VATICANO, 17 Jul. 16 / 05:28 am (ACI).-El Evangelio de Marta y María
centró el rezo del ángelus de este domingo del Papa Francisco, quien aprovechó
para hablar de la hospitalidad y denunciar cómo en muchos centros de ancianos
no se busca acoger y escuchar, sino otros intereses que nada tienen que ver con
la fraternidad.
“La hospitalidad aparece verdaderamente como una
virtud humana y cristiana, una virtud que en el mundo de hoy está en riesgo de
ser descuidada”, subrayó el Papa durante el rezo
del ángelus.
“Se multiplican los hogares de ancianos, pero no
siempre en estos ambientes se practica una verdadera hospitalidad”, denunció. De hecho, “se da vida a varias instituciones que proveen a
muchas formas de enfermedad, de soledad, de marginación, pero disminuyen la
probabilidad para quien es extranjero, marginado, excluido de encontrar
cualquier puesto disponible y escucharlo”.
El Santo Padre también denunció que esto suceda “en
la propia casa, entre los propios familiares” que “buscan encontrar más fácilmente servicios y cuidados
diversos antes que escucha y acogida”.
“Ambas ofrecen acogida al Señor, pero lo hacen de
modo diverso. María se sienta a los pies de Jesús y escucha su palabra, en su
lugar, Marta está afanada en preparar cosas”, explicó
el Papa.
“En su afanarse y darse a hacer Marta se arriesga a
olvidar lo más importante, es decir, la presencia del invitado, de Jesús”.
Francisco señaló que “el invitado no va
simplemente servido, nutrido, acogido” sino que necesita “sobre todo que sea escuchado, acogido como persona, con
su historia, con su corazón rico de sentimientos y pensamientos, para que así
puede sentirse realmente en familia”.
El Santo Padre pidió no olvidar que “también
en la casa de Marta y María, Jesús, antes de ser Señor y Maestro, es peregrino
e invitado”. Y por eso Jesús le dice “Marta,
Marta, ¿por qué te preocupas y te agitas por muchas cosas que hacer por el
invitado hasta olvidar su presencia?”.
En definitiva, “para acogerlo no son
necesarias muchas cosas” sino solo una: “escucharlo,
demostrarle una actitud de hermano, de modo que parezca que esté en familia y
no en un refugio temporal”.
Por Alvaro de Juana
No hay comentarios:
Publicar un comentario