QUENTIN VAN METER LLEVA DÉCADAS TRABAJANDO CON AFECTADOS POR LA DISFORIA: ESTAS SON SUS CONCLUSIONES
"El suicidio es la alternativa a la
transición", "no tiene daños irreversibles ni consecuencias" o que la misma disforia no desaparece tras la adolescencia son solo
algunos de los mitos a los que hace frente este prestigioso endocrinólogo y
pediatra.
Quentin Van Meter es un pediatra endocrinólogo, profesor en la prestigiosa Emory
University (Atlanta), que ha
tratado a personas con disforia de género durante muchos años.
Recientemente ha testificado como experto científico en varios juicios y
procedimientos legislativos sobre menores y cambio de sexo en Pennsylvania,
Utah, Arkansas, Idaho y Florida.
En 2002, cuando la American
Academy of Pediatrics (AAP) adoptó oficialmente aspectos de la ideología gay
como si fueran ciencia, abandonó ese organismo e impulsó una nueva entidad para
defender los derechos médicos de los menores y de los profesionales, American College of Pediatricians (ACPeds)
o Colegio Americano de Pediatras.
La nueva asociación desde entonces ha sumado varios cientos de profesionales
pediátricos que desde los datos de la ciencia y práctica médica desmontan los engaños de la ideología de
género.
En este vídeo de poco más de 20
minutos, Van Meter hace todo un desglose del gran elenco de riesgos, manipulaciones y efectos
perjudiciales irreversibles que la teoría queer está llevando a la
práctica sobre niños y adolescentes.
1º
"SOLO" LA TRANSICIÓN SOCIAL ES YA UN GRAVE DAÑO
Tanto es así que antes de toda
intervención, solo con la llamada "transición
social", se produce en los menores "un
daño de altísimo grado" al generar en ellos "la percepción de que han nacido en el cuerpo equivocado".
Solo el hecho de consentir el "cambio de
nombre, de hábitos de vestir o la aceptación del entorno" hace muy difícil que el menor "intente volver atrás".
"Ya hay un
daño y un factor negativo para dejar el nuevo género percibido y volver al sexo biológico es muy difícil para
el niño", explica.
2º
LOS BLOQUEADORES, ARMA DE ESTERILIZACIÓN MASIVA
Pero si se avanza un paso más y
se comienza el tratamiento
hormonal en menores, los riesgos son exponenciales, especialmente
con los bloqueadores de la pubertad, que paralizan el proceso hormonal de
producción de testosterona y estrógenos.
"Cuando eso
sucede, los sistemas permanecen inmaduros. El testículo y el ovario no llegan a
madurar como órganos fértiles. Los
huesos pierden calcio que no se puede recuperar, el cerebro no se desarrolla completamente
como se esperaba porque no están las hormonas de la pubertad que corresponden
al cuerpo biológico. Así que el daño se produce también a la larga con la esterilidad y la infertilidad, debido
a la incapacidad del ovario o el testículo para saber qué hacer. Y eso no suele ser recuperable", añade.
3º
DAÑOS IRREVERSIBLES... CONOCIDOS -Y DESOIDOS- POR LOS RESPONSABLES
Uno de los mitos más extendidos
por el lobby transgénero es que los efectos de los bloqueadores son totalmente
reversibles. Algo que Van Meter cuestiona por completo: "La realidad es que no lo son. Nada de eso se puede reparar. Es irreparable".
El pediatra alerta de que el
problema es en gran parte de información, ya que con esas edades, "es
imposible que [los menores] puedan consentir y comprender lo que
están perdiendo en su vida al firmar esos formularios [de
consentimiento]".
Y lo peor, dice, es que "en todas las clínicas de
género" tienen la
información disponible que muestra estos peligros potenciales: "Tienen acceso a esta documentación, pero eligen
ignorarla. Y cada vez que me ofrezco a hablar en un debate, no se presentan o
me cancelan. Tienen miedo a la verdad científica", asegura.
"El movimiento transgénero
no tiene base científica" es una de las afirmaciones más reiteradas -y
probadas- por parte del pediatra endocrinólogo y profesor en la prestigiosa
Emory University de Atlanta, Quentin Van Meter.
4º
EL PROTOCOLO "DE UNA SECTA" QUE COMIENZA EN INTERNET
Otro de los grandes eslóganes del
lobby trans es que la disforia de género llevada al punto de la transición es
algo connatural a la persona.
Una vez más, el pediatra refuta el mito y expone que la realidad es mucho más
trágica, sometiendo a los menores a un proceso propio de "una secta" que siempre sigue
un mismo patrón.
Preguntado por el incremento de
jóvenes que "transicionan", se
refiere a los momentos más duros
de la primera adolescencia como los propicios para que el lobby
trans entre en acción. Entonces, se desata un esquema que casi siempre sigue los
mismos pasos:
"Muchos se
sienten marginados, quieren
pertenecer al grupo y cuando no son aceptados, buscan un lugar al que ir.
Internet les permite encontrar una
red de personas como ellos que les asegura una familia en Internet,
que les dice que les quieren,
que les cuidará y que serán sus mejores amigos. Descubren un lugar en el que
parece que encuentran la felicidad por primera vez en años y los atrae casi como una secta. Les
resulta emocionante, viven en
Internet a cada hora y les consume, perdiendo a sus amigos y
dejando su mundo atrás. Es una forma muy atractiva de atraer niños, y así lo
hacen", explica.
5º
LA INCONGRUENCIA DE GÉNERO SE VA SOLA: NEGARLO "ES CRIMINAL"
En relación a esto, también reafirma
la realidad de que la llamada incongruencia de género desaparece con el tiempo.
Según los datos disponibles, el
98% de los niños y el 86% de las niñas que la experimentan volverán a aceptar
la concordancia entre su sexo biológico e identidad una vez transcurrida
la pubertad. "Son datos de hace 30 años, de
hace 15 y del año pasado. Hay decenas de estudios que muestran la misma
cuestión estadística, que si no se reafirma a estos niños, ni se les permite
ratificarse social, médica y quirúrgicamente, volverán a identificarse con su
sexo biológico", añade.
Se trata de un dato que le hace
valorar el actual protocolo de
afirmación para detener el proceso natural de desarrollo como algo "casi
criminal".
6º
LA "GRAN MENTIRA" DEL SUICIDIO
Otro mito "estrella" del lobby trans, que si el joven con disforia no transiciona,
acabará suicidándose. "Es mentira que
estemos protegiendo la salid mental de estas personas al afirmarles en su
transición", sentencia tras citar los últimos estudios de Suecia
publicado en la American
Journal of Psychology. "No les estamos haciendo ningún bien,
sino que estamos maquillándoles con algo que al crecer, saben que no es lo que
buscaban. Es una gran mentira que
la única forma de salvar un niño con disforia es afirmar su
incongruencia", añade.
7º
LA LABOR DEL PSICÓLOGO AL SERVICIO DEL LOBBY: REAFIRMAR Y MEDICAR
Otro de los grandes dilemas que
enfrenta el lobby trans es la dejación
de funciones de los psicólogos a la hora de evaluar a sus pacientes
con disforia.
"En general,
la evaluación de la salud mental de un niño es para asegurarse que está en
contacto con la realidad, que no están deprimidos o que no sean suicidas",
explica.
El problema, afirma, es que hoy, "si un niño simplemente dice que nació en un cuerpo equivocado y
está triste por no ser aceptado, lo considerarán algo normal. Y la evaluación
de salud mental termina casi ahí mismo, lo llevan a las clínicas y le ofrecen bloqueadores de
pubertad o hormonas de sexo cruzado [en la mayoría de casos] desde la primera
cita, pasando por alto la
evaluación".
¿Nadie les pregunta
cómo llegaron a esa situación, por qué se sienten así, la historia de su vida,
sus padres y hermanos u otras personas que les rodean? Según Van Meter "es lo que hay que
hacer en todos los casos" como por ejemplo ocurre en los trastornos
alimentarios, pero se obvia en la transexualidad, "una
distorsión de la imagen corporal que necesita ser evaluada mediante la salud
mental". En resumen, los psicólogos de las clínicas de género se limitan a "pasar
por alto al niño y decir a los padres que aprendan a aceptar a su nuevo hijo".
Unos 100.000 menores de edad
dañados irremediablemente podrían ser el "daño colateral" de la
industria de género hasta su caída en los Estados Unidos.
LO
QUE DERRIBARÁ A LA INDUSTRIA TRANSGÉNERO
¿Hacia dónde nos
dirigimos? Cada vez más psicólogos auguran
consecuencias catastróficas. El pasado 9 de enero, la Sociedad de Psicólogos
Forenses vaticinó que la
ley trans en España "va a provocar indemnizaciones millonarias", y
Van Meter augura semejantes resultados en Estados Unidos.
"Asistiremos a
un aumento de demandas, que empiezan a suceder de una en una, pero que
aumentarán. Cuando una marea de padres entienda que puede demandar a los
médicos por tratar a sus hijos de esta manera, esto derribará a la industria transgénero en Estados
Unidos", asegura.
Y la demanda "será cara", pero "permitirá que
los adolescentes que
tomaron la decisión con 16 años puedan volver y derribar a los médicos que les hicieron esto".
AYUDANDO
A DEJAR DE SUFRIR CON LA FE
¿Cuál será el precio
humano a pagar? Según el pediatra, "será una histórica trágica", pues
"mientras tanto podemos tener 100.000
menores dañados irremediablemente que no serán fértiles a los que
se les extraerán órganos de forma irremplazable".
Preguntado por el papel que tiene
la fe y el cristianismo en su actual batalla cultural de género, Van Meter se
muestra fundamentalmente comprometido con "reducir
el sufrimiento" de los jóvenes y transmitirles "el propósito encomendado por
Dios para crear una nueva vida".
Su propuesta como cristiano es
clara, "mirar a todos estos niños que están
sufriendo". "Mi trabajo es
detener el sufrimiento y el dolor y hacerlo de una manera que sé
que, a largo plazo, contribuya al plan del Creador para la vida. Así es como mi
fe juega en esto", concluye.
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