El Papa hizo un llamado a no ceder a la violencia,
y menos bajo pretexto religioso, en la carta que escribió con motivo de los 800
años del encuentro entre San Francisco de Asís y el sultán Al-Malik Al-Kamel,
evento que será celebrado en Egipto del 1 al 3 de marzo.
La carta del Papa Francisco, escrita en latín, está dirigida al Prefecto
de la Congregación para las Iglesias Orientales, Cardenal Leonardo Sandri,
quien es el enviado pontificio en Egipto para las celebraciones del octavo
centenario del encuentro entre San Francisco de Asís y el sultán Al-Malik
Al-Kamel.
En su misiva, el Santo Padre recordó a San Francisco de Asís como un “hombre de paz” quien entendió que todo fue creado
por un solo Creador bueno, por lo que “todos los
hombres tienen en Él un Padre común”.
El Pontífice explicó que San Francisco “deseaba
llevar a todos los hombres, con espíritu alegre y ardiente” e invitó a
los frailes a llevar la noticia del amor inefable de “Dios
todopoderoso y misericordioso que quiere que todos los hombres se salven y
lleguen al conocimiento de la verdad” a pesar de los peligros.
NO A LA VIOLENCIA
El Papa Francisco pidió al Cardenal Sandri transmitir un “saludo fraterno” a todos, cristianos y
musulmanes, y su exhortación de no ceder a la violencia “especialmente con algún pretexto religioso”.
En cambio, el Pontífice los animó a impulsar “proyectos
de diálogo, reconciliación y cooperación” dirigidos a la “comunión fraterna” para difundir la paz y el
bien.
Por último, el Papa impartió su bendición a “todos
los promotores del diálogo interreligioso y de la paz” y a los
participantes de las celebraciones de este octavo centenario.
Precisamente, durante el encuentro interreligioso en el que participó
durante su reciente viaje apostólico a los Emiratos Árabes Unidos, el Santo
Padre expresó que con ocasión de este aniversario aceptó la invitación “con gratitud al Señor” para ir a Abu Dhabi como “creyente sediento de paz, como un hermano que busca la
paz con los hermanos” y animó a querer y a promover la paz, a ser “instrumentos de paz”.
El encuentro de san Francisco con el sultán ocurrió en 1219 en Damieta,
cerca de la capital de Egipto, El Cairo. Según explicó el Papa, san Francisco
conversó con el sultán “con un corazón intrépido
que no había sido enviado por los hombres, sino por el Dios Altísimo, para
mostrarle a él y a su pueblo el camino de salvación y proclamar el Evangelio de
la verdad” y el sultán, “viendo el admirable
fervor del espíritu y la virtud del hombre de Dios, lo escuchó con gusto”.
Redacción ACI
Prensa
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