LA MANIFESTACIÓN DEL 26 DE JUNIO EN MADRID DESBORDÓ LAS EXPECTATIVAS DE ASISTENCIA, DANDO UN NUEVO IMPULSO AL MOVIMIENTO PROVIDA ESPAÑOL.
La derogación por el Tribunal
Supremo de los Estados Unidos de la malhadada sentencia Roe vs. Wade ha tenido consecuencias incalculables en el
corto radio y a miles de kilómetros de Washington. Como si de una marea
largamente represada se tratara, la legislación
provida se ha
extendido de manera fulgurante por toda América y, menos de una semana después
del fallo, son más de una decena los estados que ya han tomado medidas
proteccionistas de diverso orden. Como es sabido, Roe vs. Wade sustraía el
aborto hasta los seis meses del embarazo de la acción política y lo blindaba ante
cualquier intento legislativo de regulación, limitación o supresión.
Francisco José
Contreras, diputado sevillano por Vox y
catedrático de Derecho, ha mostrado en un
artículo imprescindible sobre la cuestión, publicado
en Libertad
Digital, los gravísimos vicios de aquella sentencia,
monumento a la manipulación jurídica e histórica, comenzando por el hecho de
basarse en una denuncia falsa. Sobre esa monstruosidad se ha montado el inmenso tinglado ideológico, económico y político que es hoy el
aborto, primero en Estados Unidos y luego en casi todo
el mundo. Su derogación abre la puerta a una esperanza: que pronto el aborto voluntario sea tratado como lo que es, un
crimen injustificable, y que los problemas derivados de los
embarazos no deseados puedan resolverse de una forma justa y, sobre todo,
humana.
Como un eco de ese triunfo en los
Estados Unidos, aunque prevista desde mucho antes, el domingo 26 se celebró en
Madrid una gran manifestación, convocada por Neos y
respaldada por más de doscientas entidades, que ha significado el relanzamiento del alicaído movimiento provida español. Sin
embargo, la masa social que sostiene este combate, el más noble que pueda darse
en el mundo actual, se encuentra aún poco respaldada políticamente. Sólo Vox se
hizo presente a través de numerosos parlamentarios y del propio Santiago Abascal, todos a título personal para evitar
acusaciones de intento de apropiación. Lástima que hace justo un mes Feijóo,
coherente con su postura de siempre al respecto, comunicara al Comité Ejecutivo
del PP su intención, en caso de llegar al Gobierno, de no tocar la ley actual,
ni siquiera la más dañina que prepara Irene Montero. Quizá
eso pueda explicar la absoluta ausencia de políticos peperos en la
manifestación. El renacer del movimiento provida les ha cogido con el pie
cambiado, pero quizá aún estén a tiempo de sacar la pata.
Publicado en Diario de Sevilla.
Por: Rafael Sánchez
Saus
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