viernes, 11 de mayo de 2012

EL ANACORETA Y LOS TRES OBSTÁCULOS


Estaban sentados en la terraza. Parecía que el frío empezaba a despedirse hasta el próximo año y se estaba bien contemplando cómo el sol se ocultaba tras el horizonte.
Entonces el joven seguidor preguntó:
- ¿Por qué nos resulta tan difícil amar con sencillez? ¿Cuáles son los obstáculos?
El Anacoreta sonrió a la vez que respondía:
- Frente al amor se nos presentan tres obstáculos, son como tres pantallas que nos impiden llegar al amor puro: nuestros apegos, nuestras creencias y el miedo.

El joven seguidor esperó que el anciano se explicara. Este, tras un momento de reflexión, continuó:
- Los apegos nos aíslan de los demás y hacen que antepongamos nuestros intereses a los otros y hacen que olvidamos al prójimo.

Volvió a detenerse, como buscando las palabras justas:
- Luego tenemos las creencias. Digo creencias, no la Fe. La Fe es abierta y nos conduce a los demás. Las creencias son fanáticas y hacen que sólo escuchemos a aquél que dice lo que queremos escuchar y rechacemos al que piensa diferente o es distinto a nosotros.

Suspiró y concluyó con el tercer obstáculo:
- Y finalmente están los miedos. Tememos la diferencia. Percibimos al diferente como a un enemigo y nos encerramos en nosotros mismos. Creemos que los miedos nos protegen y en realidad impiden que amemos al otro.

Miró a los ojos de su seguidor y añadió:
- Si queremos amar de verdad, debemos liberarnos de las cosas, de las creencias y de los miedos que nos separan de los demás...

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