RADIO MARÍA ENTREVISTÓ A LA HERMANA ÁNGELA FÁTIMA DE COELHO, QUE TAMBIÉN ES MÉDICO
La hermana Ángela de Fátima Coelho anima a pedir
cosas por intercesión de Sor Lucia, que ya es Venerable, para que sea
beatificada.
La semana pasada, Paloma Niño entrevistó en Radio
María a la hermana Ángela de Fátima
Coelho, médico, religiosa de la
congregación Alianza de Santa María y postuladora de
las causas de canonización de los pastorcitos de Fátima, donde vive.
Francisco y Jacinta Marto fueron
canonizados por Francisco el 13 de mayo de 2017. La hermana Ángela
puso al día a los oyentes sobre la situación del proceso de Sor Lucia dos Santos (1907-2005), que ha tenido "un recorrido lento, como el de todas las causas de
personas que tienen una vocación especial".
La fase diocesana terminó en 2017
y se envió a Roma. Suma 16.000 páginas que en 2018 se sintetizaron en la Positio (resumen biográfico y
presentación de sus virtudes y de su espiritualidad), presentada al Dicasterio
para las Causas de los Santos. El 22 de junio de 2023, el Papa autorizó la
publicación del decreto de virtudes heroicas, por lo cual Lucia dos Santos es ahora Venerable. Cuando haya un milagro
obtenido por su intercesión podrá ser beatificada: "Mi
trabajo ahora es invitar a toda la gente a que rece por este milagro a
través de Sor Lucia", señaló la postuladora.
VÍNCULO,
NO SOLO CRONOLÓGICO, DE SOR LUCIA CON ESPAÑA
La hermana Ángela explicó la
profunda vinculación de Sor Lucia con España. Ella siempre había sentido una
llamada a la vida religiosa, en particular como carmelita. Y en la última
aparición en Fátima, el 13 de octubre de 1917, Nuestra Señora se apareció como
la Virgen del Carmen.
Pero el obispo de Leiria, tras la
temprana muerte de Francisco en 1919 y de Jacinta en 1920, que la Virgen les
había anunciado, y con objeto de proteger a Lucia del asedio de la gente y darle una
oportunidad para formarse, pidió permiso a su madre y la envió a las hermanas de Santa Dorotea en Coimbra (Portugal).
Cuando llegó la edad de ingresar en la vida religiosa, lo hizo con las Doroteas "también por gratitud", especifica
Ángela, así que en 1925 se trasladó a España y entró en el postulantado
de Tuy y
en 1926 en el noviciado de Pontevedra, donde
profesaría. En dicha ciudad gallega escribiría sus memorias entre los años 1935 y 1941.
En 1948 ingresó en el carmelo de
Coimbra, donde al año siguiente hizo sus votos solemnes como carmelita. Ya no saldría
del convento salvo para acudir a Fátima con los Papas que allí fueron, San Pablo VI en 1967 y San
Juan Pablo II en 1982, 1991 y 2000, en este último caso
para la beatificación de sus primos. Murió en 2005 y en 2006 su cuerpo fue
trasladado junto al de Jacinta, en la basílica de Nuestra Señora de Fátima.
En España, el 10 de diciembre de
1925, tuvo lugar una importante aparición que forma parte del mensaje oficial
de Fátima, en la que se pidió la devoción de los cinco primeros
sábados de mes seguidos, "con la
temática de la reparación" como clave.
POR
QUÉ SON TAN IMPORTANTES LOS CINCO PRIMEROS SÁBADOS
La hermana Ángela destaca varios puntos que hacen
fundamental esta devoción:
-en ésta el Niño Jesús estaba con
la Virgen, que tenía en su mano su corazón lleno de espinas, "una visión simbólica de su corazón herido por los
pecados"; y no es la Virgen, sino el mismo Niño
Jesús quien
habla primero y formula la petición, "así que
la devoción de los primeros sábados quien la quiere es Dios",
quien pidió a Sor Lucia "tener
compasión del corazón de su madre cubierto de espinas y un acto de reparación para
arrancárselas";
-luego la Virgen reiteró la
petición y "pidió consuelo"; es
decir, esta devoción tiene como finalidad, a petición propia, "la reparación al Corazón
Inmaculado de María, consolar a la Virgen";
-esta devoción "es un verdadero itinerario espiritual"; tiene cuatro partes: rezar el rosario, meditar en los misterios durante 15
minutos, confesarse y comulgar;
-la promesa es
de la mayor importancia: a quien haga esas cuatro
cosas cinco primeros sábados de mes consecutivos, la Virgen promete asistirle
en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para
la salvación de su alma: "Es consolador saber que vamos a tener la Virgen
por nosotros en el momento de la muerte", pero practicarlo es
también "una escuela de santidad", y cuando lo haces una vez, "le tomas el gusto y ya no paras", y "transforma una vida".
Por todo ello, la hermana Ángela
quiere impulsar a todos a practicarla: "Me
parece importantísimo entusiasmar y animar a la gente a
hacer la devoción de los primeros sábados. Como todo lo de Fátima, tiene
una doble dimensión, mística y profética. Mística, porque todo lo
que hacemos nos ayuda a conformar nuestro corazón con el Corazón de
Jesús, que es nuestra santidad. Profética, porque tiene
un impacto en la salvación de las almas: si todo lo que la Virgen
pidió se cumple, "se salvarán muchas almas".
El Santuario de las
Apariciones en Pontevedra, adquirido por la conferencia episcopal español está
actualmente en restauración.
"Cuando hago
los primeros sábados", añadió la postuladora de los
pastorcitos, "respondo que sí a Dios, hago su
voluntad, y esta dimensión de obediencia ya tiene un gran impacto en la
historia del mundo, porque hacer la voluntad de Dios es lo más
importante para la historia de la salvación y para la
paz".
LAS
CLAVES DE SOR LUCIA
Tras tantos años consagrados a
Sor Lucia, la hermana Ángela tiene claro cómo caracterizar su vida y su
espiritualidad. A preguntas de Paloma Niño, destaca algunos puntos:
-el amor a Jesús
Eucaristía: "Un amor hasta el punto
de querer ser sagrario vivo de Jesús Eucaristía. Un desarrollo espiritual hasta
la unión transformante" que definen Las Moradas de Santa
Teresa, "su maestra en el Carmelo durante más de cincuenta
años".
-el Corazón
de María: esta unión
transformante "la pasó dentro del Corazón Inmaculado de María",
"es imposible comprender a la Sor Lucia sin esta profunda relación con el
Corazón de María".
-la humildad: "Una conciencia muy profunda de ser apenas un
instrumento en las manos de Dios. Con tanta gente escribiéndole cartas y
pidiéndole cosas, jamás se sintió protagonista de
esta historia. Sabía que los protagonistas eran Dios y la Virgen. Y esto
creo que es un gran ejemplo para nosotros".
-la obediencia: "Un gran sentido de
obediencia a la voluntad de Dios y a sus superiores, al obispo, al Papa".
-la alegría: "Tenía un gran
sentido del humor. No se tomaba demasiado en serio. Ese
sentido del humor que tanto hace falta en la vida espiritual".
-la intercesión: "La gente le escribía contándole sus problemas y,
necesidades, pidiendo oraciones, y Lucia rezaba por todos".
-la ancianidad:
"Murió con casi 98 años. Los últimos
veinte años, ya en la unión transformante, en la fase más alta de su santidad
personal". Esto es una lección a considerar, aporta la hermana
Ángela, porque "podemos caer en la tentación
de mirar a los mayores como personas que no sirven, que no son útiles, que no
producen. Incluso los ancianos pueden pesar que con la edad solo dan trabajo y
ya no sirven para nada". Contemplar el inmenso bien que
hizo Sor Lucia durante sus últimos veinte años puede animar a
los mayores que van perdiendo la vista, el oído, las fuerzas: "En esa fase nuestra vida tiene mucho valor,
la intercesión, rezar, por la paz, por la conversión de los
pecadores, por el Papa, por la Iglesia. ¡Cuánto vale una vida aunque externamente
parezca débil!".
EL
MENSAJE DE LOS PASTORCITOS
En resumen, fidelidad, sencillez
y generosidad son los tres grandes mensajes que nos transmite la vida de los
tres pastorcitos de Fátima:
-una gran fidelidad a la
voluntad de Dios: "A veces nos
complicamos la vida y pensamos que la vida espiritual es muy complicada, y no
lo es, es solo preguntar al Señor lo que le preguntaba la hermana Lucia en cada
aparición: '¿Usted qué quiere de mí?' Es preguntar, escuchar y ser
fiel";
-la sencillez con
la que Francisco, Jacinta y Lucia correspondieron
a las peticiones de
devoción eucarística, de rezar el rosario diariamente, "de ofrecer todo
cuanto pudieran (sufrimientos, enfermedades, difamaciones)";
-la generosidad:
"Comprendieron que su vida tenía un
sentido muy grande, que era consolar a Jesús, rezar por los pecadores,
por la Iglesia, por la paz".
Ese dar sentido a la vida "no es poca cosa" como mensaje de
Fátima: "Uno de los grandes sufrimientos de la
humanidad, incluso de los jóvenes, es que no le ven sentido, por eso tantos
suicidios. Y Fátima ofrece dicho sentido: una madre, que es la Virgen, el
Corazón de María; una familia, que es la iglesia; y un centro donde podemos
apoyar lo todo, que es el Señor"
"La generosidad
de estos tres niños al responder a todo esto me impresiona", concluye
la hermana Ángela de Fátima Coelho.
Artículo tomado del portal mariano Cari Filii.
Jesús M.C. / Cari Fili
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