- Tu familia no sabe cuántas dificultades y presión atraviesas en tu vida diaria o en tu trabajo.
- Y tu trabajo no conoce las
circunstancias de tu vida y de tu hogar.
- Tus compañeros, tus amigos y
seres queridos no entenderán el tamaño de las nuevas y viejas responsabilidades
que están por encima de ti.
- Y tu pareja siempre está
esperando amor y apoyo incondicional de ti, no entenderá la cantidad de presión
que atraviesas sin importar cuánto le hables y le expliques.
En conclusión: nadie siente por ti excepto tú mismo. Nadie entenderá por lo que estás pasando realmente y es muy probable que no valoren tus esfuerzos.
Solo sigue adelante... Lucha... cuida de ti mismo y de los tuyos y por sobre todas las cosas siempre confía en Dios.
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