Durante la Misa celebrada en la Casa Santa Marta
este jueves 28 de febrero, el Papa Francisco invitó a no posponer la
conversión, “porque nadie está seguro ni cómo ni cuándo terminará su vida”.
El Pontífice subrayó la importancia de no dejarse dominar por las
pasiones: “No sigas tu instinto, tu fuerza,
siguiendo las pasiones de tu corazón. Todos tenemos pasiones, pero permanece
atento, domina las pasiones”.
No obstante, también recomendó tener a mano las pasiones, porque “no son cosas malas, son, digámoslo así, son la sangre
para sacar adelante muchas cosas buenas, pero si no eres capaz de dominar tus
pasiones, entonces te frenarán”.
De todos modos, invitó a no ser temerario y no retrasar la conversión
pensando que “al final te librarás porque Dios es
misericordioso”.
Se puede pensar: “‘Ah, hasta ahora me he
librado…’. No. Hasta ahora te has librado, pero más adelante no lo sabes… No
digas: ‘La compasión de Dios es grande, me perdonará mis muchos pecados’, y así
voy adelante haciendo aquello que quiero. No pienses eso”.
Explicó que es el mismo consejo que se ofrece en la lectura del día del
Eclesiástico: “No esperes para convertirte al
Señor, no esperes para cambiar de vida, para perfeccionar tu vida, para
arrancar las malas hierbas. No esperes para convertirse al Señor y no lo
pospongas día tras día, porque de improviso se desencadenará la ira del Señor”.
“Nadie está seguro de cómo terminará su vida, ni de
cuándo terminará”, por eso, animó a “gobernar las propias pasiones y no ser gobernados por
ellas”. En este sentido, el Papa invitó a hacer un pequeño examen de conciencia
cada día para convertirse al Señor.
“Esos cinco minutos al terminar el día nos ayudarán
a pensar y a no posponer la transformación del corazón y la conversión al
Señor”, concluyó.
Redacción ACI
Prensa
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