La visibilidad y le evidencia
de las respuestas de Dios en el mundo es uno de los grandes dilemas que han
tenido todas las generaciones.
¿Si Dios existe dónde está?
¿Por qué no se ha mostrado más en el mundo? ¿Por qué no se muestra de formas en
que harían imposible que una persona dijera que Dios no existe? ¿Y responde a
las oraciones?
Evidentemente hay que admitir que el ocultamiento
de Dios es algo que padecen incluso los
cristianos; muchas veces nos preguntamos ¿Dios dónde estás?, pero eso no
significa que Dios no exista.
Hace un par de semanas publicamos una noticia que
decía: Una
fascinante investigación de National
Geographic dice que el
cerebro reconoce a Dios; incluso si nunca se le enseñó la persona a creer en
Dios; que el cerebro puede reconocer su existencia. Ver aquí
Pero lo que sucede es que por razones personales algunas personas se
empeñan a sacar de sus vidas la posibilidad de la existencia de Dios, al
punto que en la misma nota ponemos:
La atea Elizabeth King en un artículo en el Washington Post,
dice
que no puede desprenderse de la idea de
la existencia de Dios: “Y que es
confuso y frustrante sentir la presencia de algo en que no se cree y
esto se ve agravado por el hecho de que la figura de Dios se me muestra más a
menudo cuando estoy frustrada”
Pero
no podemos negar que Dios está oculto. Seguramente has oído decir qué el ocultamiento de
Dios no es evidencia de que no exista.
Entonces ¿debemos esperar más
evidencias de Dios para creer en Él? Sin embargo, lo cierto es que Dios ha
proporcionado pruebas suficientes para que creamos en él.
Pero ¿hemos hecho todos los esfuerzos para investigar las evidencias?, porque si vamos al fondo encontraremos una buena evidencia de la existencia de Dios.
Pero ¿hemos hecho todos los esfuerzos para investigar las evidencias?, porque si vamos al fondo encontraremos una buena evidencia de la existencia de Dios.
En definitiva la oscuridad de
la presencia de Dios entre nosotros en el mundo no constituye una
prueba eficiente que nos demuestre que Dios no existe.
Aquí hay 10
razonamientos para comprender el ocultamiento de Dios.
PRIMERO: DIOS NO SE OCULTA
COMPLETAMENTE
Pero no
aparece de una manera tan tangible como una persona de tu familia o tus
amigos, pero hay evidencias de experiencias
de los sentidos sobre él y también podemos entenderlo por la lógica y la razón.
Porque sino ¿porque tanta gente a través de los 20 siglos está convencida de la
existencia de Dios y porque el progreso de la ciencia no ha tirado abajo esa
creencia e incluso a la iglesia?
Es
evidente que para muchos cristianos que la existencia de Dios es el impulso para la
evangelización y aún más para el martirio. Y esto no sucede por casualidad.
SEGUNDO: NO PODEMOS NO PODEMOS
COMPRENDERLO TOTALMENTE PORQUE NO PENSAMOS COMO DIOS
No sabemos cómo se siente ser Dios, por lo tanto
las formas en que Dios demuestra su existencia escapa a nuestro razonamiento.
En este sentido podríamos considerar que Dios puede tener razones valederas para ocultarse y que nosotros directamente no hemos imaginado.
En este sentido podríamos considerar que Dios puede tener razones valederas para ocultarse y que nosotros directamente no hemos imaginado.
Pero tampoco
significa que nuestras deducciones lógicas pueden encontrar una
explicación buena para esto.
Por tanto no
podemos comprender completamente cómo es la revelación directa de Dios y
porque no se revela más visiblemente a los hombres.
TERCERO: LAS ESCRITURAS DICEN
QUE DIOS QUIERE QUE EL HOMBRE LO BUSQUE
Esto lo podemos leer en Mateo 7: 7-8 “pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad
y se os abrirá”.
Así Dios
promete proveer a todos los que lo reconocen con confianza, nos dará lo
que pedimos siempre que sea bueno para nosotros, cuando nosotros los
reconocemos y se lo pedimos.
Pero
eso no es automático un mismo tipo de persona puede hacer oración con
la esperanza de encontrar a Dios y se le revele sólo 50 o 60 años después,
mientras que otra persona de la misma edad y tipo luego de rezar la misma
oración, puede caer inmediatamente porque Dios se le reveló.
En este caso puede haber explicaciones para ello.
Una es que nosotros mismos nos
interponemos en la entrega de los bienes y otra es que Dios quiere que nosotros luchemos un tiempo
razonable para obtener sus gracias y podamos crecer de esa forma.
En realidad Dios
no quiere el que eliminemos todo nuestro dolor y sufrimiento en la vida;
el cristianismo no es una salida al sufrimiento. Dios nos otorga la eternidad,
y ahí sí, libre de todo sufrimiento y dolor.
Pero lo cierto es que cuanto más busquemos a Dios resulta más probable que se revele a sí mismo
y cuanto más tiempo se revele, entablaremos una relación más profunda con él y
lo conoceremos más.
CUARTO: VE A DIOS QUIEN QUIERE
VERLO
En cuarto lugar Blaise Pascal dice que sólo puede
ver a Dios quien desea verlo y que Dios
se manifiesta solamente a aquellos que le buscan.
Los
que lo buscan sinceramente lo encontrarán y los que no lo buscan sinceramente no lo
encontrarán.
Pero aun así, Dios da señales constantes a los incrédulos para que evalúen su
existencia, los llama. Y cuando dan alguna señal de apertura, también
Dios se abre en su revelación, y cada vez más.
QUINTO: PODEMOS VER LAS
HUELLAS DE DIOS
Hay razones para creer en Dios, a pesar de su
ocultamiento, impulsa nuestra esperanza, y esto significa que Dios está oculto
para nosotros ahora pero no para siempre; lo veremos claramente cuando perseveremos en la fe y en el amor al final.
El Concilio Vaticano I dijo que podemos conocer a
Dios a través de la sola razón, pero no
podemos ver a Dios directamente en la naturaleza, pero sí podemos ver sus
huellas.
Por ejemplo si el universo tuvo un principio como
parecen estar de acuerdo incluso ateos, hay una buena explicación para la mostración de Dios a través de su huella
que es el universo.
De este modo un universo que permite la vida y que
existió en algún momento de la nada,
son buenas razones para creer en un creador todopoderoso que lo hizo.
Esto implica que el propio Dios nos ha dado razones valederas para creer en una inteligencia
creadora y estas razones han convencido a mucha gente a través de las
distintas épocas.
En definitiva serían los que creen que le debieran preguntar a los ateos porque debemos
esperar más evidencia de él que la creación del Universo en el que
vivimos.
SEXTO: DIOS QUIERE QUE LO
RECONOZCAMOS POR AMOR
Dios no quiere nuestra evidencia de Él por miedo
sino en nuestra obediencia por amor.
Pudiera suceder que nos dé un evidencia
avasalladora para que estemos interesados en Él, pero podríamos obedecerle
solamente por el miedo que nos causa su potencia, y quizás no pudiéramos buscarlo con perseverancia como para obedecer
suavemente y confiadamente.
SÉPTIMO: ES LA COMUNIDAD A LA
QUE DIOS SE REVELA
El
ocultamiento de Dios permite que la comunidad se apoye uno a otro para crecer, porque unos
tienen una parte de esa revelación y otros tienen otra parte de la revelación y
se la comparten.
Y eso forma
una revelación más completa que es consumida por cada persona de fe que
está en la comunidad.
OCTAVO: LOS MILAGROS PERMITEN
VER A DIOS
Luego están los
milagros, la comprobación y los testimonios, y ahí parece que Dios se
revela más fuertemente.
Los
milagros siguen existiendo. Millones de personas hoy día afirman haber tenido
algún milagro en su vida porque han creído en Dios. Quizás hayan accedido por
la oración o por la penitencia o por el ayuno.
El
testimonio en sí no es una prueba de la existencia de Dios, pero sí lo son
los datos de conversión de médicos y otro tipo de profesionales investigadores
ateos que han investigado milagros y luego se han convertido por lo que han
hallado.
En
realidad sólo un milagro bastaría para demostrar la existencia de Dios, por lo tanto,
que hacemos con la cantidad de milagros
de sanaciones por ejemplo certificadas en Lourdes – que están alrededor
de 70 curaciones inexplicables científicamente por un panel de cristianos y
ateos -; eso bastaría para confirmar su existencia.
Parece entonces que hay buenas razones para
confirmar que Dios se revela a través
de los milagros.
NOVENO: DIOS ADQUIRIÓ CARNE
HUMANA EN UN MOMENTO HISTÓRICO
Podemos pensar que una señal en el cielo o en la naturaleza podría ser una prueba de
una manifestación innegable de que Dios existe, pero podría ser un conjunto de
situaciones fortuitas o incluso alguna broma de parte de alguien, así que esto
no nos da la certeza.
Pero efectivamente nos la puede dar si Dios se hace
carne y habita entre nosotros, dándonos
pruebas de que tiene poderes que superan las leyes naturales y eso fue lo que
sucedió con Jesucristo
DÉCIMO: JESUCRISTO DIO PRUEBAS
SOBRENATURALES Y DIJO QUE ERA DIOS
Dios
se nos reveló en la persona de Jesús que nació de una virgen humana y poseía una serie
de dones extra humanos
aparentemente aún de niño, inexplicables para los seres humanos: convirtió el
agua en vino, multiplicó panes y peces, realizó exorcismos, calmó a la
naturaleza (tormentas), revivió a personas de la muerte, género innumerables
conversiones curaciones.
Y nos avisó
que Él era Dios, junto con una explicación de lo que sucede en el cielo
y del plan de su Padre;
explicación que no puede ser de otra
manera más que en sobrenatural por su arquitectura.
Finalmente murió en la cruz y resucitó en un cuerpo
glorioso. Muchos vieron que pasaba a
través de objetos sólidos como paredes y que aun así comía; no era un
fantasma.
Y no dejó una filosofía en base al amor que por su concepción difícilmente pueda ser considerada
de hechura humana.
Jesús
dijo que había un Dios, que Él era el hijo y que era el único Dios. Pero sin embargo no toda la gente lo reconoció y aún
hoy no cree.
Entonces nos tenemos que preguntar ¿si Dios apareciera avasallantemente en el
mundo todos le creerían, no habría muchos escépticos?
Por eso tal vez Dios se
oculte, porque sabe que esa no es la manera de lograr que la gente lo busque,
lo siga, y crea en Él de una manera perseverante.
OK, EXISTE ¿PERO REALMENTE
RESPONDE LAS ORACIONES?
Es común
encontrarse con estas dos preguntas: ¿Cómo puedo saber que Dios
responde a mis oraciones? Si le pido que cure a alguien que está enfermo y no
sucede, ¿significa que Él no respondió? Y si la persona se pone mejor, ¿cómo sé
que era debido a la oración?
Como personas de fe y cuando nuestra fe se hace más
fuerte, nos damos cuenta que la oración
debe ser algo más que simplemente pedido a Dios que conceda nuestros
deseos.
Es
un diálogo interior que está siempre presente con cada latido de
nuestro corazón. La oración es una relación que nos mueve a escuchar,
responder, y al deseo de la voluntad de Dios por encima de la nuestra.
Parte
de la solución de este dilema es descansar en los misterios de la vida. No todo
puede o debe ser explicado, por lo que es importante para nosotros reconocer
nuestras limitaciones humanas con humildad, mientras que levantamos nuestros
ojos, corazones y manos hacia el cielo.
Confiar en que Dios responde a
nuestras oraciones, ya sea que estén o no los resultados deseados, a veces es
un extraordinario acto de fe.
Debemos
resignarnos a los buenos y los malos resultados,
sabiendo que todo va a pasar con el tiempo.
Amar
a Dios por su propio bien requiere un profundo nivel de determinación de
nuestra parte.
Cuando se pasa de amar a Dios, porque Él nos concede favores y consuelos, a
amarlo a pesar de todo, nuestra fe se mueve de la petulancia para madurar la
profundidad espiritual.
Cuando
dudamos
de cómo o si Dios responde a nuestras oraciones, dudamos de él. Nuestra fe en
Dios vacila.
No
tenemos que conocer los detalles de cómo Dios elige actuar en y a través de nuestra
intercesión.
A menudo Dios responde a las
oraciones de maneras muy misteriosas, tal vez para aniquilar a nuestro orgullo
y aumentar así la virtud de la humildad en nosotros.
La
clave para obtener una gran fe es fidelidad al Señor. Hay momentos
de la vida que nos obligan a ser simplemente obedientes a Dios y cumplir con
nuestro papel como cristianos, incluso y sobre todo, cuando Dios parece estar
en silencio.
Podemos deducir mucho de reconocer el silencio de
Dios, así como de sus formas atronadoras. A veces elige revelarse a sí mismo. Más a menudo Él escoge el camino
oculto para que podamos buscarlo de todo corazón.
No
nos dejemos engañar cuando Dios elige permanecer en silencio, ya sea después
de haber hecho una súplica desesperada a Él y parece haber hecho caso omiso o
no sentir Su presencia o escuchar su voz.
Su silencio no es una
indicación de su ausencia. Más bien, es una invitación para que puedas
profundizar en los recovecos de tu corazón y el alma para encontrarlo allí. Si
lo dudas, medita en el misterio de la Eucaristía y cómo Jesús escogió
esconderse en un pequeño trozo de pan sin levadura.
A
lo largo de su vida, es crucial mantenerse cerca de Dios a través de la
conversación diaria en la oración y en la recepción frecuente de los
sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía.
Creer
que Él está cerca de ti en tiempos de aridez espiritual, en tiempos de
oscuridad e intensas luchas interiores.
Él
está más cerca de ti cuando se duerme en ti, porque Él se apoya en el lugar que le has
proporcionado de refugio y descanso.
No todas las almas son tan generosas, y Jesús no elige dormir en cada alma.
Pero Él ha elegido la tuya como un lugar para disfrutar de la soledad y el
descanso.
Así que sobre la cuestión de si Dios responde a la
oración, la respuesta es un rotundo sí. Él
responde a todas las oraciones, pero puedes o no puedes estar al tanto de la
forma en que decida hacerlo.
A menudo,
las respuestas más potentes a la oración quedan lo más ocultas y no se
ve lo que ha sucedido, sin embargo, una gran transformación ha ocurrido dentro
de un alma anteriormente tibia.
Foros de la
Virgen María
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