La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró recientemente la viruela del mono como “una emergencia de salud pública de importancia internacional”, tras registrar más de 16 mil casos en 75 países y territorios. ¿Cómo la enseñanza de la Iglesia Católica puede ayudar a combatir la enfermedad?
El 23 de julio, en conferencia de prensa, el director de la OMS, Tedros
Adhanom Ghebreyesus, dijo que el brote de viruela del mono está “concentrado entre los hombres que tienen relaciones
sexuales con hombres, especialmente los que tienen relaciones sexuales con
múltiples personas”.
“Ello significa que es un brote que se puede
interrumpir con las estrategias adecuadas en los grupos adecuados”, aseguró.
En nuevas declaraciones a la prensa, este 27 de julio, Tedros Adhanom
Ghebreyesus indicó que, como parte recomendaciones para los “hombres que tienen sexo con hombres”, es
aconsejable “por el momento, reducir su número de
parejas sexuales”.
Así, probablemente el permanente llamado de la Iglesia Católica a que
las personas, tengan o no atracción al mismo sexo, lleven vidas castas, puede
resultar de especial importancia ante emergencias sanitarias como esta.
“ABC”: LA IMPORTANCIA
DE LA ABSTINENCIA, LA FIDELIDAD Y LA CASTIDAD
En diálogo con ACI Prensa, el Dr. José María Simón Castellví, presidente
emérito de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas
(FIAMC), destacó que “la moral católica es exigente
pero se puede vivir más fácilmente si uno ha tenido un encuentro personal con
Dios, busca hacer su voluntad, quererlo y querer a las demás personas, y vivir
los sacramentos para obtener fuerza para ser castos”.
“El casado debe estar con su mujer. El no casado
debería abstenerse de tener relaciones sexuales o autoeróticas”, explicó.
El reconocido médico católico subrayó que “la
Iglesia siempre ha sido el mayor agente de salud pública, por su moral, por sus
hospitales, dispensarios, universidades, etc.”.
El Dr. Simón Castellví recordó el éxito de “la
estrategia ABC (abstinencia, ser fiel y castidad, por sus siglas en inglés) de
algunos países o grupos ha dado muy buenos resultados, tanto en el cuerpo, como
en la psique y el alma”.
“Se trata de abstenerse hasta el matrimonio, ser
fiel a un esposo o esposa y castidad”, precisó.
El médico católico advirtió que esta estrategia “muchas
veces es algo difícil de vivir, y yo diría que es imposible si uno no pone un
gran empeño y pide ayuda de lo alto”.
“Y ayuda mucho la actitud de servicio hacia los más
necesitados”, indicó, pues “cuando uno se entrega a fondo a una causa que vale la
pena es mucho más fácil vivir con exigencia”.
El Presidente Emérito de la FIAMC explicó que la declaración de “emergencia de salud pública de importancia
internacional” de la OMS “significa que hay que estar atentos a la enfermedad,
a su prevención, a su diagnóstico y a su tratamiento”.
“Hay que decir que los mayores de 50 años es mucho
menos probable que la contraigan ya que fueron vacunados contra la viruela,
dolencia que se dio por erradicada”.
“Sin embargo, quedaron muestras de virus en algunos
laboratorios. Y no se puede descartar que haya intereses militares implicados”,
advirtió.
PROMOSCUIDAD,
HOMOSEXUALIDAD Y VIRUELA DEL MONO: ¿HOMOFOBIA?
El Dr. Simón Castellví señaló que “el virus
de la viruela del simio se contagia especialmente (pero no exclusivamente) por
contacto cutáneo-mucoso. Así pues, es razonable evitar los contactos entre
posibles contagiados, especialmente en personas promiscuas. Para evitar esta
enfermedad y muchas otras”.
“Sobre el tema de la atracción por el mismo sexo
hay que decir que hay muchas dificultades, especialmente en Europa, para hablar
desde la postura antropológica del humanismo cristiano”, lamentó.
“No hay una verdadera libertad de expresión o de
cátedra en este tema”, continuó.
El experto católico advirtió que en Europa “dar
consejos en público o simplemente investigar sobre ello es una pesadilla tal
(mediática, legal, social) que muchos profesionales prefieren no hablar”.
“Hay tanta omertá que incluso es difícil encontrar
textos de sexología o psicología que puedan orientar a estas personas cuyas
conductas no son pro natura”, dijo.
“Sin embargo, los médicos debemos ayudar a las
personas que son adictas afectivas o adictas sexuales (al mismo o al otro
sexo). Debemos ayudar también a las personas que sufren depresión por causa de
sus contactos sexuales”.
El Dr. Simón Castellví lamentó que “muchas
personas con atracción por el mismo sexo sufren de egodistonía, no están bien
consigo mismos y no los podemos dejar sin atender”.
“Tampoco pastoralmente se pueden desatender estas
personas. Muchas desean vivir castamente y se les debe ayudar. No es correcto
darlos por perdidos y no desaconsejarles sus prácticas sexuales”, dijo.
Consultado sobre si estas indicaciones médicas y científicas significan “homofobia”, el Presidente Emérito de la FIAMC
recordó que “la Asociación Médica Católica de los
Estados Unidos publicó un documento sobre la atracción hacia el mismo sexo que
fue adoptada como documento propio por la FIAMC”.
En ese documento, titulado “Homosexualidad y
Esperanza”, dijo, “en la línea de la delicadeza y la profesionalidad, conforme
con el Catecismo de la Iglesia Católica, se dan consejos para que los médicos
puedan atender mejor a estas personas”.
“La Medicina siempre se ha fijado en lo que
llamamos ‘conductas de riesgo biológico’, y en este sentido no es discriminar
el hablar sinceramente, de médico a paciente, de las conductas de riesgo”.
“Ello vale también para los hombres mujeriegos, que
en España llamamos ‘donjuanes’”, precisó.
¿QUÉ ES LA VIRUELA DEL
MONO?
De acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de
Estados Unidos (CDC), la viruela del mono o del simio “es
una enfermedad rara causada por la infección con el virus de la viruela del
simio”, que “es parte de la misma familia de
virus que el virus de la viruela”.
“Los síntomas de la viruela del mono son similares
a los de la viruela, pero más leves, y la viruela del mono rara vez es mortal.
La viruela del mono no está relacionada con la varicela”, añade.
Entre sus síntomas, de acuerdo a los CDC, se encuentra la fiebre, el
dolor de cabeza, dolores musculares y dolor de espalda, escalofríos,
agotamiento, síntomas respiratorios y “un
sarpullido que puede parecerse a granos o ampollas que aparece en la cara, dentro
de la boca y en otras partes del cuerpo, como las manos, los pies, el pecho,
los genitales o el ano”.
¿QUÉ ENSEÑA LA IGLESIA
CATÓLICA SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD?
La enseñanza católica sobre la homosexualidad está resumida en tres
artículos del Catecismo de la Iglesia Católica: 2357,
2358 y 2359.
En estos artículos la Iglesia enseña que los homosexuales “deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza.
Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta”.
La homosexualidad como tendencia es “objetivamente
desordenada” y “constituye para la mayoría
de ellos (los homosexuales) una auténtica prueba”.
Apoyado en la Sagrada Escritura, la Tradición ha enseñado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente
desordenados”, “no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y
sexual”, y por tanto “no pueden recibir
aprobación en ningún caso”.
“Las personas homosexuales están llamadas a la
castidad” y “mediante
el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental,
pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana”.
POR DAVID RAMOS | ACI Prensa
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