JEAN-CHRISTOPHE THIBAUT LAMENTA QUE HAYA CRISTIANOS QUE ACUDAN AL ESOTERISMO
EL SACERDOTE EXSATANISTA JEAN-CHRISTOPHE THIBAUT
ADVIERTE SOBRE LA MAGIA Y LA BRUJERÍA, UN FENÓMENO QUE PARECÍA EXTINGUIDO Y DE
PELÍCULA, PERO QUE RESURGE EN OCCIDENTE.
Los finales de los años 60 y los 70 supusieron un nuevo auge de las
prácticas esotéricas. En aquellos años vio la luz la icónica película El exorcista, la marca lúdica Parker Brothers
(Monopoly, Cluedo) popularizó el uso de la Ouija como un juguete infantil y cobraban cierta popularidad en EEUU
las feministas de "acción directa"
W.I.T.C.H (acrónimo de Women’s International Conspiracy from Hell), que
presumían de ser violentas y ocultistas.
Hoy Jean-Christophe Thibaut es
sacerdote católico en Francia, pero en esa época era un muchacho que se sentía atraído por
el esoterismo. Explica que mientras sus padres se enfrentaban a la policía
en las barricadas parisinas de Mayo del 68, el joven Thibaut daba sus primeros
pasos en el ocultismo a través de lecturas, la radiestesia, la
metempsicosis y otras prácticas esotéricas. Durante 10 años se volcó en ese
mundo, hasta que una fuerte experiencia de conversión en 1979 lo llevó a la fe
católica y luego al sacerdocio.
LOS PELIGROS DE LA MAGIA Y EL ESOTERISMO
Con motivo de la publicación de su último libro, La Prison des Esprits,
Thibaut ha sido entrevistado por National Catholic Register
en torno al creciente interés en Occidente por lo oculto y lo esotérico.
Muchos jóvenes vuelven hoy, avisa, a sentirse fascinados por "las fuerzas y poderes", o empiezan a
tantear lo oculto en "ciertas prácticas de
Yoga" y Nueva Era.
El padre Thibaut experimentó una conversión
fulminante y pasó del satanismo luciferino al sacerdocio.
"Vi el gran peligro, incluso entre los jóvenes
cristianos, de la fascinación por la magia, que ciertamente puede
tener algo fascinante. Pero sabemos que esta no es el dominio de Dios,
sino un dominio que, por el contrario, aleja de Dios. A veces, con muy
buenas intenciones, buscando un sentido a la vida o al mundo de lo oculto, uno
acaba cayendo en una trampa tendida por el mundo invisible en sus formas más demoníacas",
relata.
UN MAL PRESENTE TRAS LOS MUROS DE LA FE
Thibaut observa que esa "fascinación" por el ocultismo no afecta
solo a "jóvenes cristianos", sino
que, "desafortunadamente", está muy presente en la Iglesia.
"Dado que la Iglesia está en el mundo, puede
ser influenciada. Tengo hermanos sacerdotes que usan el péndulo -como él mismo
hizo- y tratan de sanar mediante el magnetismo; les enfada mucho lo que
escribo, argumentando que Jesús curó por imposición de manos y confundiendo
entre la 'sanación magnética' y la actuación divina", relata.
En este sentido, no son pocos los astrólogos o
videntes que afirman tener fe, ser cristianos y usan imágenes de
santos o la Virgen. Según el sacerdote exocultista, se trata de una práctica
con un "gran peligro".
"Renunciamos a nuestra libertad interior. Lo
que distingue [ambas cosmovisiones], explica, "es que fuimos creados por
un Dios, que hay una diferencia entre el Creador y la creación, que no se
confunde. Estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, es decir, somos libres. Nuestras
opciones de vida definen nuestro propio futuro. Somos dueños de nuestra
propia vida, y somos nosotros quienes elegimos entre el bien y el mal, de ahí
el llamado de Jesús a la conversión".
Por eso, si en lugar de creer que Dios es todopoderoso salvo en lo que
respecta a nuestra libertad humana y se acepta "que
las cosas están escritas de antemano, estamos renunciando a una parte de
nuestro ser, aquello que nos acerca a Dios. Él, contrariamente al Diablo, nos muestra el
camino que conduce a la felicidad".
HACIA UNA NUEVA SOCIEDAD PAGANA Y PRECRISTIANA
Para Thibaut, la creciente práctica del ocultismo responde a un
diagnóstico que comparte con la filósofa Chantal Delsol, que
consiste en el regreso como sociedad "a los
pensamientos paganos que el cristianismo había superado. Asistimos a un viaje de regreso
al siglo IV",
explica, a unos sistemas de pensamiento "que
tienen su origen en la antigüedad" pero que han mutado.
"Ya no es esoterismo puro, sino mezclas,
sincretismo entre varios campos. Otro hecho destacable es la renovada
fascinación por la religión precristiana, que sería, de hecho, según sus
defensores, nuestra verdadera religión original", añade.
Un ejemplo de ello es la misma religión "wicca",
que pretende presentarse como una recuperación de la religión pagana
precristiana antigua (pero por lo general es, simplemente, una invención
imaginativa y postmoderna).
Como sacerdote, el sacerdote observa que "la Iglesia no es aún suficientemente consciente del problema", y aunque hay algunos signos de
esperanza, está convencido de que "aún hay que
impartir una gran formación para equipar a los cristianos [frente a estas
creencias]".
LA BRUJERÍA FEMINISTA, EN AUGE
Por último, destaca el "impresionante"
y "gran resurgimiento del interés por
la brujería y la magia" surgido desde hace algunos años,
"especialmente entre mujeres jóvenes".
"Se
mezcla el ecologismo y el feminismo con el animalismo y el
paganismo. Lo digo por el hecho de que a las brujas, de forma
muy mitificada, se la ve como las primeras mujeres feministas y ecologistas,
cercanas a la naturaleza y los animales que están llamadas a convertirse en las
abanderadas de esta nueva corriente espiritual", advierte.
Una corriente que el sacerdote considera preocupante por la integración
del esoterismo y el ocultismo con otros campos como las terapias alternativas,
el desarrollo personal o la búsqueda del bienestar.
Ejemplos de este auge son el Aquelarre Fest de México, donde cada año en Teotihuacán
(México) las brujas e interesados se reúnen en torno a "círculos
mágicos, lecturas de tarot y rituales" o las más de 650 brujas del
aquelarre de Manhattan The Wing
que presumen de lanzar hechizos a Donald Trump.
EL ABORTO, UN TRISTE NEXO DE UNIÓN ENTRE BRUJERÍA Y
FEMINISMO
También es el caso de las "inocentes"
y "simpáticas" brujas
feministas de comunidades online como Animosa, que difunden el bulo de "la persecución y la masacre que sufrieron las brujas durante siglos por el hecho de
ser mujeres" y que recuperan la brujería como "símbolo feminista
por su fuerza y su capacidad de desafiar todas las reglas".
"Las brujas y el feminismo han estado y
estarán siempre ligados", proclaman desde ese portal, especialmente por
"los conocimientos de aquellas sobre la fertilidad, el aborto
o la sexualidad".
Tras la fachada de reivindicaciones "por
la mujer", en realidad la brujería y el ocultismo esconden peligros
que dañan a hombres, mujeres y niños.
"No dejarán que te vayas"
El National Catholic Register citaba
el 14 de julio a un sacerdote que había sido exorcista diocesano durante 7
años. Lo primero que criticaba este sacerdote es que "lanzar hechizos es malicioso".
"Estás tratando de controlar algo. ¿Y cuáles
son los poderes a los que se recurre? No es el Padre, ni el Hijo ni el Espíritu
Santo. Todo lo que se invoque, estará contaminado", explica ba este
sacerdote.
El exorcista comenta la convocatoria The
Wing que en febrero coordinó a 120.000 personas en un supuesto
hechizo presidido por la bruja Gala Darling para tratar de evitar que el
aborto en EEUU sufriese restricciones ante la ya consumada revocación de
Roe v Wade. No parece que el hechizo funcionara.
La cuestión, explica este sacerdote, es que "su
hechizo sí ha funcionado, pero según el plan del Diablo, no el suyo".
Lo que Gala no sabe es que los hechizos logran lo que el Diablo espera: "Una relación de la que no es fácil escapar".
Lo que ocurre realmente es que "te estás
endeudando al invocar un poder que no es de Dios. Si pides un favor, estos espíritus no querrán
ayudarte a largo plazo y si crees
que lo harán, te estás engañando a ti mismo".
Por ello, advierte a las nuevas brujas: "Cada
vez que quieras romper con estas nuevas relaciones, tendrás que esforzarte. Una
vez que los poderes demoníacos están relacionados contigo, tendrás que pasar
por un gran nivel de batalla espiritual para ser liberado. No dejarán que te
vayas".
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