sábado, 23 de julio de 2016

CUÁLES SON LAS SEÑALES DE QUE EL JUICIO DE DIOS A LAS NACIONES HA COMENZADO


Nos cuesta comprender que si los cristianos somos la semilla del Nuevo Reino estemos pasando por esta pérdida de fe global y este desconcierto en la Iglesia.

La respuesta más razonable es que Dios está podando a la Iglesia, usando al “mundo” para hacerlo, pero pronto se instalará entre nosotros el juicio al mundo, lo que se ha dado en llamar el “juicio a las naciones”, en cada uno de los no creyentes, de los paganos, deberá dar cuenta a él de su actuar.

De eso se trata el “aviso” a la humanidad que se está cerniendo y el caos progresivo que está atrapando a todos los soportes de la vida en el planeta.

LA PODA DEL PUEBLO DE DIOS POR LOS ENEMIGOS

Como Isaías establece, Dios permitió a las naciones perseguir a Israel con el fin de purificarse. Pero la maldad y el pecado de las naciones y de este mundo no pueden durar para siempre; la maldad debe terminar. El Señor juzgará a las naciones, no sólo purificará a Israel.

En este pasaje Dios dice (a través de Isaías) que, aunque había utilizado Asiria como una herramienta para purificar a Israel, Asiria no escaparía castigo por su pecado:

¡Ay, Asiria, bastón de mi ira, vara que mi furor maneja! Contra gente impía voy a guiarlo, contra el pueblo de mi cólera voy a mandarlo, a saquear saqueo y pillar pillaje, y hacer que lo pateen como el lodo de las calles.

Pero él no se lo figura así, ni su corazón así lo estima, sino que su intención es arrasar y exterminar gentes no pocas. Pues dice: “¿No son mis jefes todos ellos reyes? ¿No es Calnó como Carquemis? ¿No es Jamat como Arpad? ¿No es Samaría como Damasco? Como alcanzó mi mano a los reinos de los ídolos – cuyas estatuas eran más que las de Jerusalén y Samaría -, como hice con Samaría y sus ídolos, ¿no haré asimismo con Jerusalén y sus simulacros?”

Pues bien, cuando hubiere dado remate el Señor a todas sus empresas en el monte Sión y en Jerusalén, pasará revista al fruto del engreimiento del rey de Asiria y al orgullo altivo de sus ojos. Porque dijo: “Con el poder de mi mano lo hice, y con mi sabiduría, porque soy inteligente, he borrado las fronteras de los pueblos, sus almacenes he saqueado, y he abatido como un fuerte a sus habitantes. Como un nido ha alcanzado mi mano la riqueza de los pueblos, y como se recogen huevos abandonados, he recogido yo toda la tierra, y no hubo quien aleteara ni abriera el pico ni piara.”

¿Acaso se jacta el hacha frente al que corta con ella?, ¿o se tiene por más grande la sierra que el que la blande?; ¡como si la vara moviera al que la levanta!, ¡como si a quien no es madera el bastón alzara! Por eso enviará Yahvé Sebaot, entre sus bien comidos, enflaquecimiento, y, debajo de su opulencia, encenderá un incendio como de fuego. (Isaías 10: 5-16).

Aunque Dios usó a Asiria como un hacha para podar a Israel, eso no hizo que el hacha fuera buena. Y ahora es el momento para que el hacha también sea podada por el fuego.

LA PODA DE LA IGLESIA

¿Qué tienen que decirnos hoy historias como éstas? Mucho, especialmente si vemos a Israel como imagen de la Iglesia, y al mundo que nos rodea como algo similar a Asiria y Babilonia.

Porque de hecho la Iglesia está pasando por una gran poda y purificación. La vid del catolicismo y el cristianismo en Occidente, una vez exuberante, se reduce.

El número de los católicos que van a misa se reduce constantemente. La indiferencia a la fe y a Dios está muy extendida. Muchos son católicos sólo de nombre.

Sin embargo, para los que se quedan allí aparece una experiencia cada vez más ferviente de la fe. A causa de la duda y de la persecución, muchos de nosotros tenemos en realidad más claro lo que creemos y por qué lo que estamos pasando.

Ha habido un gran florecimiento de la apologética católica y los medios de comunicación católicos laicos. Los católicos que permanecen son cada vez más claros, más devotos y más creativos.

Aquí vemos una poda y purificación que tan a menudo es necesaria en la Iglesia. Reformanda Ecclesia semper (la Iglesia siempre tiene necesidad de la reforma).

Esta purificación se efectúa porque Dios está permitiendo un mundo cada vez más secular y hostil depurar a la Iglesia.

Estas aflicciones toman muchas formas: burlas sencilla sobre nuestras creencias, la diseminación interna del error para alejarnos de la fe, la criminalización de las viejas creencias de nuestra fe, e incluso la martirización pura y simple de los creyentes.

Por el momento Dios parece estar permitiendo que la “Asiria” de la cultura moderna y decadente nos ataque, pero ya se ven algunos signos de que la poda también llega al podador.

LA PURIFICACIÓN LLEGA AL ‘MUNDO’

Incluso si Dios parece estar blandiendo el hacha de la modernidad ahora, esto no hace que el hacha sea sagrada; muy pronto el hacha tendrá que responder por su maldad.

Ese ‘muy pronto’ parece estar llegando, porque parecen haber señales de que el Juicio a las Naciones está comenzando, es decir el juicio a los paganos, al mundo.

San Mateo (Mt 25: 32) y el profeta Sofonías (Sof 3: 8) y el profeta Jeremías (Jer 25: 29) mencionen que Jesús juzgará a las naciones y apartará a las unas de las otras como el pastor separa corderos de cabritos, según hayan trabajado con Dios o con el enemigo.

No es por una simple casualidad que todos los soportes de la vida en la tierra se estén degradando, en la evidencia que tenemos sobre:
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-el espiral de caos en que ha entrado la naturaleza;
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-los pecados cada vez más profundos que hay en la humanidad ahora convertidos progresivamente en leyes;
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-la maldad imperante como lo vemos en el accionar de los terroristas islámicos;
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-las discordias a nivel personal que azotan cada vez más a las sociedades y las familias;
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-y muchas más cosas como los desórdenes civiles en los países, las constantes crisis económicas, etc…

¿SEGUIRÁ ESTO ASÍ HASTA EL JUICIO UNIVERSAL, HASTA EL FINAL DE LOS TIEMPOS?

Si nos atenemos a las manifestaciones de la Virgen María en las apariciones de Garabandal y Medjugorje pronto habría un Aviso a la humanidad y se produciría una corrección de rumbo.

Sin embargo está en discusión si eso implicará una renovación de vida en la Tierra, que traería un reinado de Jesucristo o una segunda venida o venida intermedia antes del juicio final.

La mayoría de los teólogos católicos consideran que Cristo no tendrá esta venida intermedia luego de la triada aviso, milagro y castigo que predicen las apariciones marianas. Y es esto lo que mantiene a los sacerdotes impávidos ante el caos que crece en el mundo, porque no visualizan un pronto desencadenamiento de nada.

Sin embargo el Padre Stefano Gobbi recibió un mensaje de la Virgen María la Noche Santa de 1978 que decía:

“Semejante a la primera venida de Cristo será su segunda venida. Como fue su nacimiento en esta Noche Santa, será el retorno glorioso de Jesús en gloria, antes de su tercera y última venida para el Juicio Final, cuya hora está escondida en los secretos del Padre.

En su segunda venida, el mundo se hallará envuelto en las tinieblas de la negación de Dios, en su obstinado rechazo, en rebelión contra su Ley de amor. Entonces, vendrá Jesús de improviso, y el mundo no estará preparado para su llegada.

Vendrá a instaurar su Reino, una vez que haya derrotado y aniquilado al anticristo y a quienes lucharon contra Dios. También es esa segunda venida, el Hijo vendrá a nosotros a través de su Madre. Por ello, esta es la hora del Corazón Inmaculado de María, porque se está preparando ya la venida del glorioso Reino de amor de Jesús”.

¿QUE PUEDEN HACER LOS FIELES EN ESTE MOMENTO?

Muchas familias más jóvenes están optando por atrincherarse y vivir como aislados de nuestra cultura tóxica como sea posible: educación en el hogar, la restricción de la televisión, y limitar el acceso a Internet.

Otros han optado por participar con valentía en la cultura con el fin de tratar de lograr su conversión y rescatar el mayor número posible de las garras del mal.

Lo que es claro que va a ser cada vez más difícil preservar la fe en las familias, porque no se puede sellar totalmente un hogar, no se puede crear una burbuja permanentemente.

Y más allá de que participemos en las batallas culturales o tratemos de desengancharnos del mundo, nuestro desafío, al igual que en los días de Noé, será preservar la fe en medio de la rebelión contra Dios y el caos que está produciendo la reingeniería que Él estará haciendo en el mundo.
Nuestra firmeza son la escritura, los sacramentos y la oración, en especial el Santo Rosario, mientras veremos cómo el juicio de Dios pone fin a los males de las culturas y las naciones que nos rodean, en un ambiente que será cada vez más caótico y destructivo a todo nivel.

Foros de la Virgen María

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