BUENOS AIRES, 18 Jul. 16 / 03:36 pm (ACI).-Tres obispos
de Argentina se refirieron recientemente al posible vínculo de miembros de la Iglesia con el caso de
José López, un exfuncionario del gobierno de los Kirchner que fue arrestado
recientemente cuando arrojaba bolsas de dinero a un monasterio.
El Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Mons. José
María Arancedo; el Nuncio Apostólico en Argentina, Mons. Emil Paul Tscherrig y
el Presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, Mons. Santiago
Olivera, fueron quienes transmitieron el sentir de los obispos del país sobre
este conocido caso.
Las declaraciones se dieron luego de la difusión de imágenes de la
cámara de seguridad del Monasterio Nuestra Señora del Rosario de Fátima, en la
localidad bonaerense de General Rodríguez, en las que se ve a una religiosa
ingresando unos bolsos, supuestamente con dinero, que dejó López a la entrada
del recinto.
La madrugada del pasado 14 de junio, José López, fue detenido por la policía
mientras lanzaba bolsas de dinero al interior del monasterio tratando de
esconder unos 9 millones de dólares. López fue Secretario de Obras Públicas en
los Gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández entre 2003 y 2015.
Mons. Arancedo dijo al diario La Nación
que los obispos viven “un contexto de dolor,
sorpresa y de repudio a todo acto de corrupción”, “de manera particular a los
que involucren a miembros de la Iglesia, que por su misión y servicio, debieran
ser testigos íntegros y transparentes del Evangelio que predicamos”.
“La Iglesia quiere que se esclarezcan los hechos,
que la Justicia actúe con independencia y libertad, y somos los primeros,
nosotros, en necesitar la claridad de los hechos”, enfatizó el también Arzobispo de Santa Fe.
“La gente tiene que saber que la Iglesia está
comprometida con la verdad, la justicia y el amor, pero a veces llevamos ese
Evangelio en vasijas de barro. Que la fragilidad humana no oscurezca la
grandeza del mensaje de Jesucristo, predicado por hombres frágiles”, expresó.
Consultado acerca de la responsabilidad del fallecido Arzobispo de
Mercedes-Luján, Mons. Agustín Rubén Di Monte, el presidente de la CEA explicó
que “la Iglesia no puede, por sentido
corporativista, negar si han habido hechos. Siempre va a ser mi hermano obispo,
pero si uno tiene que reconocer que ha actuado mal, lo tiene que hacer”.
Explicó que “la relación de la Iglesia con
el poder tiene que ser de autonomía, de respeto y nunca de una cercanía tan
sospechosa” y lamentó que “se haya utilizado
de alguna manera a estas religiosas” aunque “la
justicia tendrá que determinar las responsabilidades”.
Mons. Arancedo aclaró que las religiosas “no
son específicamente monjas” sino “mujeres
consagradas”, una “asociación privada de
fieles” que el obispo Di Monte autorizó para que iniciaran “los trámites en Roma para ser reconocida como instituto
de vida consagrada. Pero, eso
no se completó”.
El Presidente de la CEA dijo desconocer si la comunidad religiosa
solicitó o no dinero a López. Sin embargo, “si se
ha pedido algo al Estado, tiene que ser en blanco, en regla y transparente. Que
no haya ninguna posibilidad de corrupción”.
El Prelado explicó también que el Vaticano a través de la Nunciatura “podría pedirle al obispo que investigue el hecho, que se
constituya una comisión de investigación”.
Por su parte, el Nuncio Apostólico, Mons. Emil Paul Tscherrig, dijo al diario La
Nación, que la situación "afecta
mucho a la imagen de la Iglesia en la Argentina" y que mantiene
informado "en cada momento" al
Papa Francisco.
También, aclaró no saber lo que ocurría en el monasterio y que
desconocía la relación de las religiosas con López.
De otro lado, Mons. Santiago Olivera, dijo a Noticias del
Sol que la posible vinculación de las religiosas “desdibuja la realidad de la vida consagrada y de la vida
religiosa en la Argentina” que se desarrolla en sectores pobres, en el
flagelo de las drogas,
en hospitales y cárceles.
“Los consagrados deben estar más cerca de los
pobres y lejos del poder. A veces hay gente que tiene mucho poder y que, lamentablemente,
se desvían y van por caminos de no transparencia, de corrupción, y hacen que
muchos caigan en trampas y en la tentación”, dijo el
también Obispo de Cruz
del Eje.
Respecto a lo que se muestra en las imágenes de la cámara de seguridad
del monasterio, Mons. Olivera resaltó que si las religiosas ayudaron a ocultar
ese dinero, “es un disparate, una gran torpeza que
merecería un palabra de arrepentimiento si esto fuera así, y de sincero pedido
de perdón a la Iglesia, a la sociedad y al país”.
Por Giselle Vargas
No hay comentarios:
Publicar un comentario