sábado, 26 de mayo de 2012

LAS CLAVES EL ÉXITO SON CUATRO Y PASAN POR UNA: QUE EL DEBATE NO LO MARQUEN OTROS


Hay que acabar con el derrotismo.

El Congreso Mundial de las Familias debatió estrategias ante la opinión pública, advirtió del riesgo demográfico y propuso una economía alternativa.

Es posible revertir las legislaciones contra la familia. De hecho, ya se están “logrando importantes victorias en el campo de las reformas y en los tribunales internacionales”. Contra toda percepción derrotista, Austin Ruse, Piero A. Tozzi, Carmen Domínguez y Roger Kiska propusieron caminos concretos para promover la protección de la familia en las leyes y en los discursos culturales.

CUATRO ÁREAS Y UNA IDEA: MARCAR EL DEBATE

Ponentes en el seminario Propuestas frente a legislaciones internacionales anti-familia, en el marco del VI Congreso Mundial de Familias, estos estudiosos de la realidad de la familia han expuesto algunas vías y lenguajes que la sociedad y los legisladores deben adoptar para proteger a la institución familiar.

Roger Kiska, asesor legal de Alliance Defence Fund y responsable de la expansión de su red en Europa, resumió en cuatro los campos para el rearme cultural y legislativo de la institución familiar en las sociedades sometidas a corrientes que relativizan o niegan la realidad de la familia. “Litigación estratégica, redes internacionales, un lenguaje adecuado y audacia para enmarcar el debate y no dejar que lo hagan otros”. Así enunció el portavoz de ADF los flancos en los que debe actuarse.

Ya hay avances significativos a favor de la familia, según subrayaron los cuatro ponentes de este seminario, que mencionaron, a modo de ejmplo, la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que reafirma el concepto del matrimonio y niega el derecho a redefinirlo.

UNA ECONOMÍA ALTERNATIVA
En otro orden de cosas, el Congreso estudió las formas de una economía general basada en la familia. Promover la propiedad privada, incentivar fiscalmente la natalidad, apoyar y no perseguir a las familias que educan a sus hijos en casa y recuperar para el hogar “todos los fragmentos de libertad” de los que se ha ido apropiando el Estado son las principales recetas que propuso este viernes Allan Carlson, historiador, fundador del Congreso Mundial de Familias, para volver a hacer de la familia una “realidad funcional” en una sociedad próspera, una “unidad de producción y no solo una unidad de consumo”.

La familia como realidad económica, su aportación a la riqueza de una sociedad, su creación de capital social indispensable para el crecimiento y la prosperidad, fueron las claves del seminario Familia, Economía y Capital Social. Dirigido por Patrick Fagan, director del Family Research Council, el panel analizó la realidad económica de la familia, con intervenciones de Allan Carlson y de Fernando Pliego, sociólogo, profesor de la Universidad Autónoma de México (UNAM).

“La mayor parte de nuestros problemas derivan de la disrupción del mundo del trabajo y el mundo del hogar”, comentó el fundador del WCF. “Las sociedades necesidan recuperar la economía basada en la familia, es preciso recuperar para el hogar ciertas funciones de las que el Estado se ha apropiado”, señaló Alan Carlson, que mencionó, en concreto, la educación de los hijos, el control de la natalidad, o las leyes contra la propiedad privada.

Por su parte, Fernando Pliego citó una investigación coordinada por la UNAM en trece países sobre la relación entre familia y bienestar. “El estudio no deja lugar a dudas”, dijo el profesor mexicano. “La contribución de la familia natural al bienestar de una sociedad es una fenómeno universal. Las sociedades con familias funcionales contribuyen decisivamente a la prosperidad, coincidieron en señalar, como principal conclusión, los panelistas de este seminario.

Es posible revertir las legislaciones contra la familia. De hecho, ya se están “logrando importantes victorias en el campo de las reformas y en los tribunales internacionales”, concluyó.

EL INVIERNO DEMOGRÁFICO
Por último, en un escenario europeo de baja fertilidad y descenso demográfico, factor clave de la grave crisis económica que padece el continente, expertos internacionales de primer nivel lo analizaron en la segunda sesión plenaria del Congreso.

Presidida por Jon Mueller, del Ethics and Public Policy Center (Centro de Ética y Políticas Públicas), participaron Joel Kotkin (analista y consultor sobre desarrollo económico), con la ponencia Invierno demográfico: cómo llegamos a él, dónde estamos; Don Feder (Director de Comunicaciones del WCF), con Las raíces culturales de invierno demográfico ; Douglas Sylva (Senior Fellow, Catholic Family and Human Rights Institute), con El invierno demográfico como una amenaza a la paz mundial; y Alejandro Macarron (miembro de la estrategia de negocio y consultor de la firma de corporación financiera Otto y Empresa), con Las familias numerosas y la salida de invierno demográfico.

"Para garantizar el relevo generacional en las naciones desarrolladas, se precisa una tasa mínima de fertilidad (media del número de niños por mujer) de 2,1. En la Unión Europea, esa tasa se sitúa en el 1,5, por debajo del mínimo necesario. En España es incluso inferior, situándose en un 1,47, mientras en Grecia es del 1,3.", han incidido los expertos.

Países como Rusia, Alemania, y Japón ya pierden población, y por ello se han apresurado a afrontar esta disminución dramática. La población envejece rápidamente en naciones desarrolladas. Como se manifestó en la sesión, pese a que los planificadores demográficos han estado insistiendo desde 1969 en las teorías de la llamada Bomba Demográfica de Paul Ehrlich, el desafío demográfico del siglo XXI no será la superpoblación, sino las poblaciones que disminuyen y envejecen.

El crecimiento económico a largo plazo y el aumento de población van de la mano. Nunca en la historia han logrado las naciones sostener su crecimiento económico en etapas de disminución demográfica. Los efectos pueden comprobarse ya en Grecia, donde los cada vez menos y menos trabajadores se ven forzados a sostener el creciente número de y otros gastos de gobierno. Los datos demográficos pesan en el corazón de tanta confusión.

La preocupante bajada en las tasad de natalidad es un asunto importante en los trabajos que acomete este fin de semana en Madrid el Congreso Mundial de Familias, que incluirá también una discusión en grupo sobre el invierno demográfico con Steve Mosher, presidente del instituto internacional Population Research Council; Steve Smoot , productor ejecutivo del documental El invierno demográfico: la disminución de la familia humana; Igor Beloborodov, director del Instituto de Investigación Demográfica de Moscú, y Joel Kotkin.

Alexey Komov, organizador desde el WCF del Encuentro sobre Demografía en Moscú de 2011, también será ponente en el Congreso. "El invierno demográfico es el radar que nos avisa de la situación que padecemos en casi de todo el mundo", resume Larry Jacobs, director administrativo del WCF.

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