“Queridos
hijos, Mi presencia viva y real entre ustedes, tiene que hacerlos felices,
debido al gran amor de Mi Hijo. Él Me envía entre ustedes para que con Mi amor
maternal les dé seguridad, para que comprendan que el dolor y la alegría, el
sufrimiento y el amor, hacen que vuestra alma viva intensamente; para
invitarlos nuevamente a glorificar el Corazón de Jesús, el corazón de la fe: la
Eucaristía.
Mi Hijo, día a día, a través de los
siglos, retorna Vivo en medio de ustedes, regresa a ustedes, aunque en verdad,
nunca los ha abandonado. Cuando uno de ustedes, Mis hijos, regresa a Él, Mi
Corazón materno exulta de alegría.
Por
eso, hijos Míos, regresen a la Eucaristía, a Mi Hijo. El
camino hacia Mi Hijo es difícil, lleno de renuncias, pero al final está siempre
la luz. Yo comprendo vuestros dolores y sufrimientos, y con amor maternal,
enjugo vuestras lágrimas. Confíen en Mi
Hijo, porque Él hará por ustedes lo que ni siquiera sabrían pedir. Ustedes, hijos Míos, deben preocuparse sólo
por el alma, porque ella es lo único que les pertenece en la Tierra. Sucia o
limpia, la tendrán que presentar ante el Padre Celestial.
Recuerden: la fe en el amor de Mi Hijo
siempre es recompensada. Les pido que oren, de manera especial por quienes Mi
Hijo ha llamado a vivir según Él y a amar a Su rebaño.es doy las gracias!”
Publicado por Unción Católica y Profética
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