LA RELIGIOSA LOS PRONUNCIÓ EN UN ABARROTADO «SEEK23», MACROEVENTO DE FE, DEVOCIÓN Y EVANGELIZACIÓN
La hermana Mary
Grace pronunció una interesante ponencia en
torno a hábitos beneficiosos y poco usuales para el día a día en la oración del
católico.
Los 20.000 asistentes, en buena
parte jóvenes, que acuden eufóricos cada año a los eventos Seek organizados
por el apostolado universitario católico Focus en EEUU, son una muestra de que la fe católica no es algo estanco, caduco o trasnochado. Esta
vitalidad se plasmó en las imágenes del último de estos congresos de fe y
evangelización el pasado mes de enero en St Louis (Misuri, EE.UU). De entre las
decenas de ponentes, destacó la presencia de 10
religiosas de la congregación Sisters of Life, a
la que pertenece la australiana Sor Mary Grace.
Su ponencia, dedicada a
transmitir algunos consejos que pueden "dar la vuelta" por
completo a la vida de oración de los fieles fue una de las que
más expectación causó entre los miles de fieles presentes y acaba de ofrecerse
al público en el canal de Focus. Extraemos seis de ellos:
1º
LA ORACIÓN, "LA RAZÓN DE NUESTRA CREACIÓN"
Nada más comenzar, la hermana
Grace subrayó que la oración debe contemplarse
"no solo como un buen hábito que practican los católicos". Para ella, se
trata del "anteproyecto de nuestra vida
como cristianos, la guía que ilumina el camino para no perder el rumbo" y
es necesario ser conscientes de que "Cristo
nos acompaña en cada paso de nuestra vida".
Visto así, considera que un
enfoque que puede cambiar la vida de oración de cada cristiano es asumirla como
un "compromiso" con "la razón de
nuestra creación, el contacto constante con Cristo". Pero
también como una elección, pues se trata de "escoger al Dios que nos está eligiendo nosotros
primero". Así como "nos invita a
pasar nuestra vida con Él" en la eternidad, también nos elige "ahora mismo", "quiere entrar en nuestras
vidas" y la oración "es nuestra respuesta".
2º
LA ORACIÓN PUEDE CAMBIAR TU DÍA, EN CUALQUIER MOMENTO, POR MALO QUE SEA
La religiosa destaca que Dios "no estará o ha estado con los hombres", sino
que prometió hacerlo "siempre" y "no hay
un solo momento en tu vida en que no te esté mirando con amor". La
mitad de las batallas, dice, consisten "en
darnos cuenta de esta realidad", aunque no es sencillo: se necesita
fe, "porque nuestros pensamientos o nuestro
estado de ánimo muchas veces pueden sugerir lo contrario. Puedes
sentirte solo o incomprendido, pero siempre es buena hora para `un momento de
Dios´".
Al hacerlo, es como "pulsar el botón de pausa" y elegir "estar por completo en el presente" fuera de
los planes futuro y preocupaciones pasadas y recordar una sola
verdad: Dios me ama sin condiciones. Eso es la oración, ser cada vez
más consciente de su presencia cuando se reza, pero también en cualquier
momento".
3º
NADIE TE QUIERE MÁS FELIZ QUE DIOS, PÍDELE LO NECESARIO
La religiosa observa que la
mayoría de las veces, el problema de la oración no es que no se rece lo
suficiente, sino que "renunciamos" o
incluso "minimizamos" lo que necesitamos
deseamos a la hora de rezar. Así, cuando los fieles observan que sus corazones "están vacíos", recuerda a todos los que
necesitan llenar ese vacío "que no pueden
hacerlo pos sí mismos" y que deben "acudir
a aquel que puede".
Sin embargo, la religiosa
menciona que aunque "debemos ser conscientes
de nuestras necesidades" o "legítimos
deseos" básicos como tener la alimentación y necesidades básicas
cubiertas, llama a "sumergirnos
más profundamente en el próximo nivel" de súplicas y necesidades como la paz interior, el amor y la caridad o la
gracia, pues el primero, "por muy lleno que esté, nunca nos satisfará por
completo".
4º
NO IMPORTA CUÁN PROFUNDO SEA EL ABISMO, LA LUZ SIEMPRE BRILLA MÁS
La religiosa también habla del
poder transformador de la presencia de Jesús en la vida y en el día a día,
especialmente a "más profundo es el
abismo". De este modo, invita a que cuando sintamos malos
pensamientos, mentiras o tentaciones, "nos
enfoquemos en lo que estamos haciendo, recemos una simple oración aunque sea
repetitiva para reemplazar a la mentira, como 'Jesús, en ti
confío'". Haciéndolo, dice,
"estaremos silenciando la mentira y amplificando el sonido de la verdad".
Además, "esta práctica entrenará
nuestra mente, fortalecerá nuestros corazones e imbuirá nuestra alma con el
poder de Jesús".
5º
NUNCA VAYAS SOLO: BUSCA AL PADRE Y LA SALUD DE LA SANTIDAD
La religiosa también invita a
contemplar que en muchas ocasiones se olvida que, en la oración, "estamos siguiendo a alguien" pero a
veces "buscamos nuestra propia voluntad y no la del
padre que me envió".
Seguir Su voluntad también en la oración puede llevar a lo que Sor Grace llama "la salud de la santidad".
La religiosa hizo referencia a
unas investigaciones en las que se descubrió una "innovadora
evidencia" por la que "20 minutos de oración al día reducen el
estrés, la ansiedad y los sentimientos de soledad".
"Encontraron
abrumadoras evidencias de efectos inmediatos en el cerebro. Al ir a rezar,
podemos estar ansiosos y hay regiones de nuestro cerebro controladas por
pensamientos, preocupaciones y emociones, pero después de 20 minutos de
oración, estas emociones se desactivan. La oración no solo es
fundamental para nuestras almas, sino también para nuestro cuerpo", explica. Por eso invita a "encontrar el
horario `de máxima audiencia´ -por la mañana o por la noche-, agendarlo y no
cancelarlo. Es el punto central de nuestra vida", agrega.
La hermana Mary Grace
sostiene un bebé junto a otras religiosas de Sisters of life y participantes
acuden a la March for life de 2023.
6º
DESCANSAR EN DIOS: APAGA EL MÓVIL Y ABRE LAS ESCRITURAS
La relación entre una
planificación de la oración y nuevas investigaciones relacionadas a sus
beneficios es el descanso. Otra de los descubrimientos que cita es que "meditar en una oración antes de acostarse una y
otra vez, mejor la capacidad para quedarnos dormidos. Si cambias tu pantalla por las
Escrituras, probablemente descansarás mejor y no solo dormirás, sino que descansarás del ocio".
Porque, plantea, "¿cuándo fue la última vez que hiciste algo
improductivo, sin resultados?". Rezar en este u otros momentos
supone una actividad "que da vida y que hace
que tu corazón descanse, se pregunte y mire hacia arriba. No es egoísmo y no es
una pérdida de tiempo, en realidad es abrir más mi corazón para recibir más el
regalo de la vida que Dios está derramando en mí sin límite ni costo, en cada
momento, para que podamos encontrar el descanso más
profundo en una vida sacramental sana. Nada puede fortaleceros
y uniros más a Dios mismo que la misa diaria. Nada puede liberarte como la
confesión mensual frecuente, si es posible. Y nada puede ayudarte más en tu
tiempo de oración que invocar la ayuda del Espíritu Santo. Así que
date permiso para descansar en Él".
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