Dice no estar contento con la nota de Doctrina de la Fe
El cardenal
Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, se ha unido al coro de voces que han
mostrado su rechazo a la doctrina católica sobre las uniones homosexuales que
fue defendida, como es su deber, por parte de la Congregación para la Doctrina
de la Fe. El cardenal quiere que la Iglesia sea una Madre que bendiga todo tipo
uniones pecaminosas y también contranatura.
(SüdTirol/InfoCatólica) El cardenal ha asegurado que
no está «contento» con la actuación del dicasterio presidido por el cardenal
Ladaria. En una entrevista con «Kathpress»
y los medios de comunicación de la Archidiócesis de Viena se mostró
además comprensivo con el hecho de que muchas personas se
hayan sentido heridas por la declaración.
El cardenal dijo en su opinión
la verdadera preocupación del Vaticano es que en público sólo se ha un «no». Un «no a la bendición; y eso es algo que duele
profundamente a mucha gente». Ello implicó el hecho de que
detrás de la declaración se encuentra también una preocupación positiva con
respecto al matrimonio sacramental.
La
cuestión de si se puede bendecir a las parejas del mismo sexo pertenece para Schönborn a la misma categoría que la pregunta de si es posible hacerlo
con las parejas de divorciados que se han vuelto a casar o con las parejas sin
certificado de matrimonio. Y aquí su
respuesta es relativamente sencilla, el cardenal dijo: «Si
la petición de la bendición no es un espectáculo, es decir, no es sólo una
especie de coronación de un ritual externo, si la petición de la bendición es
sincera, es realmente la petición de la bendición de Dios para un
camino de vida que dos personas, en cualquier situación, están intentando
recorrer, entonces no se les negará esta bendición», Es decir este cardenal
pretende que Dios y la Iglesia en su nombre pueden bendecir uniones que son
objetivamente pecaminosas según la Escritura, la Tradición y el Magisterio bimilenario
de la Iglesia.
Como sacerdote u obispo, dice
Schönborn, usando como argumento una burda manipulación de la enseñanza de
Santo Tomás de Aquino «ves que no se ha realizado
todo el ideal. Pero es importante que vivas tu camino sobre la base de las virtudes
humanas, sin las cuales no hay asociación exitosa. Y eso merece
una bendición». Y añade que hay que «pensar
bien» si la forma correcta de expresarlo es una celebración eclesiástica
de bendición.
BENDECIR AL PECADOR
POR REALIZAR VIRTUOSAMENTE SU PECADO
El argumento del purpurado
viene a significar que una persona que
peque gravemente puede recibir una bendición si a la vez demuestra en ese
pecado una supuesta virtud. Así por
ejemplo, la relación entre dos adúlteros merecería la
bendición si ambos son fieles entre sí, porque,
según este cardenal, esa fidelidad es una virtud.
El purpurado dijo que la
Congregación para la Doctrina de la Fe estaba preocupada por la «alta estima en que se tiene el matrimonio sacramental,
pero que este sí a la familia no
debe convertirse en un no a
todas las demás formas» de
convivencia. Es decir, algo así como si el sí a la vida no debe convertirse en
un no al aborto o la eutanasia
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