Veamos por qué esos
NOes en los que se obstina nuestra Iglesia no deben avergonzarnos.
Por: Fray Nelson Medina, OP | Fuente: fraynelson.com
PREGUNTA:
Fray Nelson, soy un joven que trata de vivir su fe
y que a veces se siente confundido aunque no derribado. El otro día tuve una
conversación con dos amigas. Y la verdad sentí que no tenía muchas respuestas
aunque había otras cosas que sí podía decirles. El “disparo” que me apreció más
difícil de responder fue lo que dijo una de ellas, más o menos hablando de
memoria lo repito yo así: “¿Por qué la Iglesia siempre es diciendo que NO a
todo? No a los gays, no al aborto, no a la eutanasia, no a la fecundación in
vitro… ¿Cómo quieren llegar a nosotros los jóvenes con esa cantidad de negativismo?”
Usted, ¿qué diría, fray? — G.B.M.
RESPUESTA:
Tal vez lo primero que hay que decir es que la mayor parte de la gente,
y especialmente de la gente joven, depende de los grandes medios de
comunicación para informarse. Eso significa que su opinión sobre la Iglesia no
proviene de la liturgia ni de la predicación ni de las grandes y buenas obras
sino de lo que salga en las noticias de la televisión, en las películas de
Netflix o en las redes sociales. Y sucede que todas estas fuentes tienen
elementos en común que hacen muy difícil lograr una visión equilibrada y
completa sobre lo que es, enseña y hace la Iglesia.
Un ejemplo. En esta ciudad hay un hogar de ancianos desamparados que es
sostenido y dirigido desde hace muchos años por unas religiosas. Todos los
días, absolutamente todos los días, están llenos de obras de caridad hacia esas
personas mayores. Muestras de ternura, paciencia, cuidado y generosidad suceden
todos los días, por parte de esas religiosas y de sus colaboradores. Cada una
de esas obras buenas es un SÍ gigantesco. es
un SÍ a la vida, a la compasión, al amor en
su más pura expresión. ¿Se puede esperar que algo
así salga, siquiera con una mínima frecuencia en las redes sociales? No
saldrá. En cambio, un escándalo de un sacerdote da material para muchas semanas
de fotos, reportajes, protestas y por supuesto… #hashtags.
Pero el corazón de la respuesta a tu pregunta es todavía más profundo.
Detrás de lo que parece un NO muchas veces
lo que hay es un inmenso SÍ. Se nota bien en
el caso del aborto. Lo que parece un NO a la
mujer que está siendo presionada para que aborte, o que quiere por sí misma
abortar, es un SÍ gigantesco a la vida del que va a nacer. Por el contrario
darle un SÍ fácil a la que va a abortar es pronunciar un NO que es sentencia de muerte para el bebé.
De modo que esos NOes en los que se
obstina nuestra Iglesia no deben avergonzarnos. Es nuestra tarea ver cuántos SÍes están detrás de cada uno de esos NO. Decirle NO
al sexo irresponsable y adúltero es decirle SÍ
a la estabilidad y felicidad de la familia. Decirle NO
a la eutanasia es decirle SÍ a la
generosidad que debemos tener como sociedad y decirle SÍ al sentido y propósito
que todo ha de tener en nuestra vida humana. Y así sucesivamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario