El exorcista de la Arquidiócesis de Brasilia (Brasil), el P. Vanilson da Silva, de la orden redentorista, perdió el permiso para celebrar Misas y realizar sesiones de exorcismo.
En un comunicado dirigido a los fieles, el P. Silva denunció haber sido
suspendido sin ser escuchado. La suspensión entró en vigor el jueves 10 de
febrero.
“Los obispos se reunieron con mi superior
provincial y exigieron mi retiro inmediato. Me sentí violentamente irrespetado.
Yo, como objeto de las reuniones, nunca fui escuchado”, dijo.
La Arquidiócesis de Brasilia divulgó una nota oficial para indicar que “por justas razones, inició tratos preliminares con el
superior de la Congregación del Santísimo Redentor de Goiás, P. André Ricardo
de Melo, responsable del P. Vanilson Sousa Silva”.
Las gestiones “fueron iniciadas para
discernir mejor, tanto el bien de dicho sacerdote, como del Pueblo de Dios
asistido por él en nuestra querida Arquidiócesis de Brasilia”.
Firmada por la Oficina Episcopal, la nota del 15 de febrero solicita la “confianza y preocupación” de todos “para el discernimiento de la Iglesia”.
En la nota se afirma que próximamente otro sacerdote será designado
exorcista, “una referencia significativa para esta
pastoral específica”.
Nacido en Ilha do Marajó, en Pará, el P. Vanilson da Silva pasó por
Belém (estado de Pará) y Goiânia (estado de Goiás) antes de llegar al Distrito
Federal. Se trasladó a Brasilia a pedido de su congregación para continuar la
obra del P. Júlio Negrizollo, sacerdote redentorista.
Ni el P. Silva ni la Arquidiócesis quisieron hablar con ACI Digital
–agencia en portugués del Grupo ACI–. En sus comunicados, ninguno de los dos mencionó
las razones de la destitución del sacerdote.
Traducido y adaptado por Diego López
Marina. Publicado originalmente en ACI
Digital.
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