Era un hijo que no le gustaba vivir en casa de su padre, por la constante "irritación" de su parte.
"Sí no vas a usarlo apaga el ventilador”, “la TV está encendida en
la sala donde no hay nadie.. ¡Apágala!”, “cierra la puerta”, “No gastes tanto
el agua”; al hijo no le gustaba que su
padre lo molestara por esas pequeñas cosas.
Él tuvo
que tolerarlas hasta cierto día en que recibió una invitación para una
entrevista de trabajo.
′′Tan
pronto como consiga el trabajo, voy a dejar esta ciudad. No escucharé ni una
queja más de mi padre”, fue lo que pensó.
Cuando
salía a la entrevista, el papá le aconsejó:
"Responde a las preguntas que se te hagan sin dudar. Incluso si no
sabes la respuesta, menciónalo con confianza."
Él le dio
más dinero del que realmente necesitaba para asistir a la entrevista.
El hijo
llegó al lugar de la entrevista y se dio cuenta de que no había guardias de
seguridad en la puerta.
Aunque la
puerta estaba abierta hacia afuera, probablemente era una molestia para las
personas que pasaban o entraban por ahí. Él cerró la puerta y entró en la
oficina.
En ambos
lados del camino, pudo ver hermosas flores, pero el jardinero había dejado la
llave abierta y el agua en la manguera no dejaba de correr.
El agua
se desbordaba en el camino, él levantó la manguera, la cambió de lugar y la
puso cerca de otras plantas que la necesitaban.
No había
nadie en el área de recepción, sin embargo, había un anuncio donde decía que la
entrevista sería en el primer piso.
Subió
lentamente las escaleras.
La luz
todavía estaba encendida a las 10 am, probablemente desde la noche anterior.
Él
recordó la advertencia de su padre:
′′¿Por qué estás saliendo de la sala sin apagar la luz?”, parecía que podía escucharlo ahora. Incluso sintiéndose molesto por éste
pensamiento buscó el interruptor y apagó la luz.
Arriba,
en un gran salón, vio a más personas sentadas, esperando a su vez, él miró la
cantidad de personas y se preguntó si tenía alguna oportunidad de conseguir el
trabajo.
Entró en
el pasillo con algo de nervios y pisó el tapete de "Bienvenida",
colocado cerca de la puerta, pero se dio cuenta de que estaba boca
abajo.
Enderezó
el tapete con algo de irritación.
Los
hábitos son difíciles de olvidar.
Él vio
que en las filas al frente había muchas personas amontonadas esperando,
mientras que las filas de atrás estaban vacías y varios ventiladores estaban
funcionando junto a estos asientos.
Él
escuchó la voz de su padre de nuevo:
′′¿Por qué los ventiladores están conectados en el área donde no hay
nadie?"
Apagó los
ventiladores que no eran necesarios y se sentó en una de las sillas vacías.
Vio a
muchos hombres entrar a la sala de entrevista y salir inmediatamente por otra
puerta.
Así que
no había manera de que alguien adivinara lo que se estaba preguntando en la
entrevista.
Cuando
llegó su turno, él se detuvo ante el entrevistador con cierta preocupación.
El
responsable tomó sus papeles y sin mirarlos, preguntó:
- ¿Cuándo puedes empezar a trabajar?
Él pensó:
′′¿Será
una pregunta capciosa que se está haciendo en la entrevista o es en serio que
me están ofreciendo el trabajo?"
- ¿Qué estás pensando?, -preguntó el jefe-…
...no le hacemos preguntas a nadie aquí, pues creemos que a través de
ellas no podremos evaluar las habilidades de alguien. Por lo tanto, nuestra
prueba es evaluar las actitudes de la persona.
Hicimos algunas pruebas basadas en el comportamiento de los candidatos y
observamos a todos a través de cámaras de CCTV.
Ninguno de los que vinieron aquí hoy, hizo nada para arreglar la puerta,
la manguera, el tapete de bienvenida, apagar los ventiladores o las luces que
estaban funcionando inútilmente... Tú fuiste el único que lo hizo, por eso decidimos
seleccionarte para el trabajo, -dijo el jefe-.
Él
siempre solía molestarse con la disciplina de su padre, pero hasta ese momento,
se dio cuenta de que gracias a ello, consiguió su primer trabajo.
Su
irritación e ira por su padre desaparecieron completamente, decidió que
llevaría a su padre también al trabajo y regresó a casa feliz.
¡Todo
lo que nuestros padres nos dicen es solo por nuestro bien, deseando un futuro
brillante para nosotros!
Para
convertirnos en un ser humano de valor, necesitamos aceptar amonestaciones,
correcciones y orientación, que eliminen los malos hábitos y comportamientos.
Eso es lo que nuestros padres hacen cuando nos disciplinan.
Nuestro
padre es nuestro maestro cuando tenemos cinco
años; un "villano" cuando tenemos
alrededor de veinte años y una guía toda la
vida.
Las
madres pueden ir a la casa de sus hijos cuando envejezcan; pero el padre no
sabe hacer eso.
No sirve
de nada lastimar a tus padres cuando están vivos y lamentar cuando se vayan.
Trátalos
bien siempre.
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