JÓVENES DE MUCHOS MOVIMIENTOS, UNA VIDA OFRECIDA Y UNA CLAVE: «NUESTRA META ES EL CIELO»
Este domingo 25 de
junio, en la Iglesia de El Carmen de Abajo, en Salamanca, hizo
profesión carmelita Pablo Alonso Hidalgo, de 21 años, tomando el
nombre de Pablo María de la Cruz. Lo hizo rodeado de amigos y parientes,
con una dispensa especial, "in articulo mortis", por una
enfermedad grave que le augura una muerte cercana. Es algo que no sucedía en la
ciudad desde hace 200 años, indican los carmelitas.
El obispo de
Salamanca, José Luis Retana Gonzalo, presidió la ceremonia. El día anterior, el obispo ya
visitó al novicio para felicitarle a él y a su familia. Los padres del joven, Ricardo y Mari Carmen, le hablaron de su vida familiar y de fe, con sus 5
hijos, y con el reto de 6 años de la enfermedad de Pablo.
MUY
CONOCIDO POR LOS JÓVENES DE SALAMANCA
El joven explicó al obispo
que en los últimos años ha visto como distintos grupos
de jóvenes de Iglesia creaban grupos de oración y de rosario por él,
incluso en excursiones, en retiros, ofreciendo la misa. Él ha adquirido un gran
amor por la Iglesia y su diversidad, y ora y ofrece su vida por tres
intenciones que ha difundido:
- la conversión
de los jóvenes, que conozcan a Cristo;
- la unidad de los católicos,
de todos sus movimientos y realidades;
- y desterrar en todos el miedo a
la muerte.
La ceremonia de profesión en la
tarde del domingo la concelebró Salvador Villota Herrero, prior
provincial, acompañado de una veintena de sacerdotes
diocesanos y religiosos amigos. La comunidad carmelita del Convento de San
Andrés cuidó y animó la celebración litúrgica. En ese
mismo carmelo vivió San Juan de la Cruz,
el gran místico y poeta del s.XVI.
Amigos de Pablo María
de la Cruz en el coro de la Iglesia: muchos jóvenes de Salamanca han rezado por
él en estos años.
El templo se llenó con amigos
jóvenes de Pablo de distintos grupos: Camino Neocatecumenal, Hakuna, retiros Effetá y Jóvenes
por el Reino de Cristo. Se
vivió un peculiar ambiente que combinaba lo alegre y
festivo y lo sagrado y sublime.
"QUIEN
LUCHÓ, NO PERDIÓ"
Pablo escribe en su fórmula de
profesión y en su petición para ingresar en el noviciado: "Por el sufrimiento en la enfermedad me encontré con Dios, y por la muerte
en la enfermedad me iré con Él. Y por ello le doy
gracias. Quien luchó, no perdió".
Pablo María de la Cruz, en el día
de su consagración a Dios en la Orden del Carmen, se adhirió a lo que enseña la
regla carmelita: "vivir en obsequio de
Jesucristo", haciendo
voto de pobreza, obediencia y castidad hasta la muerte.
En su homilía, el prior le dijo: "Pablo María de la Cruz, háblale a Jesús, dile a Jesús:
'te atas a mí con lazos de amor'", le exhortó.
Llegó también un mensaje del
superior mundial de los carmelitas, el Prior General, Míceál O’Neill: "Me uno de corazón a la fe de Pablo y a la
alegría y generosidad de entrar en el Cielo siendo carmelita. Estoy seguro que su opción y su testimonio viene de
Dios, como don para él y para tanta gente. Que Dios y la Virgen lo bendigan a
él, a su familia y a su nueva Familia Carmelita", decía el mensaje.
Pablo María de la Cruz
profesa sus votos carmelitas con 21 años.
Los carmelitas valoran el paso
que el joven ha dado y que ha llegado a muchas personas de todas las edades. "¡Bendito lío el que has montado, Pablo María. Dios quiera que la entrega de tu vida nos sacuda la modorra, nos despierte de
nuestra vida distraída y nos recuerda lo esencial: nuestra meta es el Cielo y solo merece la pena vivir en
serio las cosas de Dios, sirviendo a los hombres", escriben en su
web.
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