El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) dictó ayer, 25 de marzo, un fallo en un caso conjunto de dos hombres que huyeron de las autoridades rumanas, y encontró que Francia extraditó erróneamente a uno, pero lo hizo correctamente con el líder de una secta basada en el yoga, (véase la noticia de 2016 en InfoRIES) según informa el portal de noticias jurídicas Courthouse News.
El TEDH encontró que Francia
tenía razón al intentar ejecutar una orden de arresto europea (EAW por sus
siglas en inglés) emitida para Gregorian Bivolaru, el fundador
del Movimiento para la Integración Espiritual en el Absoluto (MISA), que
practica el “erotismo tántrico”, porque los cargos que enfrentaba no eran de
naturaleza política. En un caso no relacionado pero unido, el
tribunal dictaminó que Francia se equivocó al no considerar las condiciones de
la prisión en la que otra persona, Codrut Moldovan, cumpliría su condena.
“Las
autoridades judiciales ejecutoras han comprobado que la solicitud de ejecución
de la EAW no se había emitido con un
fin discriminatorio ni, en particular, por las opiniones políticas del
interesado. Se aseguraron de que la solicitud de entrega del demandante
se basara únicamente en la ejecución de la sentencia dictada en su contra por un delito de derecho común”, escribió el tribunal con sede
en Estrasburgo con respecto al caso de Bivolaru, en una sentencia sólo disponible en francés.
Los delitos subyacentes cometidos por los dos ciudadanos rumanos no
estaban relacionados, pero las cuestiones legales sobre las órdenes de arresto
eran lo suficientemente similares como para que el TEDH las considerara de
forma conjunta. Bajo el sistema EAW, las órdenes emitidas por cualquier Estado
miembro de la Unión Europea son válidas en todos los países de la unión
política y económica de 27 miembros.
MISA: UNA SECTA CON
MÚLTIPLES ACUSACIONES
Bivolaru fundó su grupo en la
década de los 90, llamando a sus seguidores a practicar yoga y
deshacerse de sus inhibiciones sexuales. En
aquel momento, el yoga estaba prohibido en Rumania por sus conexiones
religiosas. Bivolaru fue encarcelado repetidamente e ingresado
involuntariamente en instituciones psiquiátricas por practicar yoga y distribuir pornografía.
Las personas que han abandonado
la organización afirman que Bivolaru las obligó a
entregarle los ahorros de toda su vida y a tener relaciones sexuales entre
ellos, y con él, a sus órdenes. Las jóvenes miembros dijeron que
se vieron obligadas a trabajar como strippers y
aparecer en películas pornográficas. En
2013, fue condenado en rebeldía por tener relaciones sexuales con una
menor.
Su persecución por parte del
régimen comunista en Rumania llegó a los activistas de derechos humanos, lo que
indujo a Amnistía Internacional a apoyarlo. En 2005, Suecia le
concedió asilo político.
Bivolaru
fue arrestado en Francia en 2016 mientras viajaba con documentos de identidad búlgaros falsificados.
Luchó contra su extradición, alegando que sería torturado por sus creencias
religiosas si lo obligaban a regresar a Rumania.
Razones de la decisión
A diferencia de lo que sucede
con Moldovan, en el caso del líder sectario Bivolaru, el TEDH determina que Francia había tomado las precauciones adecuadas antes de acceder a
extraditarlo.
“Nada
en la investigación de la autoridad judicial ejecutora o en la información
presentada por el demandante ante el tribunal indica que aún estaba en peligro,
en caso de rendición, de ser perseguido por razones religiosas en Rumania”, escribió la Quinta Sala.
A Bivolaru se le concedió una
libertad condicional mientras esperaba el resultado de su caso en 2017. Se desconoce su paradero actual y las autoridades finlandesas también lo
buscan por agresión sexual y trata de personas.
El TEDH fue establecido en
1959 por la Convención Europea de Derechos Humanos, que protege los derechos
civiles y políticos de los ciudadanos de los 47 Estados miembros europeos que
son firmantes del tratado.
Secretaría RIES
No hay comentarios:
Publicar un comentario