«Hay de nuevo dos formas reconocidas de expresión del rito»
La web de la
Conferencia Episcopal Alemana ha dado publicidad a la opinión del liturgista
Martin Klöckener, profesor de la materia en la Universidad de Friburgo, que ha
manifestado su indignación por el hecho de que el papa Francisco haya decretado
que Traditiones Custodes no afecta a la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro.
(Katolisch/InfoCatólica) Martin Klöckener considera que
la liberación completa de la liturgia preconciliar para la FSSP por un decreto
del Papa Francisco es «completamente incomprensible».
Con
el decreto el Papa ha revisado su propia afirmación de que sólo existe una
forma de expresión del Rito Romano, la posterior a la reforma litúrgica, escribe Klöckener en un
artículo. «Simplemente, hay de nuevo dos formas
reconocidas de expresión del rito», dice el experto
litúrgico.
Klöckener se refirió a la
responsabilidad de la Congregación para el Culto Divino y la Congregación para
las Órdenes Religiosas en el control de las disposiciones del Motu Proprio. Él esperaba una nueva regulación para las comunidades tradicionalistas de
acuerdo con la «Traditionis Custodes». En otras palabras, esperaba que el Papa les
hubiera obligado a ir abandonando la Misa y el resto de sacramentos según el
rito previo a la reforma del Novus Ordo
«Esto habría
exigido una reorientación de la autocomprensión de la fraternidad petrina en el marco
de las restantes posibilidades litúrgicas. Por qué el Papa decide lo
contrario aquí sigue siendo un misterio para mí», asegura el liturgista, que ya
se había pronunciado en contra de un mayor desarrollo de la liturgia
tradicional en 2020 junto con más de 130 teólogos.
Sostiene que la
liturgia tradicional no se reconcilia con el Vaticano II
En el caso de la FSSP,
Klöckener sostiene que no se puede hablar con propiedad de la existencia de una
comunidad específia, como ocurre en muchas órdenes religiosas. No se trata de
textos y ritos especiales específicos o de peculiaridades en el calendario litúrgico
utilizado, sino de «la versión completa del rito
romano que fue sustituido por un concilio». Los ritos
preconciliares,asegura, son un «testimonio de alto
rango de la historia litúrgica». Sin embargo, sostiene están «en muchos casos vinculados a posiciones teológicas,
eclesiológicas, teológicas oficiales» que «ya
no pueden conciliarse con las decisiones del Concilio Vaticano II, los
documentos eclesiásticos posteriores y el conocimiento teológico actual».
La realidad es que, por más
que lo diga el liturgista alemán, el CVII no reformó la liturgia,
aunque abrió la puerta a su reforma. No
tiene sentido hablar de liturgia preconciliar cuando la única Misa que se
celebró durante el concilio era la tridentina. Y además, sostener la tesis
de que la Misa tridentina no puede conciliarse con las posturas teológicas
oficiales de dicho concilio, contradice expresamente la postura de Benedicto XVI sobre la necesidad de
una hermenéutica de la reforma en la continuidad.
Con el decreto
papal, no sólo se permite a la FSSP el misal en su forma de 1962 sin
restricciones, sino también el Rituale Romanum así como el Pontificale Romanum
y, por tanto, la celebración de todos los sacramentos y sacramentales según la
forma previa a la reforma litúrgica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario