LA NADADORA RILEY GAINES Y LA SURFISTA BETHANY HAMILTON, VOCES VALIENTES
El día que Thomas -genitales masculinos intactos- y Riley empataron y
dieron el trofeo a Thomas por ser trans
Las leyes de ideología de género y trans ponen en peligro especial a los menores de edad, a las mujeres más vulnerables (las
adolescentes, las ligadas a trastornos de espectro autista, las reclusas en
cárceles) y a todo el deporte femenino.
Respecto al deporte, en 2015 el Comité Olímpico Internacional permitió que
hombres que declaren ser mujeres compitan en categorías olímpicas femeninas sometiéndose
a ciertas reducciones del nivel de testosterona un año.
Muchas asociaciones se sumaron
en 2020 al manifiesto de Save Women's Sports (de Australia
y Nueva Zelanda) y Fair Play For Women (Reino Unido), que recordaban que eso no reducía las verdaderas ventajas de los hombres, por mucho que declararan ser
mujeres, que incluían más masa muscular desde la pubertad y huesos más
resistentes. El manifiesto pedía al COI que reconsiderara su decisión. No lo
hizo.
"Todo
el mundo tiene derecho a jugar deportes, pero nadie tiene el derecho de jugar
en la categoría que escoja. El deporte no tiene sentido sin competición justa, que es la razón por la que hay categorías
distintas para
discapacitados, para niños, para hombres, y para mujeres", recuerda Save Women's Sports en su web.
Lorraine Moller, ganadora de la
Maratón femenina de Boston y 4 veces olímpica, recordaba que si en 1984 no se hubiera creado una categoría de Maratón femenina ella y
otras maratonistas nunca habrían podido ser olímpicas: la ventaja de los hombres es insuperable. Moller
anima a las "mujeres trans" (hombres que dicen ser mujeres) que creen
su propia categoría.
Muchos se preguntan desde 2015 si
la ideología trans va a acabar con el deporte femenino de competición. Muchas
personas tienen miedo a hablar claro, pero
algunas deportistas se atreven a hacerlo.
El contundente discurso de la
nadadora Riley Gaines (subtitulado en español)
Es el caso de Riley Gaines, 12 veces campeona universitaria en natación, que aprovechó la presentación
de un proyecto de ley en Virginia (EEUU) sobre deporte femenino para protestar por la participación de Lia Thomas (un hombre biológico que dice ser mujer)
en los torneos de natación femenina. Gaines representa a la Universidad de Kentucky
y se encuentra entre las 200 mejores nadadoras
del estilo mariposa.
"Mis
compañeras de equipo y yo, así como el resto de las nadadoras de todo el país, nos
vimos forzadas a competir contra una persona biológicamente hombre llamada Lia
Thomas", explicó. Era una competición de la Ivi League, las 8 principales
universidades del noreste de EEUU en marzo de 2022. Con 1'93 metros de altura y todo su físico (huesos y músculos de varón)
superó a todas las nadadoras y rompió todos los récords de estrellas mundiales de la natación
femenina.
Riley Gaines empató con Thomas a
los 200 metros libres... y le dieron el trofeo a Thomas porque era trans.
SE
DECLARÓ MUJER Y BATIÓ LOS RÉCORDS FEMENINOS
"A Thomas se
le permitió nadar en la competencia femenina luego de competir durante tres
años en el equipo masculino de la Universidad de Pensilvania. Vimos desde el
borde de la piscina cómo Thomas ganaba la prueba de 500 metros libres
batiendo récords de las nadadoras más consumadas del país,
incluidas las plusmarquistas y las olímpicas", detalló Gaines.
Pero en 200 metros libres, una carrera más corta donde la ventaja
de musculación no importaba tanto, Thomas y Railey Gaines quedaron
empatados, "hasta las centésimas de segundo. Al haber un solo trofeo, la NCAA [la
liga universitaria convocante]me dijo
que iba a volverme a casa con las manos vacías y que ese trofeo iba para Thomas.
Cuando lo cuestioné, me explicaron que Thomas debía alzar ese
trofeo para la foto. Quedé en shock. Me sentí menospreciada y
traicionada, reducida solamente a una fotografía porque mis sentimientos no importaban, sólo
importaban los de la NCAA y los de un hombre biológico", detalló.
Railey Gaines afirma así que la
NCAA la discriminó "por razón de sexo".
THOMAS,
CON SUS GENITALES MASCULINOS, EN EL VESTUARIO DE CHICAS
Más aún, Gaines añadió: "Además de vernos forzadas a renunciar a nuestros
premios, títulos y oportunidades, la NCAA obliga a las nadadoras a compartir
el vestuario con Thomas, un hombre de 22 años y 1.93 metros de altura con
genitales masculinos completamente intactos. Que quede claro
que nadie nos advirtió y no dimos nuestro consentimiento. Esto
es una violación a nuestra privacidad y algunas de nosotras hemos sido
avergonzadas, incomodadas, violentadas y hasta traumatizadas por esta
situación. Sé que no hablo por todas, pero puedo dar fe de las lágrimas
derramadas en aquella piscina", finalizó su alegato.
BETHANY
HAMILTON, LA PROTAGONISTA DE "SOUL SURFER", PROTESTA EN EL SURF
A principios de febrero se
manifestó contra la participación de deportistas trans en el surf femenino
la popular surfista Bethamy Hamilton, conocida por la película Soul Surfer y
como oradora y motivadora de superación. A los 13 años, un
tiburón le arrancó un brazo, pero eso no le impidió
seguir dedicándose al surf, y sigue en ellos con 32 años.
Hamilton protestó en un vídeo en Instagram cuando la Liga
Mundial de Surf (WSL) anunció que adoptaría la política transgénero de la
Asociación Internacional del Surf, a su vez copiada de las normas del Comité
Olímpico (un año sin testosterona para competir "como
mujer", pese a mantener genitales, altura, musculación, punto de
equilibrio, etc...).
Bethany Hamilton, protagonista de
Soul Surfer, protesta contra la norma trans de la Liga Mundial de Surf.
"¿Es el nivel
de hormonas una forma honrada y exacta de ver si alguien es de verdad hombre o
mujer?", protestó. "Yo personalmente no competiré ni apoyaré a la
Liga Mundial de Surf si mantienen esa regla", afirmó.
Por supuesto, enseguida llegaron fuertes críticas por redes sociales contra la popular surfista, pero ella no se
achantó. También recibió más de 150.000 "me gusta". "Cuando me metí en esto ya
sabía que me acusarían de mala y cruel y grosera por no seguir la
corriente", respondió en Instagram. Añadió que "por lo que yo sé" la mayoría de las mujeres
que compiten en la liga no apoyan la nueva política y no
por eso deben ser acusadas de odiar o tener fobias.
Aunque no se conocen (aún)
atletas trans en la WSL, la liga se reafirmó en su decisión para que los
atletas puedan considerarse aspirantes a los Juegos Olímpicos. Al menos
añadieron que "seguiremos valorando esta política en los
meses y años que vengan cuando tengamos más investigación, información y feedback".
EL
TRUCO DE PUBLICAR FALSOS "ESTUDIOS CIENTÍFICOS"
Para aportar caos al
debate, el lobby trans recurre a la confusión publicando
estudios supuestamente "científicos" que aseguran que los deportistas trans "no
tienen ventaja alguna". Así lo hacía en noviembre de 2022 un "estudio" del Canadian Centre for Ethics in Sport (CCES) titulado “Transgender Women Athletes and
Elite Sport: A
Scientific Review”. Esta
entidad nació en 1988 como un organismo antidopaje, pero desde hace años es un
organismo financiado por el Gobierno canadiense para otros asuntos.
El informe Transgender Women
sobre deporte femenino no es científico, sino propaganda ideológica.
Antes de acabar el mes, se
publicó una respuesta de académicos firmada por Cathy Devine, Emma Hilton,
Leslie Howe, Miroslav Imbrišević, Tommy Lundberg y Jon Pike, titulada "When
Ideology Trumps Science: A
response to the Canadian Centre for Ethics in Sport’s Review on Transwomen
Athletes in the Female Category".
Esta respuesta denuncia, por
ejemplo, los errores del CCES al analizar estudios como
el de Hilton y Lundberg, de 2020, sobre
los efectos de suprimir la testosterona en transmujeres (es decir, hombres que
dicen ser mujer). Las críticas del CCES son "simplemente
equivocadas, groseramente se equivocan al presentar el trabajo en sí o usan
argumentos de 'hombre de paja' contra
'hechos' que ese estudio nunca afirman", protestan Devine y sus
compañeros.
Por ejemplo, el CCES dice que
tras un año de testosterona reducida, el deportista trans pierde sus ventajas,
cuando Hilton y Lundberg dicen exactamente lo contrario, dicen que se mantiene.
De hecho, señalan, un estudio más reciente (Mobilia
Alvares et al, 2022) sugiere que el deportista trans mantiene su ventaja
muscular incluso tras 14 años de
supresión de testosterona.
Otra queja del CCES es que los
estudios no tienen en cuenta los datos de altura y peso, pero no hay
muchos deportes que se clasifiquen según altura y peso
(boxeo y levantamiento de pesos) y
precisamente en esos la ventaja del hombre (diga o no ser mujer, se aplique o
no testosterona) es tremendamente superior, hasta un 30%.
Pese a ser desmantelado por el
análisis de Devine y sus compañeros, el manipulador estudio de
noviembre del CCES se sigue citando meses después y generando
titulares y artículos en prensa deportiva, política o de "estilos de vida" (por ejemplo, aquí en HotPress a 27 de
febrero de 2023, casi tres meses después de haber sido
refutado).
La ideología trans daña a la
ciencia, obliga a hacer mala ciencia, pero luego es muy difundida por razones
ideológicas o por mera pereza e inercia.
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