Permanecían ocultas
en el baño. Con una copa. En ella pretendían
beber la sangre de sus víctimas, a las que trocearían. Las dos niñas ya
habían advertido de que algo grave ocurriría en el colegio. Por eso se reforzó
la seguridad y pudieron encontrarlas, tal como leemos en Infobae.
El hecho ocurrió el pasado 23
de octubre en el Bartow Middle School, de Bartow (Florida, Estados
Unidos). Las alumnas, de 11 y 12
años, fueron puestas bajo custodia. Toda la comunidad quedó conmovida
con el descubrimiento y por el nivel de agresividad de las niñas. Las
identidades de las menores y de sus padres no fueron hechas públicas para
preservar su identidad.
Una vez que fueron llevadas
ante el director de la institución, les pidieron que vaciaran sus bolsillos. En
ellos llevaban un cuchillo y un afilador. Cuando solicitaron que dejaran
requisar sus mochilas, descubrieron una cuchilla de carnicero, tijeras y hasta
un cortador de pizzas. Al ser interrogadas sobre qué estaban haciendo
encerradas en el baño, confesaron:
planeaban matar a varios estudiantes.
UN PLAN MINUCIOSO
“Querían matar al menos a 15 personas y estaban
esperando en el baño para encontrar niños más pequeños que pudieran ser sus
víctimas”,
dijo el jefe
de policía de Bartow, Joe Hall, quien agregó: “creo
que estas dos pequeñas niñas –las llamaré ‘pequeñas niñas’ porque sólo tienen
11 y 12 años– se sentaron seriamente y planearon hacer daño corporal a otros estudiantes en la
escuela”.
Desde el fin de semana previo,
las agresoras intercambiaron mensajes de texto en los cuales planificaban sus
ataques “minuciosamente”. En uno de ellos, incluso, dieron cuenta de que
estaban inspiradas por el demonio. “Hoy estamos haciendo esto gracias a Satán”, decía uno de ellos, de acuerdo con los
documentos policiales.
Una vez puestas bajo
custodia, las alumnas indicaron
que eran “adoradoras de Satán” y que planeaban beber la sangre de sus
víctimas en la copa que habían llevado a la institución educativa.
Pero había más: también habían proyectado que comerían los restos de
carne de aquellos a quienes asesinaran con sus armas cortantes y
que, tras dejar los cadáveres en la puerta de entrada del Bartow Middle
School, se quitarían la vida.
“PARA ESTAR CERCA DE SATANÁS”
Visiblemente alteradas en sus
facultades, la lógica que utilizaron ambas estudiantes fue espeluznante y
tenebrosa. Creían que si mataban a
esos 15 estudiantes se convertirían en peores pecadores, pero además después de
suicidarse podrían asegurarse un lugar en el infierno, “para estar cerca de Satanás”, de acuerdo al documento presentado por los
investigadores.
¿Y los padres? La Policía de Bartow está
completamente segura de que no estaban al tanto de los ideales satánicos de sus
hijas y de que nunca supieron
sobre sus planes para asesinar compañeros, de acuerdo con ABC.
Ambas estudiantes fueron arrestadas y acusadas de conspiración para
asesinar, posesión de armas en una escuela e interrupción del funcionamiento
del recinto escolar. En las próximas horas, los fiscales deberán decidir
si las niñas serán acusadas formalmente como menores o adultos. Actualmente,
las alumnas se encuentran bajo
custodia policial. La superintendente de las Escuelas del Condado de
Polk, Jacqueline Byrd, dice que promoverán la expulsión de ambas.
CÓMO SE DESCUBRIÓ
El jefe del Departamento de
Policía de Bartow emitió un comunicado en el cual trata de llevar tranquilidad
a una convulsionada comunidad. “Entiendo
que la reciente noticia de un complot para matar estudiantes en la Escuela
Intermedia Bartow es preocupante”, dijo Hall.
“Sin
embargo, quiero dejar claro que sus hijos son nuestros ciudadanos más preciados
aquí en la ciudad y hacemos todo lo posible, todos los días, para asegurarnos
de que nuestros niños estén seguros. Trabajamos muy de cerca con la Junta
Escolar del Condado de Polk y quiero asegurarles que haré todo lo que esté a mi alcance para garantizar la
seguridad”, agregó el
oficial mayor.
La conspiración se detectó
gracias a la comunicación que la madre de una de las niñas mantuvo con las
autoridades de la institución. Después del primer período, la madre de una de
las sospechosas recibió un aviso de la escuela de que su hija no había asistido
al segundo período. Sin embargo, esta se comunicó con la escuela y dijo que a
su hija la habían dejado allí esa mañana.
La situación llamó la atención
de las autoridades escolares, que comenzaron a revisar cada rincón de los
edificios del Bartow Middle School. Finalmente, ambas fueron encontradas en el baño, escondidas,
agazapadas, con una copa. La misma que utilizarían para beber la sangre de sus
inocentes víctimas.
Secretaría RIES
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