Llave del éxito es la renuncia. No importa el tipo de meta que te hayas propuesto: material, deportiva, económica, afectiva, intelectual, incluso espiritual.
Por: Alejandro Valles, L.C. | Fuente: Gama -
Virtudes y Valores
La gente exitosa siempre nos produce admiración. En el fondo, todos quisiéramos
ser triunfadores en la vida, ser los mejores en nuestro campo de interés,
alcanzar éxito y reconocimiento por lo que hacemos. Sin embargo, varios años de
vida, la experiencia de nuestros límites y alguno que otro fracaso nos hacen
ver que no basta el deseo de alcanzar la meta. Se requiere más. ¿Qué han hecho los grandes campeones y las personas
exitosas para alcanzar lo que han logrado? Un denominador común de todos
ellos, además de un constatable talento individual, es el hecho de saber
renunciar.
Recuerdo un chico que estudiaba con nosotros en la universidad. Era alto,
apuesto y corpulento. Aun así, nunca le vimos en las fiestas. Formaba parte del
equipo de natación de la universidad, que era el mejor equipo del país.
Ostentaba el decimotercero mejor tiempo en los 100 metros libres en el mundo. A
todos llamaba la atención su dieta, que era muy restringida en cantidades y
concentrada en alimentos que no le hicieran perder ventajas a la hora de la
competición. Era igualmente sacrificado era su horario. Cuando llegábamos a la
universidad a las siete de la mañana, él ya llevaba una hora de entrenamiento
en la piscina y terminaba una hora más tarde. Después de asistir a clases, volvía
a la piscina a las doce. Comía, estudiaba y terminaba el día con otro par de
horas de entrenamiento por la tarde. A cada rato le veíamos en el periódico.
Ganó premios y medallas e incluso cumplió su sueño de representar a su país en
las Olimpiadas.
La búsqueda de un objetivo implicará siempre una renuncia. ¿Quieres llegar a ser un millonario? Tendrás que
estudiar, esforzarte, trabajar mucho, tomar decisiones arriesgadas y hasta
sacrificar tiempos normalmente reservados al descanso y a la diversión. ¿Quieres jugar un mundial de fútbol? No lo
lograrás jamás si no te entrenas, si no potencias tus talentos futbolísticos,
si no cuidas tu alimentación y tu condición física y si no estás dispuesto a
renunciar a otras actividades que pudieran interferir con tu carrera deportiva.
¿Te gusta una chica? Conquistarla
significará hacer lo que a ella le gusta, dedicarle buena parte de tu tiempo e
interés y dejar de salir con otras chicas, incluidas tus amigas. ¿Pensabas realmente poder lograr algo en la vida sin
renuncia?
Todos los seres humanos anhelan profundamente la felicidad. Seguramente,
también tú. Pregúntate: ¿vives como quien busca
sinceramente ser feliz? Muchos piensan que sí. Sin embargo, al mismo
tiempo no renuncian nunca a nada y se conceden todo. Ese modo de vivir
evidencia un egoísmo desmedido, que conduce a la soledad y a encerrarse en uno
mismo despreciando a los demás. Cuesta pensar que alguien pueda desear eso para
sí. Feliz, más bien, es el hombre abierto, alegre, reflexivo, libre, esforzado,
rodeado de amigos, comprometido en la conquista de sus metas y en el bien del
mundo y de las personas que le rodean. Nada de esto se obtiene sin antes haber
aprendido la renuncia.
Llave del éxito es la renuncia. No importa el tipo de meta que te hayas
propuesto: material, deportiva, económica, afectiva, intelectual, incluso
espiritual. Sea cual sea, quererla no bastará. Hay que trabajar por ella
aplicando los medios necesarios. Un medio imprescindible es la renuncia.
Aplícala con paciencia y decisión, y con ella alcanzarás los éxitos que buscas,
tus metas y tu misma felicidad.
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