1. A la hora de tu muerte, tu mayor consuelo serán las Misas a las que durante tu vida asististe con fervor y devoción.
2.
Cada Misa a la que asististe te acompañará en el
tribunal divino y abogará para que alcances perdón.
3. Con cada Misa puedes disminuir el castigo temporal que debes por tus
pecados, en proporción con el fervor con que la oigas.
4. Con la asistencia devota a la Santa Misa, rindes el mayor homenaje a la
Humanidad Santísima de Nuestro Señor.
5.
La Santa Misa bien oída suple tus muchas
negligencias y omisiones.
6.
Por la Santa Misa bien oída se te perdonan todos
los pecados veniales que estás resuelto a evitar, y muchos otros de que ni
siquiera te acuerdas.
7.
Por ella pierde también el demonio dominio sobre ti.
8. Ofreces el mayor consuelo a las benditas almas del Purgatorio.
9.
Consigues bendiciones en tus negocios y asuntos temporales.
10. Una Misa oída mientras vivas te aprovechará mucho más que muchas que
ofrezcan por ti después de la muerte.
11. Te libras de muchos peligros y desgracias en los cuales quizás caerías
si no fuera por la Santa Misa.
12.
Acuérdate también de que con ella acortas tu
Purgatorio.
13.
Con cada Misa aumentarás tus grados de gloria en el
Cielo. En ella recibes la bendición del sacerdote, que Dios ratifica en el
cielo.
14. Al que oye Misa todos los días, Dios lo librará de una muerte trágica
y el Angel de la guarda tendrá presentes los pasos que dé para ir a la Misa, y
Dios se los premiará en su muerte.
15.
Durante la Misa te arrodillas en medio de una
multitud de ángeles que asisten invisiblemente al Santo Sacrificio con suma
reverencia.
16.
Cuando oímos misa en honor de algún Santo en
particular, dando a Dios gracias por los favores concedidos a ese Santo, no
podemos menos de granjearnos su protección y especial amor, por el honor, gozo
y felicidad que de nuestra buena obra se le sigue.
17. Todos los días que oigamos Misa, estaría bien que además de las otras
intenciones, tuviéramos la de honrar al Santo del día.
18.
La Misa es el don más grande que se puede ofrecer
al Señor por las almas, para sacarlas del purgatorio, librarlas de sus penas y
llevarlas a gozar de la gloria. – San Bernardo de Sena.
19. El que oye Misa, hace oración, da limosna o reza por las almas del
Purgatorio, trabaja en su propio provecho. – San Agustín.
20.
Por cada Misa celebrada u oídas con devoción,
muchas almas salen del Purgatorio, y a las que allí quedan se les disminuyen
las penas que padecen. – San Gregorio el Grande, Papa.
21.
Durante la celebración de la Misa, se suspenden las
penas de las almas por quienes ruega y obra el sacerdote, y especialmente de
aquellas por las que ofrece la Misa. –San Gregorio el Grande.
22.
Puedes ganar también Indulgencia Plenaria todos los
lunes del año ofreciendo la santa Misa y Comunión en sufragio de las benditas
almas del Purgatorio. Para los fieles que no pueden oír Misa el lunes vale que
la oigan el domingo con esa intención.
23. Se suplica que apliquen todas las indulgencias en sufragio de las Almas
del Purgatorio, pues Dios nuestro Señor, y ellas le recompensaran esta caridad.
24. La Santa Misa es la renovación del Sacrificio del Calvario, el Mayor
acto de adoración a la Santísima Trinidad. Por eso es obligación oírla todos
los domingos y fiestas de guardar.
Fuente: Catequesis Modelo de Evangelización
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