El escritor se sorprende de que todavía queden
personas con discapacidad
Ante las
declaraciones vertidas por el periodista y escritor Arcadi Espada en el
programa ‘Chester’ emitido por la cadena de televisión Cuatro el domingo 17 de
febrero, la Fundación Jérôme Lejeune en España ha publicado una reflexión ética
sobre el valor de cada persona.
(Fundación Lejeune) Don Arcadi Espada ha realizado
unas polémicas declaraciones en el curso del programa de televisión ‘Chester’, durante una entrevista realizada por el
periodista Risto Mejide, en donde manifestaba su sorpresa ante el hecho de que existan personas con discapacidad:
«Hay personas que consideran que, si alguien les
detecta un niño enfermo, tienen todo el derecho
a seguir adelante con el niño enfermo», eso a él le parece «una inmoralidad».
Para intentar salvar la
situación que generan estas afirmaciones, el señor Espada añade que él no les obligará «a
abortar». No contento con eso,
el señor Espada añade a continuación que «si el servicio público de salud detecta una
persona con una anomalía grave que va a impedir que lleve una vida normal,
y digo normal con el pleno uso y conciencia de por qué uso esta palabra», tenga
a su hijo, pero «cuídese de él, porque si el servicio público le ha avisado a
usted de que esa persona va a nacer con gravísimas deficiencias que van a
suponer para la sociedad un costo que podría haberse evitado, usted evidentemente deberá asumir: primero,
la responsabilidad moral de haber traído en esas condiciones un hijo al mundo;
dos, la responsabilidad económica de mantener a ese hijo en las
condiciones necesarias para la persona y su dignidad».
Ante estas declaraciones,
sorprendentes en una sociedad que ha descubierto el valor y la dignidad que
tienen todas las personas, independientemente de su estado o condición, la Fundación Jérôme Lejeune en España hace
las siguientes apreciaciones:
1. La existencia de una patología
o enfermedad en el ser humano no le niega su realidad personal. Es decir, las
personas lo son por el mero hecho de serlo, no porque vivan en determinadas
condiciones de idoneidad ni mucho menos porque otras personas les reconozcan su
ser personal. Y, precisamente por esta realidad personal, cada ser humano es
sujeto de derechos fundamentales que no pueden ser vulnerados por otros. Todo ser humano tiene derecho a vivir,
independientemente de las condiciones en que se produzca esta vida. Por tanto,
negar a una persona el derecho a la vida es siempre una vulneración de
derechos. Los padres que reconocen en sus hijos su derecho a vivir no
hacen sino reconocerles su ser persona. Obligar a un padre a violentar los
derechos de su hijo, como obligándole a quitarle la vida mediante el aborto
provocado, sí que sería una grave inmoralidad, además de contrario a toda
justicia y ordenamiento jurídico.
2. El síndrome de Down no es una
enfermedad, es una condición genética que se expresa a través de unas
condiciones concretas, entre las que destaca la discapacidad intelectual. Pero afirmar que las personas con síndrome de Down
son enfermas es un error a todas luces.
3. La sociedad española ha aprendido el valor de la justicia y de la
dignidad de cada persona, reconociendo los derechos fundamentales de todos
mediante la Constitución de 1978 y la ratificación de numerosos tratados
internacionales, entre ellos la Declaración Universal de los Derechos del
Hombre. Esto nos
ha permitido reconocer la grandeza de cada uno, más allá de las condiciones en
que se desarrolle su vida y su devenir. Por ello, no nos sorprendemos ante el
hecho de que muchos padres acojan en sus familias hijos con discapacidad o
enfermedad de cualquier tipo. Es más, sabemos, por propia experiencia, que la
presencia de estas personas en las familias es, en la gran mayoría de las
ocasiones, oportunidad de crecimiento y superación para todos sus miembros. La
belleza de la vida se manifiesta siempre que se le deja manifestarse y, de
forma especialmente intensa, en la realidad de la discapacidad y la asunción
del reto que representa.
4. Es obligación del servicio
público de salud en España respetar el derecho de toda persona a la asistencia
sanitaria. El diagnóstico médico está
llamado a ser la herramienta que permita el ejercicio de este derecho, y no la
privación del mismo. Los españoles nos sentimos orgullosos de haber
construido entre todos un servicio público de salud que respeta las normas de
la justicia, la equidad y la proporcionalidad. Lamentamos que haya ciudadanos
que no compartan la función de este servicio público.
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