Busca la «pacificación de los corazones heridos»
Nueve meses después de ordenar
dar la comunión únicamente en la mano y de provocar prácticamente un cisma en
la diócesis de San Rafael, el obispo Eduardo María Taussig ha dado libertad a
los párrocos para que también administren la eucaristía en la boca «a los fieles que así lo soliciten» con «las debidas cautelas sanitarias».
(InfoCatólica) Mons. Taussig ha decidido que
va a respetar el derecho de los fieles a comulgar en la boca, poniendo así fin,
siquiera en parte, a una situación que sirvió para justificar el cierre del
seminario, lo que provocó la ira de gran parte de su feligresía.
En su nuevo escrito,
el obispo reconoce que toma la medida para pacificar la diócesis:
«Teniendo en
cuenta la situación epidemiológica en los tres departamentos de la Diócesis,
habiendo escuchado el parecer de sus autoridades competentes y ante la
inminencia de la Semana Santa, deseo procurar el mejor bien espiritual de
las almas, la pacificación de los
corazones heridos y
avanzar en un camino de
reconciliación y unidad...
...Por
ello resuelvo que cada párroco o
administrador parroquial, en el ámbito de su propia jurisdicción si lo ve
oportuno, autorice a dar la comunión en la boca a los fieles que
así lo piden, con las debidas cautelas sanitarias».
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