de Corintios 6,2.

Los Apóstoles llaman a los miembros de la Iglesia “Santos”, y tienen razón, la Iglesia somos nosotros los fieles y así como dice San Pablo:
“En efecto, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos serán constituidos justos” Romanos 5,19.

El pecado de Adán nos convirtió a todos en pecadores, pero por la Sangre y la Muerte de Cristo todos fuimos hechos Santos:
“Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra, y presentársela resplandeciente a sí mismo; sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada” Efesios 5,25-27.

Jesucristo santificó a su Iglesia, es decir a nosotros, y su Iglesia debe ser “santa e Inmaculada”, pero eso no significa como equivocadamente creen los “cristianos evangélicos”, que como Jesús ya lo hizo todo, nosotros ya no debemos hacer nada, sino, sólo “tener fe y aceptar a Cristo como tú Señor y salvador”, pues Cristo mismo dice:
 “No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial” Mateo 7,21.
“¿Por qué me llamáis: "Señor, Señor", y no hacéis lo que digo?” Lucas 6,46.

Y ¿QUÉ FUE LO QUE JESUCRISTO NOS MANDÓ QUE HICIÉRAMOS?

“Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial” Mateo 5,48. En clara referencia a Levítico 19,2.

“Habla a toda la comunidad de los israelitas y diles: Sed santos, porque yo, Yahveh, vuestro Dios, soy santo” Lv. 19,2.

TODOS ESTAMOS LLAMADOS A SER SANTOS

“A la Iglesia de Dios que está en Corinto: a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con cuantos en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor nuestro, de nosotros y de ellos” 1 de Corintios 1,2.

“como dice la Escritura: Seréis santos, porque santo soy yo” 1 de Pedro 1,16.

Jesucristo ya ganó para nosotros la salvación y la vida eterna, ahora nos toca a nosotros realizar nuestra parte y ser dignos de tan hermoso regalo, esforzarnos por ser Santos e irreprochables, porque si no somos Santos no podremos estar con él Señor.

“Para que se consoliden vuestros corazones con santidad irreprochable ante Dios, nuestro Padre, en la Venida de nuestro Señor Jesucristo, con todos sus santos” 1 de Tesalonicenses 3,13.
“Procurad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” Hebreos 12,14.

Una vez entendido a la luz de la Biblia que no basta con decir a Cristo “Señor, Señor” y que todos tenemos el deber de ser Santos para ir al cielo, borrando la falsa idea de que un Santo es una persona que nunca peca, pues todos los Santos también cometen pecados, pues “Si decimos: «No tenemos pecado», nos engañamos y la verdad no está en nosotros” 1 de Juan 1,8. Podemos entender que la Iglesia Católica en realidad no tiene muchos Santos, y sólo conocemos la punta de iceberg, a unos pocos canonizados, de los cuales la Iglesia tiene la certeza de que ya están en el cielo:

“Y asamblea de los primogénitos inscritos en los cielos, y a Dios, juez universal, y a los espíritus de los justos llegados ya a su consumación” Hebreos 12,23.

La gran mayoría de los Santos nos son aún desconocidos y sólo son conocidos por Dios, pero al fin del mundo vendrán desde el cielo con Jesucristo.

“...Y vendrá Yahveh mi Dios y todos los santos con él” Zacarías 14,5.

“...con santidad irreprochable ante Dios, nuestro Padre, en la Venida de nuestro Señor Jesucristo, con todos sus santos” 1 de Tesalonicenses 3,13.

Sólo quien no conoce la escritura puede cuestionar que la iglesia católica tiene muchos santos, ¡¡ojalá seamos todos!!

Santos todos, rogad por nosotros...
Pax Et Bonum

¿LE CONVIENE A UN CATÓLICO CELEBRAR HALLOWEEN?


No es difícil dar un giro cristiano al Halloween, hay que utilizar un patrón de evangelización creativa.

Por: P. John Bartunek | Fuente: Spiritual Direction // Píldoras de fe
Algunos padres de familia en la escuela católica donde mi hijo asiste quieren hacer una fiesta de Halloween. Estoy muy preocupado por esto.

A mí me parece claramente la antítesis de nuestra fe celebrar un ritual pagano arraigado en la idea de que el sacrificio a los espíritus demoníacos nos evitará su castigo. Incluso si, en este punto, el significado se diluye a simplemente disfrazarse, la práctica sigue celebrando el mal y minimiza sus peligros y realidades.

¿Estoy en lo correcto ante esto o simplemente necesito relajarme y dejar que esto suceda?

HALLOWEEN EN LOS AMBIENTES

Vamos a empezar por hacer algunas distinciones prácticas, y luego reflexionar sobre el principio espiritual relacionado con tu pregunta - un principio que entra en juego más a menudo que sólo el día de Halloween.

Si la celebración de Halloween propuesta se llevará a cabo en la escuela católica, es perfectamente razonable que estés preocupado.

Si la fiesta propuesta se realizara en la casa de alguna familia, tu indignación debe ser un poco menos estridente, y se debe mezclar con compasión por esta pareja que posiblemente no esté tan educada en la fe católica como lo estás tú en este momento.

En el segundo caso,tu reacción dependerá de la calidad de la relación que tengas con esa pareja. Si los conoces, es posible que te acerques a ellos para hablar del tema - después de todo, su idea de una fiesta de Halloween puede no tener ninguna relación con los sacrificios demoníacos o celebrar el mal.

Si no conoces a esta pareja, podrías hacer de esta situación una ocasión para presentarte, o podrías simplemente asegurarse de que tus propios hijos entiendan tus preocupaciones y tengan claras las ideas acerca de Halloween.

En cualquiera de los casos anteriores, sin embargo, tu objetivo debe ser crear un impulso en la escuela para celebrar la víspera de Todos los Santos (un nombre anterior de "Halloween") de una manera católica.

A los niños les gusta Halloween y si parece que estás saboteando la diversión por razones religiosas, puedes crear fácilmente la impresión de que en la fe católica no hay lugar para la diversión y esto es una mala y equivocada idea.

DAR SENTIDO CATÓLICO AL HALLOWEEN

Así que, ¿cuál es la manera católica para celebrar la víspera de Todos los Santos? Cuando la Solemnidad de Todos los Santos de la Iglesia se trasladó al 1ro de noviembre (allá por el siglo IX), esto dio a los católicos la oportunidad de bautizar una antigua tradición pagana.

Los pueblos celtas acostumbraban celebrar su Año Nuevo el 1 de noviembre, y creían que los espíritus de los muertos, tanto buenos como malos, vagaban la tierra nuevamente la noche anterior.

Para protegerse de esos espíritus en los que creían, tenían ceremonias que con disfraces y fuego - encendiendo hogueras para mantener alejados a los espíritus malignos y usando máscaras para asustarlos, por ejemplo.

Una posterior tradición romana (de la Roma pagana) añadió el "truco o trato" a la práctica celta, ya que los romanos celebraban la cosecha al mismo tiempo.

Bautizar estas costumbres paganas simplemente implica interactuar con los difuntos desde una perspectiva cristiana en lugar de una no cristiana.

Y así, el 1ro de noviembre honramos y pedimos por la intercesión de los santos, aquellos difuntos que murieron en amistad con Cristo y que ahora se encuentran en el cielo.

Luego, el 2 de noviembre oramos por las almas del purgatorio, los difuntos que murieron en la amistad con Cristo pero aún están siendo purificados del egoísmo antes de que puedan disfrutar de la plenitud de la comunión con Dios.

No es difícil dar un giro cristiano a una fiesta de Halloween, cuando se entiende esto. Los disfraces pueden ser los de los santos. Los tratos pueden estar relacionados con el cielo. Los juegos pueden ser divertidos, celebrando la esperanza de la vida eterna...

EVANGELIZANDO EN HALLOWEEN

Y eso nos lleva al principio espiritual que funciona aquí y en muchas otras áreas en donde debemos llevar el mensaje de Cristo.

A medida que la Iglesia se expandió en tierras paganas, los cristianos tuvieron que encontrar la manera de comunicar su fe a las personas con visiones radicalmente diferentes del mundo.

Casi siempre, la interacción más fructífera fue aquella en la que los cristianos eran capaces de encontrar algunas semillas de verdad o belleza en las prácticas paganas, aprovecharlas, y mostrar su significado más completo en el contexto cristiano.

En otras palabras, cada vez que los misioneros se encontraban con los paganos en donde éstos estuvieran, los paganos más fácilmente aprendieron a entender y apreciar la fe cristiana.

Por otro lado, cuando los cristianos enfrentaban las costumbres paganas únicamente con condena general, el progreso fue más difícil de conseguir.

Permítanme citar el consejo del Papa San Gregorio Magno a los misioneros en la Inglaterra del siglo VII en este sentido (sólo para que no pienses que estoy inventando):
"No destruyan los templos paganos, más bien hay que rociarlos con agua bendita, colocar altares sobre ellos y reliquias. En los lugares donde se solía ofrecer sacrificios a sus ídolos diabólicos, que se celebren festivales Cristianos, de otra forma o costumbre y en la misma fecha.
Por ejemplo: En la Fiesta de los Santos Mártires, que los fieles hagan coronas y parrados con ramas para celebrar fiestas de caridad. Al permitir que los conversos experimenten estos placeres externos, la alegría del alma será más fácil de transmitir.

No podemos eliminar todo lo pagano de estas almas salvajes de una sola vez. El hombre no puede escalar la montaña a grandes pasos, sino más bien tomando pasos lentos y firmes". (Papa San Gregorio Magno, Carta a Mileto, 601)

Hoy somos misioneros en una cultura neopagana, en muchos sentidos. Si queremos traer ovejas descarriadas de vuelta al redil de Cristo, tenemos que seguir el mismo patrón de la evangelización creativa.