Esta es la historia de Rebeca Méndez, a quien llamaban ‘La Loca del Muelle de San Blas’, luego que 1971, en la Playa El Borrego en San Blas, Nayarit, perdió al amor de su vida, ‘Manuel’, quien se adentró en el mar y nunca más regresó.
Según
cuenta la historia, ese día la tormenta tropical Priscilla, en el Pacífico,
habría sido la causante de que 'un amor que fue la
gloria’ se perdiera, y Rebeca, siendo aún adolescente, quedara
trastornada, loca.
Cuenta que
su amado Manuel salió temprano a pescar junto con otros hombres 3 días antes de
su boda con Rebeca, y llegado el día de la boda, al verse abandonada, vistió el
ajuar de novia, caminó por la playa, y se quedó esperando a su novio por días.
Ella
tejía ropa para muñecas y otras curiosidades y las vendía en la plaza del
pueblo, donde vivía a pesar de no tener familia.
Dicen que
también se dedicaba a trabajar en un restaurante y en algunas casas.
Se dice
que al ser encontrada por su familia, Rebeca pasó por el cementerio de la
marinera, y al ver las cruces creyó que su novio estaba sepultado en una tumba,
pero le contaron que los que morían en el mar no tenían tumba, realidad que la
destrozó aún más.
Finalmente,
Rebeca falleció en septiembre del 2012 a los 63 años, sus cenizas fueron
esparcidas al mar desde el Muelle de San Blas, donde al fin se podrá
reencontrar con su amado Manuel.
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