«Aprende a manejar la Biblia, un librito
para empezar», de Óscar García Aguado.
Una mujer lee la Biblia... puede integrarse en la
rutina diaria de oración, es una forma de escuchar a Dios y conocer su voluntad.
Óscar
García Aguado es un sacerdote diocesano de Madrid ordenado en el año 2000 y
arcipreste en el distrito de Las Águilas-Cuatro Vientos en la capital española.
Tiene experiencia en un campo muy necesario: acercar la Biblia a los católicos de a pie mediante la creación de
escuelas y cursos bíblicos parroquiales.
Su
experiencia es que los feligreses se llenan de alegría al ir conociendo más y
mejor la Biblia e incorporándola a su vida de fe y oración. Ahora, la editorial
Ciudad Nueva ha publicado un librito de 130 páginas con el tema Aprende a manejar la Biblia para introducir a los fieles en la lectura y
oración específicamente con el Nuevo Testamento. Es un librito idóneo para que
las parroquias lo entreguen a los miembros de grupos de iniciación bíblica y lo
trabajen juntos: vale sólo 6 euros.
El libro
señala 7 claves para interpretar la
Biblia dentro de la tradición católica, que es la tradición que
seleccionó los textos del Nuevo Testamento, les dio forma y los recopiló, y
también la que estableció con la
autoridad entregada por Jesús a sus apóstoles cómo leer y entender los
textos del Antiguo Testamento.
CLAVE
1: LA BIBLIA ES UN CONJUNTO DE LIBROS INSPIRADOS
La Biblia
no es un mero dictado divino a un solo autor. Es una composición literaria
hecha por hombres pero donde se revela lo divino. Aunque exprese pensamientos y
pasiones humanas, aunque aparezcan asesinatos y relate venganzas, tiene la virtualidad
de trascender lo humano. [...] No es un libro entre otros, es un libro inspirado, es decir, Dios está
presente y el autor principal, el cual se ha servido de autores humanos
para revelarse. "Obrando Dios en ellos y por
ellos como verdaderos autores pusieron
por escrito todo y solo lo que Dios quería", dice Dei Verbum, el documento eclesial sobre la
Biblia, en su capítulo 11. Y el Catecismo dice: "Por
causa de su inspiración divina, los
libros bíblicos comunican la verdad". Esto es así incluso si
a veces el proceso de creación de un texto ha necesitado décadas o siglos.
CLAVE
2: HAY QUE HACER UNA LECTURA CREYENTE DE LA BIBLIA
Uno puede
acercarse a la Biblia como lingüista o psicólogo, y no está mal. Pero para que
la fe crezca con la Biblia, hay que leerla con una lectura creyente. "Dios sale amorosamente al encuentro de sus hijos
para hablar con ellos", dice Dei
Verbum. La Biblia fue escrita para avivar la fe de los fieles,
conocer el rostro de Dios y seguir su voluntad. Eso sí, se necesita una "verdadera
comprensión", "no sea que hagamos decir a Dios lo que nosotros
queremos escuchar o lo que no es su
voluntad". Una interpretación auténtica "tanto
personal como comunitaria, ha de concordar siempre armónicamente con la fe de
la Iglesia católica".
CLAVE
3: LA BIBLIA NO AGOTA LA REVELACIÓN DE DIOS
La
Iglesia Católica enseña que Dios ha querido "revelarse
a sí mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad". Dios puede
hablar hoy a cada hombre en su Palabra. Pero "la
Palabra revelada al creyente debe estar
en sintonía con la Tradición oral de la Iglesia y el testimonio escrito
de su Escritura".
CLAVE
4: LA PALABRA DE DIOS NO ES SÓLO LA BIBLIA
"Nosotros sabemos que la Palabra de Dios no sólo está en la Biblia,
sino que palpita en su Magisterio", no solo
en el texto bíblico escrito sino en lo que vive la Iglesia. La Iglesia es anterior a la Biblia, es la
Iglesia la que decidió que tal libro era bíblico y tal otro no lo era. "La Biblia
ha sido escrita por el Pueblo de Dios y para el Pueblo de Dios bajo la
inspiración del Espíritu Santo", explica la exhortación Verbum Domini.
Una
comparación: "¿quién
puede interpretar adecuadamente una foto que tengas en casa? Aquellos de tu
familia que participaron en esa foto o que
te la explicaron directamente. Después, a quienes se lo pudiste contar y
mantengan esa tradición de boca en boca".
CLAVE
5: LA BIBLIA ES EL TESTIMONIO ESCRITO E INSPIRADO DEL ACONTECIMIENTO SALVADOR
DE DIOS EN LA HISTORIA
Los
autores del Antiguo Testamento, inspirados por Dios, cuentan historias con un tema que se repite: que Dios ama y salva a
su pueblo. Y lo mismo en el Nuevo Testamento. "Es
la mayor historia de amor de todos los tiempos, del amor infinito de Dios por
Israel, por la Iglesia y por cada uno de nosotros". La Biblia es
historia de salvación y de liberación:
lo que pasó al pueblo de Israel, nos pasa a nosotros. "Todas
estas palabras han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el hijo de Dios, y creyendo tengáis vida en su
nombre", dice el Evangelio de Juan.
CLAVE
6: LA BIBLIA FORMA UNA UNIDAD
El Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento
van unidos y buscan lo mismo, contar la misma historia de amor y
salvación. Jesús no refuta ni niega al Dios del Antiguo Testamento: le reza con
intimidad y cercanía inusitada, le llama Abba (papá) y dice "Yo y el Padre somos uno". El Antiguo
Testamento está lleno de expresiones de misericordia y ternura de Dios (hay
muchas en el profeta Oseas, por ejemplo) y el pueblo responde con el salmo 106:
"Dad gracias al Señor porque es bueno, porque
es eterno su amor". San Lucas insiste en que San Juan Bautista, en
el Nuevo Testamento, es la encarnación del poder espiritual del profeta Elías,
del Antiguo Testamento. Ambas partes de
la Biblia están enlazadas.
CLAVE
7: HAY QUE LEER EL ANTIGUO TESTAMENTO DESDE JESUCRISTO
Jesús
era, como explica Juan Pablo II en un discurso a biblistas de 1997, "un
auténtico hijo de Israel profundamente arraigado en la larga historia de su
pueblo. Cuando comenzó a predicar y enseñar, empleó abundantemente el tesoro de
las Escrituras, enriqueciendo ese tesoro con nuevas inspiraciones e iniciativas
inesperadas. Estas no pretendían abolir la antigua revelación sino llevarla a
su perfecto cumplimiento". "Para ser
significativa, la Encarnación necesitó arraigarse en siglos de preparación. Si
no fuera así, Cristo habría sido como un meteorito caído accidentalmente a la
tierra y privado de conexión con la historia de los hombres".
O, en
palabras de un biblista: "Es imposible ir a la universidad de Jesús sin
pasar por la escuela del Antiguo Testamento".
Pero
también hay que entender que la clave para entender bien el Antiguo Testamento
es hacerlo desde Jesús. "[Jesús]
comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se
refería a él en todas las Escrituras", nos
dice el texto del Resucitado con los discípulos de Emaús. Así pues, no podemos tomar las afirmaciones del Antiguo
Testamento como un absoluto: se deben estudiar bien en su contexto histórico y
teológico, y siempre entenderlas a la
luz de la persona y enseñanzas de Jesús el Cristo".
Acercarse
a la Biblia con estas claves ayudará al cristiano. El padre García Aguado
explica lo que ha visto al ir creando escuelas de Biblia en parroquias. "Las almas
se ensanchaban, las personas se sentían reconfortadas y alentadas en su
esperanza y se respiraba una atmósfera de comunión profunda. Cuando
vamos leyendo más y más la Escritura en el seno de la Tradición de la Iglesia,
vamos reconociendo a Dios en nuestra vida. Como decía San Jerónimo: 'desconocer
la Escritura es desconocer a Cristo'. Y quien
conoce a Cristo, se enamora de Él".
No hay comentarios:
Publicar un comentario