Existe un plan orquestado
contra el catolicismo, que en occidente adquiere un formato sutil a través de
cada vez más restricciones para profesar la fe y su moral, y que en el caso de
los regímenes islámicos adquiere el formato de represión física.
Pero hay una base común en
ambos casos. La justificación de las nuevas medidas está basada en la autoridad
de quienes manejan las leyes, o sea del liderazgo político, cultural y
económico de la sociedad, que en el caso de occidente quiere hacer un cambio
moral alejándose del orden natural.
UN CUERPO EXTRAÑO A EXPULSAR
La Pasión de Cristo del Viernes Santo aún la
tenemos presente, cuando recibimos todos los días noticias terribles de las masacres de católicos en oriente medio y otros
lugares básicamente por parte de islamistas – que ya no podemos seguir
noticiosamente por su gran cantidad.
Y también cuando vemos que occidente secular mira para otro lado en lugar de actuar ante tal masacre,
y además, cuando en Estados Unidos vemos que el lobby homosexual y sus aliados en los medios de comunicación, los
políticos y las empresas políticamente correctas les dan una tremenda ‘paliza’
a quien quiere reafirmar la libertad religiosa, ante los nuevos derechos
de los homosexuales como población especialmente protegida.
El
número total de víctimas cristianas va en aumento e implica todas
las denominaciones que hacen referencia al Evangelio.
Los
verdugos no son sólo los islamistas, sino también la comunidad rosa occidental presentada como
suave, pacífica y fraterna. Y esto último es especialmente preocupante para los
católicos que viven en occidente porque muchos han optado por amoldarse a sus
demandas.
El
cristianismo se ha transformado en un cuerpo extraño a expulsar y si es
necesario, ser aplastado por la violencia física o jurídica.
¿Pero por qué tal agresividad hacia los católicos? Debido a su
cristianismo es visto como el más ajeno
a las moralidades que quieren implantar, como inasimilable (a diferencia de ciertas sectas del protestantismo
listas para cualquier concesión), y como dependiente de una autoridad considerada como un enemigo: la Iglesia de
Roma y la red de los obispos que depende directamente de ella.
La persecución
de los cristianos en occidente es tan preocupante como la efectuada en
el mundo musulmán, no sólo porque actuamos y vimos en occidente, sino porque es
la más sutil y más difícil de apreciar por parte de muchos hermanos católicos,
y muchos de ellos por ser latinoamericanos no llegan a visualizar la escalada
de represión contra todo lo cristiano, que por ser gradual se nota menos.
LA EXPRESIÓN DE LA VOLUNTAD
DEL PODER EN LOS SISTEMAS JURÍDICOS
La
oposición al catolicismo en el Occidente moderno es llevada a casi todo el
mundo a través de la presión de los sistemas jurídicos. No se trata que
de que como católicos tengamos miedo de caminar por la calle, o pasar por un
vecindario anticatólico, o negársenos el servicio por varias empresas, o de
tener a nuestros hijos intimidados en la escuela, o del acoso de la policía.
No, lo que está sucediendo son crecientes restricciones al ejercicio de
nuestros deberes cristianos por leyes y reglamentos burocráticos, administrados
por personas que de otro modo no se preocuparían mucho acerca de nuestra
identidad religiosa.
Este
es el resultado de una visión utópica del futuro implementado en los más altos
niveles del orden social. No es la persecución cruel e irracional de los que
simplemente se han planteado, en sus enclaves y barrios locales, odiar a los
católicos. Es más bien un proceso
cuidadosamente orquestado de mejora cívica.
El
prejuicio anti-católico de hoy lleva un manto de racionalidad absoluta y de
cortesía.
Lo que se hace es retratado como necesario por la más noble de las razones,
para servir a una visión exaltada del bien humano. Se trata de un engaño que
incluso sus defensores probablemente no lo entiendan
Considera cuan variados son los puntos de presión que
han sido atacados exactamente de esta manera. Existe la presión pública progresista para agencias de servicios sociales
católicos para ajustarse a los valores de nuestras élites seculares. Existe la
creciente imposibilidad de que funcionen organizaciones católicas como parte de
la vida estudiantil en los campus universitarios.
Hay
batallas sobre la libertad de conciencia en una gama cada vez más amplia de profesiones,
empezando por los médicos, enfermeras y farmacéuticos y que se extiende ahora a
cualquiera que pueda ofrecer servicios a las parejas del mismo sexo. Hay
batallas en escalada sobre la libertad religiosa. Existe el mandato de HHS en
los Estados Unidos y normas similares en otras naciones occidentales que obligan incluso a particulares a participar
activamente en acciones profundamente inmorales.
Mientras tanto, en otra parte del mundo, está la presión incesante contra la vida católica
impuesta por las leyes teocráticas de los estados islámicos, llamada ley
de la Sharia.
Esta
forma alternativa de coacción está en el proceso de entrar en Occidente a
través de Europa, donde la presencia de un alto porcentaje de
inmigrantes islámicos plantea la cuestión de sistemas jurídicos alternativos
para las diferentes comunidades y regiones.
Casi en ninguna parte podremos
encontrar por más tiempo un sistema jurídico que no sea esencialmente hostil al
catolicismo, con su propia fuente trascendente de conocimiento moral.
UN PARALELO SORPRENDENTE
Curiosamente, en su discurso de Ratisbona en 2006, el Papa Benedicto XVI trazó un paralelismo
entre los hábitos de pensamiento que subyacen a la ley islámica y los que se
encuentran en la base de la legislación europea contemporánea (u occidental).
Benedicto
vio que ni en el Islam ni en el Occidente contemporáneo ya se asigna a la razón
el papel de la identificación de los principios morales naturales que pueden
permitir a las personas de diferentes creencias y culturas compartir un bien
común y un sistema de gobierno común.
El
Islam cree Ley Sharia abarca toda la vida y tiene sus raíces únicamente en la
voluntad de Dios, sin considerar cualquiera característica racional
de consistencia o equidad.
Del mismo modo, la vieja tradición de la ley natural de occidente – en el que la
consistencia racional y equidad eran tal vez la forma más importante – ha dado
paso a los componentes de la voluntad humana para rehacer la realidad de
acuerdo a lo que le sucede y es deseado por aquellos que tienen poder político,
social y cultural.
Uno
de los mayores regalos cristianos en el mundo ha sido la distinción entre dos tipos de fuentes
de la ley que surgen sin ninguna posible contradicción de la misma fuente
divina y profundamente racional.
Por un lado, está la ley
natural, que es accesible a la razón humana y que se abre en la comunidad
humana en un terreno común de la moralidad como la base para el florecimiento
humano en el orden social. Por otro lado, está el derivado de la Revelación,
igualmente racional pero que contiene misterios que son accesibles sólo por la
fe.
Aunque
de ninguna manera en conflicto con la ley natural – y de hecho, presuponiéndola
en el orden creado – , esta Revelación capacita al creyente a subir a una mayor
perfección a través de la gracia, en una relación directa con Dios mismo,
expresada en el servicio voluntario a los demás.
El
efecto de esta dual pero mutuamente coherente concepción del derecho abría un vasto
espacio en el mundo para los hombres y mujeres de diferentes creencias y
procedencias para formar sociedades armoniosas sin violar ninguna reclamación
que la conciencia razonablemente podía anticipar.
Este
espacio existió sólo en una forma muy rudimentaria y de vez en cuando en el
mundo antiguo,
donde el Estado tendía a ser adorado como la fuente última de la verdad. La
creación y el mantenimiento de este espacio – aunque sin duda marcada por los
esfuerzos imperfectos de los seres humanos para construir sociedades
fructíferas – era un signo de la civilización cristiana.
Por
desgracia, es una marca que tanto la modernidad secular y el Islam se niegan a
reconocer, porque sus sistemas jurídicos no son racionales sino voluntaristas,
es decir, ideados e impuestos por la pura fuerza de voluntad.
LAS DIFICULTADES DE NAVEGACIÓN
Esto no quiere decir que no se utilicen racionalizaciones para justificar lo que es
voluntad (supuestamente por Allah en el Islam, supuestamente por “el
Estado” en el Occidente moderno).
Pero
es evidente que no hay esfuerzos serios para labrar un espacio para principios
legítimos del bien común accesible a la razón humana. En ambos casos, sólo hay
utopía forzada.
Es muy difícil para los católicos navegar en un
paisaje tan legal. De hecho, un paisaje así no tiene espacio para la comprensión de la realidad que tenga su origen
más allá de la potestad reglamentaria del mufti o del burócrata.
Comprender
la naturaleza de este problema y cómo se manifiesta en la mayoría de los
conflictos contemporáneos con el catolicismo es cada vez más importante e
incluso necesario.
TRES PRINCIPIOS CENTRALES
Para analizar la cuestión central con más claridad,
hay que recalcar tres principios importantes que podrían ser utilizados para guiar nuestro pensamiento y nuestra
respuesta a las presiones anti-católicas características de nuestro tiempo.
En primer lugar, los puntos prácticos de enfrentamiento
serio y de conflicto son ahora sobre todo creaciones de la ley.
En segundo lugar, cuando se trata de la ley, el
problema principal no es un ataque a la fe, sino un ataque a la razón –
la presunción de que la ley deriva su autoridad de la voluntad específica de
aquellos en el poder, y no está limitado por principios claros y consistentes
naturales o sobrenaturales.
En tercer lugar, y precisamente porque le falta la consistencia racional, implicará una gran creatividad navegar en
este panorama legal cada vez más represivo.
Además hay que subrayar una verdad aún más
profunda: la voluntad oscurece al intelecto
al ordenar que cese sus exploraciones independientes con el fin de servir a los
deseos de la voluntad.
Esto no es algo que podamos esperar contrarrestar
de forma natural, sino que es, de hecho, el mecanismo que utiliza la naturaleza
humana para rechazar la cooperación con la gracia. Sin embargo,
paradójicamente, la pérdida pandémica
del reconocimiento de la razón, e incluso de la propia naturaleza, deben ser
corregidos por la gracia. Y así, en medio de un creciente sufrimiento y
sacrificio para los católicos, no son
sólo argumentos y creatividad lo que necesitamos, sino la oración.
CAMBIOS DE UNA VELOCIDAD
EXTREMA
En
el año 2012 el cardenal Francis George dijo,
“Espero
morir en la cama [lo que la final
sucedió en el 2015], pero mi sucesor va a morir en la cárcel y su sucesor va
a morir como mártir en la plaza pública.”
Y
esa ruta está siguiendo la sociedad norteamericana ante la
incredulidad de los latinoamericanos.
Una
persona que no siga las noticias probablemente pensará que exageramos, de la misma
forma que algunos de nuestros lectores pensaron – y si siguen siéndolo tal vez
aún lo piensen – que nuestra denuncia de que el activismo gay iba a terminar
con la libertad religiosa era un delirio.
Pero señores y señoras está sucediendo lo que
dijimos, y con una velocidad difícil de comprender. Pero sus consecuencias
serán aún más aterradoras si no asimilamos que la prédica del cristianismo está siendo cada vez más violentamente
reprimida en occidente. Hablamos de violencia no como un eufemismo sino en un
sentido real.
No lo dudes, esta violencia se
extenderá rápidamente por Latinoamérica, de la misma forma que se ha extendido
de manera fulminante el lenguaje políticamente correcto.
Haz
memoria. Hace 10 años alguien podía pararse frente a un micrófono, en el
marco de una charla casual, y decir que la homosexualidad era un acto
desordenado y que el verdadero matrimonio es entre un hombre y una mujer.
Ahora yo les pregunto ¿en qué lugar de Latinoamérica alguien puede decir, en un medio de
comunicación, que un matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer, sin ser
defenestrado públicamente y perder sus fuentes de ingreso?
LO QUE HA DESATADO ESTA
ESCALADA EN EEUU
En algunos estados, políticos cristianos
conservadores está tratando de aprobar leyes
de defensa de libertad religiosa ante la andanada de ataques que los cristianos
están recibiendo por defender la posición evangélica sobre el matrimonio.
Lo
que es preocupante es la virulencia emocional. Si has estado siguiendo los medios de
comunicación en los últimos días, has podido leer que por ejemplo un economista
del Departamento de Trabajo de EE.UU. ha dicho que los defensores de la libertad religiosa son “nazis“.
Tomate
un momento para reflexionar sobre esa afirmación, porque no es trivial ni fruto de un momento de
excitación.
Este
es el tono de la campaña de los activistas homosexuales y sus aliados
contra los que promueven leyes que aseguren la libertad religiosa.
En su lenguaje público, los
cristianos que hacen eso son “fanáticos“, “neandertales” y “enemigos“,
cuyos puntos de vista deben ser ritualmente rechazados por cualquier persona
que tenga la esperanza de mantener su trabajo en Estados Unidos de hoy –
incluso en una escuela secundaria católica.
¿A DONDE NO LLEVA ESTO?
¿Dónde terminará todo esto? ¿Hay un punto de parada
lógica para esta agresión, donde se deje en paz a los cristianos?
La
historia enseña que el vilipendio masivo rara vez se detiene antes de derramar
sangre.
Los
jacobinos franceses que pasaron los años 1780 difamando al clero en
panfletos ‘pornográficos’ continuaron en la década de 1790 matando cristianos
por cientos de miles.
Los
turcos abrieron el
camino matando a un millón de cristianos armenios con una
ola de propaganda anticristiana.
Los
bolcheviques
siguieron su “cruzada anti-Dios”
de la década de 1920 con campamentos de hambre y pelotones de fusilamiento.
Los
gobiernos comunistas de Europa del Este obedecieron el mismo guion, como nos muestran los
documentos de Anne Applebaum en su estudio aleccionador La Cortina de
Hierro.
El
gobierno hutu de Ruanda preparó su asalto a los otrora poderosos tutsis
con una campaña incesantemente describiéndolos como “cucarachas” en programas
de radio, lo que desencadenó un genocidio.
Si los medios de comunicación, la ley y las
instituciones de elite logran equiparar la moral sexual cristiana con el
racismo blanco, ¿cuánto tiempo pasará
antes de que católicos, protestantes, ortodoxos (y muchas minorías religiosas)
sean clasificados como miembros de “sectas extremistas” que deben ser
prohibidas y reprimidas?
¿Y COMO SERÁ EL PROCESO?
Es
impresionante lo rápido que las demandas de los activistas gays pasaron de ser
libertarias (“No nos arresten por sodomía”) a totalitarias (“Participa
en nuestras bodas o destruiremos tus medios de subsistencia”).
Si este grupo de poder tiene éxito, y rompe la paz
civil en EE.UU. y la armonía social, obligará
a millones de estadounidenses a elegir entre la iglesia y el estado.
Porque las leyes o las políticas del
gobierno tratarán a los cristianos, a los colegios cristianos como ciudadanos
de tercera clase, haciéndonos virtuales dhimmis, como los cristianos
coptos en Egipto.
Vamos
en camino de esto; reitero, no es una exageración.
Ya
están logrando que muchos cristianos que afirmaban el Evangelio en su
integridad – en lugar de la versión castrada que ahora está barriendo las
denominaciones – engrosen las filas de los perseguidores.
Los
episcopalianos y presbiterianos ahora están bendiciendo los matrimonios del
mismo sexo; “las
universidades católicas” como Marquette,
despiden profesores por defender el Catecismo Católico sobre este tema, y
obispos como Paul Bootkowski de Metuchen, Nueva Jersey, apoyan un colegio
católico que suspendió un
profesor católico por sus comentarios críticos en Facebook del
activismo gay.
Y
esto que pasa en EE.UU. ya lo vimos en el Sínodo de la Familia en la Iglesia
Católica,
donde se notó una fuerte presión para
aceptar la ‘gracia’ de los homosexuales dentro de la Iglesia, subido en
ancas de los movimientos de cristianos
gays, que cada vez crecen más en
su influencia en los medios de comunicación católicos, porque tienen suficiente dinero como para
influenciar a los medios católicos, que siempre están en la cuerda floja
porque los católicos no tienen la costumbre de apoyar financieramente a sus
medios.
EL ARZOBISPO CHAPUT DE EE.UU.
DICE QUE ESTO SE ACELERARÁ
La
razón por la que se acelerará es que, como dijo el Arzobispo Chaput, la gente
“usa palabras como justicia, derechos, libertad y dignidad sin ningún sentido común y
compartido a su contenido”.
Como resultado,
“nuestros
debates más importantes se reducen a cómo se puede hacer uso las mejores
palabras para conseguir poder”.
“La
actual Casa Blanca puede ser la menos agradable a las preocupaciones religiosas
en toda nuestra historia”, declaró el
arzobispo Charles Chaput, OFM Cap, en un discurso en
Seminario San Carlos Borromeo en Wynnewood.
“Vamos a ver más de lo mismo
en el futuro. Más presión a favor de cosas como reclamación de derechos a la
anticoncepción y el aborto, a los homosexuales, y en contra del testimonio
religioso público”.
“Ya veremos en los tribunales las llamadas leyes
anti-discriminación. Vamos a ver en las políticas la imposición de leyes que convierten a las escuelas públicas en centros de
adoctrinamiento en materia de sexualidad humana; centros que enseñan que no hay
verdad permanente involucrada en palabras como ‘hombre’ y ‘mujer'”.
“Vamos a
ver restricciones a la financiación pública, la revocación de las exenciones de
impuestos y la expansión de las regulaciones del gobierno a los cristianos”
afirmó el arzobispo. Nos olvidamos fácilmente que todo buen servicio que el
gobierno ofrece viene con un crecimiento en su poder regulador. Y que el poder
puede ser usado de maneras que nadie imaginaba en el pasado”.
Al hablar a los seminaristas de su diócesis, el
arzobispo Chaput dijo que nos estamos
mintiendo a nosotros mismos si creemos que podemos mantener nuestras libertades
sin reverenciar la visión bíblica de quién y qué es el hombre.
“La
dignidad humana tiene una sola fuente. Y sólo una garantía. Estamos
hechos a imagen y semejanza de Dios. Y si no hay Dios, entonces la dignidad
humana son sólo palabras elegantes”.
Y finalmente expresó lacónicamente una advertencia
“Tenemos que recordar dos hechos simples. En la práctica, ninguna ley y ninguna
constitución puede proteger la libertad religiosa a menos que la gente
realmente crea y viva su fe – no sólo en casa o en la iglesia -, sino en su
vida pública. Pero también es cierto que nadie puede finalmente tener
nuestra libertad a menos que la tiremos a la basura”.
Vamos
rumbo a que se cumpla la profecía que el cardenal George imaginó,
hablando de un futuro obispo que un día no lejano morirá mártir.
Pero George también predijo que,
“Su sucesor recogerá los
fragmentos de una sociedad en ruinas y poco a poco ayudará a reconstruir la civilización,
como la iglesia ha hecho tantas veces en la historia humana”.
Si
estamos a favor del juicio de eternidad, entonces la historia está de nuestro
lado.
Fuentes:
- https://www.lifesitenews.com/opinion/religious-freedom-the-new-un-american-activity?utm_source=LifeSiteNews.com+Daily+Newsletter&utm_campaign=4ad7d23346-LifeSiteNews_com_Intl_Headlines_06_19_2013&utm_medium=email&utm_term=0_0caba610ac-4ad7d23346-397450001
- https://www.lifesitenews.com/news/archbishop-chaput-obamas-white-house-may-be-the-least-friendly-to-religious
- http://feeds.newadvent.org/~r/bestoftheweb/~3/B91hLXbJlF0/
- http://www.catholicnewworld.com/cnwonline/2012/1021/cardinal.aspx
- http://therightscoop.com/economist-at-dept-of-labor-deletes-tweet-calling-christians-nazis-over-indiana-law/
- http://www.newoxfordreview.org/reviews.jsp?did=0504-gardiner
- http://en.wikipedia.org/wiki/Armenian_Genocide#Prelude_to_the_Genocide
- http://www.conservapedia.com/Militant_atheism
- http://www.anneapplebaum.com/iron-curtain-the-crushing-of-eastern-europe-1944-1956/
- http://www.ppu.org.uk/genocide/g_rwanda4.html
- https://stream.org/ex-catholic-universities-not-nineveh-sodom/
- http://www.crisismagazine.com/2015/keeping-students-safe-catholic-teachings-marquette-university
- http://forosdelavirgen.org/90988/high-school-eeuu-fe-150327/
- http://archphila.org/archbishop-chaput/statements/statements.php
- http://www.thepublicdiscourse.com/2015/04/14733/
Foros de la Virgen María
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