Zoila Augusta Emperatriz Chávarri del Castillo fue una soprano peruana de coloratura. Su nombre artístico fue: Yma Sumac, palabras quechuas cuya traducción podría ser algo así como: “la de suprema belleza”. Ella fue soprano con registro de cinco octavas, lo regular es que una soprano llegue a la mitad de este registro. Yma Sumac llegaba a la triple coloratura que sólo hacen las aves; tal es su leyenda. Yma Sumac era una mujer muy hermosa, trigueña, bien hecha ella, de pelo oscuro y ojos claros.
No fue
cantante de ópera, ella tuvo su propia música, la fusión de los ancestrales
ritmos de herencia inca con jazz, mambo y rock fueron sus mayores éxitos
interpretativos.
Su padre,
Sixto Chávarri, era de Ichoacán, provincia de
San Marcos, Cajamarca, la madre era ancashina: Emilia
del Castillo Atahualpa, aunque nacida en Pallasca, ella pudo ser
descendiente de la casa de la cacica Contarhuacho, de Huaylas, quien fue ñusta
y tuvo hijos con Huayna Capac, los que fueron hermanastros de Atahualpa, de
quien también descendió Francisca Pizarro, la hija del conquistador. La mamá de
Yma Sumac tocaba piano.
A los
doce años, Zoila Augusta Emperatriz ya
demostraba una voz admirable y eso fue impulsando su formación como cantante,
con esfuerzos económicos estudió secundaria en Lima y después en el
Conservatorio de música.
Ya
casada, con 20 años se integró a la Compañía peruana de arte, un grupo como de
50 artistas que mostraban las canciones y danzas tradicionales andinas,
quechuas y aimaras, ataviados con trajes originarios e instrumentos musicales
de uso andino. Yma Sumac era la estrella, se
presentaba caracterizada como ñusta, hermana del inca. Todo bajo la dirección
de Moisés Vivanco Allende. Él era “hijo de
Huamanga”, ayacuchano, hombre guapo, charanguista de formación, director
musical, etnomusicólogo de quechua y de aimara; misti. Cuando sólo había radio
y cinema, esa compañía se presentó con éxito en 1942, en radio Belgrano de
Buenos Aires, en Argentina, ahí grabaron, al año siguiente, sus canciones en
discos del sello Odeón. Hicieron gira a
Brasil, Bolivia y Chile. Una compañía contemporánea a la de Moisés Vivanco es
el Centro Qosqo de arte nativo que aún se mantiene, en Cusco.
Yma
Sumac, Moisés Vivanco y Cholita Rivero,
formaron aparte el grupo Inka Taki,
participaron en México y llegaron a Nueva York en 1946, hacían un buen trabajo
como agrupación folklórica del Perú. En 1950, Yma
Sumac participó en una obra musical de Broadway, fue la primera latina
en haber sido incluida en los elencos. Pero, es en 1951 que ella graba su
primer disco, en Los Ángeles, bajo el sello norteamericano Capital Record. Así
se lanzó con éxito a Yma Sumac como: “princesa descendiente directa del inca Atahualpa”.
Su música fue evolucionando hacia lo que hicieron con éxito, fusión de huaynos
y otros ritmos peruanos y latinoamericanos con los de la actualidad
norteamericana de la época, al término de la Segunda guerra mundial, lo que
representaba un gran mercado con oportunidades de escala planetaria. Y así fue,
eso aprovecharon. Yma Sumac, exquisita en su
arte, era una embajadora de la imagen del Perú, pero se nacionalizó
norteamericana por beneficios para su carrera. Este acto fue censurado por
personalidades peruanas. Yma Sumac iba al compás
de su potente voz y su interpretación era siempre creativa; eso fue criticado
en sus primeros años en el Perú, por perder la raíz originaria, pero no era
así. El tiempo confirmó que esa raíz era la ecuación de su triunfo. En sus diez
primeros años de éxito en USA produjo ocho discos long play: Voice of the Xtabay (1950), Flahooley (1951), Legend of
the Sun Virgin (1952), Inca Taqui (1953), Mambo! (1954), Legend of the Jivaro
(1957), Fuego del Ande (1959), Recital (1961). Apareció en tres películas de
Hollywood, en 1954, en 1957 y en 1972 y en otras más aparecen sus
interpretaciones. En 1955, después de la primera película, Yma Sumac y Moisés Vivanco hicieron
una gira en el Perú, fueron recibidos en Lima de manera multitudinaria: ¡Kausachun / viva Yma Sumac! Aclamaba la gente y los
grupos folklóricos que la recibieron. Por sus éxitos musicales ella tiene una
estrella, un símbolo rotundo, en el Paseo de la fama de Hollywood (1957) junto
a otras celebridades de talla mundial a través del tiempo, hasta ahora es la
única estrella peruana en ese paseo y fue la primera latinoamericana en
aparecer ahí. La producción de Yma Sumac es
prolífica, cinco mil composiciones musicales, declaró ella. De hecho,
improvisaba en sus conciertos, y también en sus entrevistas, construyendo la
imagen de una diva singular. Los grandes de la música europea de su época,
cuando la escuchaban, coincidían en decir: que aprenda a leer mejor la
partitura, sobre su voz, potencia e intensidad quedaban admirados.
De USA
pasó a Europa, se dice que en Londres tuvo 80 presentaciones, 16 en París, hizo
varias giras en esos países, también en toda Rusia (40 ciudades), llevando con
ella artistas peruanas como -Wara Wara / Judith
Acuña Pichilingue y Esmila Zevallos- entre otros, en parte de África y
Asia, en Japón, por más de cinco años seguidos, hasta fines de los años de
1960.
Después
de su época de éxitos ella siguió cantando por temporadas. Y tuvo sus fracasos,
los alemanes, poco afanados por la coloratura, le criticaban en su performance
siendo mujer ya madura, exigían más de su voz; pero ella los admiraba. Hay un
video en la web en donde se la muestra intolerante, cuando una señora de su
público, en Hamburgo, se sonrió ante su histrionismo en la interpretación, de
manera que ella paró en seco, reclamó y se retiró del escenario. En otro se le
hace una entrevista como si fuera una persona extravagante. Pero, ella misma
alimentaba esa leyenda, no dio una versión clara de su biografía, ni aclaró
sobre donde nació, dado que existe una partida de su nacimiento en el Callao y
la tradición oral dice que nació en Ichoacán. Una de sus parientas declaraba
que Vivanco la halló jovencita en Cajamarca, la formó y con ella migraron a
USA. Pero no fue así estrictamente, Zoila Augusta Emperatriz trabajó como toda
cantante de formación de su época, en Lima, en zarzuelas, antes de casarse con
Moisés Vivanco y después conformar la Compañía peruana de arte. Ella tuvo a su
único hijo, Charlie, a los 27 años, en USA.
Moisés la
llamaba: Sumac Warmi / mujer de extrema
hermosura, completa, de ahí vino su nombre artístico como soprano de coloratura
andina. Se divorció de él, dos veces y no se volvió casar ni se le conoció otro
hombre en su vida. Moisés Vivanco, como su
representante, originó una deuda de impuestos al Estado norteamericano y en un
momento, cuando su único hijo tenía como nueve años, se descubrió que había
tenido una relación paralela con hijas gemelas, con una ex secretaria.
Finalmente, el admirable folklorista, Moisés Vivanco Allende, se mudó a España.
En Madrid vivió cerca de veinte años trabajando como compositor, falleció en
1998.
Hoy se
sabe que Yma Sumac estaba en el Perú en la
década de 1970, o venía frecuentemente pues nunca olvidó a su familia, era: la tía, pero el estigma de su nacionalización
norteamericana no se acomodaba al contexto político de la dictadura del general
Velasco, por ello no se le dio valor a su presencia. Recién cuando era
una mujer de 84 años, en el 2006, se le reconoció el orgullo de tenerla como
una célebre peruana universal, única en el mundo. Yma
Sumac falleció dos años después, el día de mi cumpleaños, enferma de un
cáncer tardío en un geriátrico de Los Ángeles.
Siempre
supe de Yma Sumac y su historia, por mi mamá que
era buena lectora y la seguía en revistas de artistas, cada que la escuchaba
daba un nuevo derrotero de la máxima cantante nacional. La primera grabación de
la danza “Vírgenes del sol” de 1943 es
meritoria, pues es acompañada con instrumentos musicales de uso andino: quena,
arpa, charango, violín, bandurria y guitarra. La bailé de niño, yo iba de sol.
Mi pieza favorita de Yma Sumac es: “A mi palomita”, bilingüe quechua y castellano con
acompañamiento de guitarras eléctricas. Su último disco es muy bueno: “Miracles”, grabado en 1972, es una muestra de su
voz y extraordinario registro.
En menos
cuatro años se conmemorará el centenario del nacimiento de Yma Sumac, nació el
13 de setiembre de 1922. Afortunadamente se conserva el legado de sus
grabaciones, pero siempre habrá mucho más que decir de una celebridad como ella
y del legado musical que logró con Moisés Vivanco. También se conserva un
admirable álbum de fotografías que muestran su alta belleza de mujer peruana,
enfundada en diversos ornamentos de lujo y exquisito buen gusto para una diva
de tal escala.
Hoy día
hay voces de coloratura que asombran, mucho más que nuestra Yma Sumac. En los otros continentes nos toca ver
performances con voces maravillosas a través de la web. En el Perú se sigue
manteniendo la tradición de las sopranos andinas de coloratura, o de la lírica
andina, como lo fue Yma Sumac. Ella nos inspira
a muchos artistas y su música se viene utilizando en novedosas instalaciones y
filmes. Vive.
Varios
periodistas actuales han reseñado su vida, como: Abel
Yataco Espinoza, Marco Gamarra Galindo, Gabriela Machuca Castillo y otros. Sus
investigadores son: Nicholas Limansky y Carmen Mc Evoy. Pero la
información más fluente sobre los Vivanco Chávarri viene
del documento: “Las trayectorias artísticas de
Moisés Vivanco y Mauro Núñez en el ambiente "folclórico" limeño” de
José Sotelo Maguiña (2011).
Alejandro
Smith Bisso. Huacho, 22 de setiembre 2018.
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