Rey de Salem, la
secta de impronta cristiana que difunde
la doctrina de que Cristo es mujer, fue fundada hace cinco años. Aunque
sus colaboradores en Colombia dicen que adelantan el trámite para obtener la
personería jurídica, necesaria para poder recaudar diezmos, en el Ministerio
del Interior aún no tienen registro de esta diligencia, según informa Joseph
Casañas en El Espectador.
TATUAJES CON LAS INICIALES DE
SUS LÍDERES
Para reafirmar sus
convicciones religiosas, Gustavo Alberto Escobar Maya, un taxista de Cali de 48
años, se mandó tatuar en la frente
un par de letras. La M y la L. Son las iniciales de quienes considera
son sus padres religiosos: Melquisedec
- Lisbet. La marca la tiene arriba de la ceja derecha. “Cuando mi padre y madre (Melquisedec - Lisbet) me
permitieron comprender la evidencia bíblica que está en Hebreos 8:10 y, luego
de aceptar que Dios es quien habita en mi mente, me hice tatuar”.
No es el único que tiene en su
cuerpo. Sobre el dorso de la mano derecha se mandó rayar el mismo símbolo, pero
en éste se alcanza a leer un título: Rey de Salem, el nombre de la secta que en septiembre cumplió
cinco años desde su fundación y a la que pertenecen al menos 2.000 colombianos. La vida
eterna es la promesa que Lisbet García les hace a sus seguidores.
UNA SEÑORA QUE “ES CRISTO”…
VIUDA DE OTRO “CRISTO”
Su concepción de las doctrinas
cristianas es tan curiosa como controvertida. Cree en Jesús, y también en los
santos y los ángeles, pero de forma distinta a católicos y evangélicos. Lisbet García es la viuda de José Luis de
Jesús Miranda, otro líder religioso que decía ser Cristo.
Según Miranda, Jesús se
había reencarnado en él. Ahora, Lisbet está consiguiendo seguidores por
todo el subcontinente con un discurso que repite sonrojarse: “Soy Cristo. La esposa de
nuestro rey Melquisedec”.
SU SITUACIÓN EN COLOMBIA
Sobre el brazo derecho de
Gustavo se ve tatuada una bandera de Colombia y, sobre ella, está escrita la
palabra PAZ, así, en mayúsculas. Hace cinco años, bajo esas tintas que cada vez
lucen menos vivas, estaba tatuado
el 666, el llamado número de la bestia. Gustavo, como miles de fieles en
Centro y Suramérica, se mandaron pintar esa cifra cuando pertenecían a la
extinta secta Creciendo en Gracia.
José Luis de Jesús Miranda, el
líder de ese grupo, aseguraba que
no era un número satánico, sino que en realidad era un símbolo de seguridad,
sanidad y prosperidad. Pero ese fragmento de la historia, según
Gustavo, “es parte del pasado”.
El funcionamiento de grupos
como Rey de Salem está amparado por el artículo 19 de la Constitución, según el
cual “toda persona tiene derecho a profesar
libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva”. Aunque en Colombia las iglesias no están
obligadas a pagar impuestos, según fuentes del Ministerio del Interior
consultadas por El Espectador, Rey de Salem no ha adelantado el trámite para
obtener la personería jurídica.
Según la Ley 133 de 1994, en
el artículo 14, únicamente las entidades religiosas que tengan personería
jurídica tendrán derecho a, entre otras cosas, “solicitar
y recibir donaciones financieras de personas naturales o jurídicas y organizar
colectas entre sus fieles para el culto, la sustentación de sus ministros y
otros fines propios de su misión”. Sin
embargo, y pese a no contar con la personería jurídica, Rey de Salem pide diezmo a sus fieles.
Según Juan Carlos Sáenz,
adepto de la secta en Colombia, “el diezmo es algo que ordenó Dios para el
sostenimiento de la iglesia. Para pagar los arriendos del lugar donde
nos congregamos, pagar la luz y el agua”.
En el país hay
registradas 6.500 entidades
religiosas. No obstante, esta cifra va en aumento. Esta situación tiene
en alerta máxima a un sector de la comunidad cristiana que advierte que hay
entidades que están aprovechando las zonas grises de la Constitución en materia
de libertad de cultos para crear
iglesias de papel y, de esta forma, recaudar dinero. Frenar esta
avalancha de mercaderes de la fe es una de las funciones de la recién creada
Dirección de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior.
RESPONDE A NECESIDADES
PROFUNDAS
William Mauricio Beltrán,
profesor de la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional, explica
que “en el cristianismo siempre habrá la
esperanza de un regreso de Cristo a la tierra. Por eso, este tipo de fenómenos se presentan con
alguna frecuencia”. Según
el experto, estas personas tienen buenas capacidades oratorias y personales, lo
que hace que sean seguidos por un número determinado de gente que está
esperando el retorno de Cristo hombre.
“Estos
casos se registran principalmente en sociedades con precariedades materiales,
incertidumbre social, dificultades económicas y de salud. Sociedades en las
que hay urgencia de encontrar a un
salvador que se pueda tocar, que se sienta cercano y que ofrezca esperanza”.
En el último tiempo, dice
Beltrán, estos personajes tienen habilidades empresariales y logran convertir
su carisma en una multinacional. “Son expertos en manejos de medios de comunicación,
redes sociales, radio, televisión e internet”.
EL PELIGRO DE LAS SECTAS
La Red de Apoyo para Víctimas
de las Sectas explica que el miedo
y terror son elementos necesarios para la actuación de las sectas,
porque están relacionados con los castigos, las maldiciones y la creencia de
que “algo malo me va a pasar” si no se sigue
cierto camino.
Las sectas, explica la Red,
tienen una estructura piramidal.
En la cima está el líder, que crea y desarrolla la organización. En los
siguientes niveles se encuentran los otros miembros estratificados, según los
niveles de poder. Su estatus no depende de su nivel económico ni de educación.
LOS ORÍGENES DEL GRUPO
No se puede hablar de Rey de
Salem y Lisbet García sin hacer referencia a Creciendo en Gracia y a José Luis
de Jesús Miranda, un puertorriqueño que nació en Ponce en 1946 y que se hizo
tristemente célebre por
autoproclamarse Dios supremo. Lisbet García estuvo casada con él y hoy
transita su mismo camino.
Aunque en varias
oportunidades Miranda dijo que no
podía morir, el 17 de noviembre de 2013 el Papi, como lo llamaban sus
seguidores, falleció en Orlando, Florida. Días después
Lisbet promulgó su tesis: “Soy Cristo y la esposa de Dios”. Dicho
postulado controvierte el origen central del cristianismo, pero a Rey de Salem
eso lo tiene sin cuidado y, extrañamente, se basan en la misma Biblia para
explicar por qué sostienen que
Cristo en realidad era y es una mujer.
“Cristo María estaba embarazada cuando fue a
la cruz, pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y
al instante salió sangre y agua (Juan 19:34). Esto demuestra que Ella estaba
embarazada y que no solo la mataron, sino que también mataron al hijo de la
Promesa que llevaba en su vientre. Los
hombres malos y perversos ocultaron la verdad de que Cristo es y siempre ha
sido una mujer, ellos se encargaron de destruir toda evidencia de Ella y de su
nombre”, se lee en la página oficial de esta congregación.
PROMETEN HASTA LA REGENERACIÓN
CELULAR
Juan Carlos Sáenz, adepto de
Rey de Salem en Colombia, dice que por cuenta de las revelaciones de
Lisbet “se han entendido muchas cosas,
entre ellas que Dios no es un tipo de barba blanca hablando cosas sentado desde
un monte”. Según dice, “a los mismos líderes religiosos de hace 2.000
años les parecía terrible que Cristo fuera una mujer. Ellos esperaban un
guerrero que los salvara y matara a todos los que estuvieran en su contra. Por
eso la asesinaron. El Vaticano
siempre ha tenido un culto machista”.
Mientras conduce su taxi,
Gustavo le dice a El Espectador que es inmortal, que está
aprendiendo a vivir como tal. “Ser inmortal
es un proceso que toma tiempo. Lo primero que hay que hacer es escuchar las
palabras hermosas de Cristo Lisbet y hacer su voluntad. Si lo hacemos, las células de nuestro cuerpo se regeneran y
así rejuvenece el cuerpo físico eternamente. Es como un matrimonio
perfecto entre mente y espíritu”, dice.
En este sentido, Juan Carlos
Sáenz explica que, aunque Cristo Lisbet no prohíbe nada, sí hace una serie de
recomendaciones para “desintoxicar el
cuerpo y de esta forma buscar la vida eterna”. “Se aconseja no beber en exceso. Uno puede tomarse un
aguardiente, pero emborracharse, no. Eso no tiene sentido”.
El colaborador de Cristo
Lisbet en Colombia explica que dejar de tener sexo también forma parte de la
llamada desintoxicación. “El sexo es
maravilloso y Dios lo creó. Pero debe ser bien usado. Pero si tú te desaforas,
¿para qué? El sexo es para el matrimonio, no para estar por ahí teniendo hijos
a diestra y siniestra”.
EL CULTO DE LA SECTA
El
Espectador estuvo en una de las reuniones
de Rey de Salem en Bogotá. Se congregan todos los domingos, de 3 a 4 de la
tarde, en un salón ubicado en el barrio Normandía, en el occidente de la
ciudad. Llegan más de 100 personas. Unas pantallas proyectan textos bíblicos,
alabanzas y, desde luego, a Lisbet García, quien habla delicadamente y viste de
sastre. Parece más una ejecutiva
que una deidad todopoderosa.
El silencio es absoluto, los
fieles sólo abren sus bocas y aplauden con timidez cuando suena una alabanza.
La única interrupción se registra al momento de diezmar. Tres señoras con
actitud solemne se ubican al frente del auditorio con un balde. Allí los “santos”, como se hacen llamar quienes creen en
Lisbet, depositan el sobre con el
dinero. También se reciben cheques.
El
Espectador intentó tramitar una
entrevista con Lisbet García. Sin embargo, sus colaboradores remitieron a un
comunicado en el que se advierte: “Debido
al sensacionalismo, el cual siempre ha caracterizado a los reporteros y
periodistas que se han acercado, Nuestra
Reina ha decidido no otorgar entrevistas. Hasta que el mundo sepa
apreciar que Dios le está hablando a través de su Espíritu Santo, Su Esposa, Su
Ungida, se evitarán entrevistas
para que no traspasen a Cristo en medio nuestro; tal y como sucedió hace
dos mil años, para que puedan valorar su grandeza y recibir su enseñanza y
bendición”.
Secretaría RIES
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