- Id por todo el mundo y anunciad a todos la buena noticia. El que crea
y sea bautizado, será salvo; pero el que no crea será condenado. Y estas
señales acompañarán a los que creen: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán
nuevas lenguas; cogerán serpientes con las manos; si beben algún veneno, no les
dañará; pondrán las manos sobre los enfermos, y los sanarán.
Después
de hablarles, el Señor Jesús fue elevado al cielo y se sentó a la derecha de
Dios. Los discípulos salieron por todas partes a anunciar el mensaje, y el
Señor los ayudaba, y confirmaba el mensaje acompañándolo con señales
milagrosas."
Al ser hoy la festividad de San
Marcos, comentamos su evangelio y no el del lunes de la 5ª semana de Pascua.
Jesús nos envía a todos sus
seguidores a anunciar la Buena Nueva. Somos responsables de la fe de los demás.
La fe no es una posesión particular y privada, si no que se debe compartir y
vivir en comunidad.
La fe ha de ser universal.
Debemos hablar "nuevas lenguas", adaptarnos a las diferentes
culturas. La fe no nos libra del mal, de "serpientes" y
"venenos", pero nos ayuda a hacerle frente y vencerlo.
La señal clara de que estamos en
el buen camino de la fe, es que "sanamos" a los demás, los hacemos
mejores, les quitamos el mal.
Marcos no nos relata la Ascensión
gráficamente. Simplemente nos dice que Jesús es elevado al cielo junto al
Padre. Los discípulos ya no tienen miedo y salen por todas partes a anunciar el
evangelio. Eso debemos hacer todos los que nos llamamos seguidores de Jesús.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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