Catequesis del Papa Francisco del 13 de marzo de 2024.
Por: Tiziana Campisi | Fuente: Vatican News
Se trata de una reflexión introductoria sobre las virtudes, tras ocho
catequesis dedicadas a los vicios, que desarrolló el Papa Francisco en la
audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro. Todavía refriado, el
Pontífice confió la lectura a un colaborador de la Secretaría de Estado, el
padre Pierluigi Giroli. En el texto, el Papa invita a "volver
la mirada" a lo que se opone a "la
experiencia del mal" y explica que si "el
corazón humano puede complacer las malas pasiones" y hacer caso a las
tentaciones, "también puede oponerse a todo esto", porque "el ser humano está hecho para el bien",
por lo que puede realizarlo y "ejercitarse en
este arte", haciendo que ciertas disposiciones se vuelvan
permanentes, estables y firmes en definitiva. Los filósofos romanos hablaban de
virtus, recuerda Francisco, señalando que virtuoso es una persona "fuerte, valiente, capaz de disciplina y
ascesis" y que, por tanto, el ejercicio de la virtud "requiere esfuerzo e incluso sufrimiento". Los
griegos, por su parte, utilizaban el término aretè para indicar "algo que sobresale", "emerge"
y "suscita admiración", lo que
lleva a concluir que virtuoso es aquel individuo que es "fiel a su vocación" y que "se
realiza plenamente".
REDESCUBRIR LAS VIRTUDES
Virtuosos son entonces los santos,
"aquellos que llegan a ser plenamente ellos
mismos, que realizan la vocación propia de todo hombre", subrayó el
Papa, aclarando que no deben considerarse "excepciones
de la humanidad: una especie de pequeño círculo de campeones que viven más allá
de los límites de nuestra especie". Y si hoy "la justicia, el respeto, la benevolencia recíproca,
la amplitud de miras" y "la
esperanza" son "una rara
anomalía", es necesario, en cambio, practicar las virtudes y tener
presente que Dios nos creó a su imagen.
“El capítulo de la
acción virtuosa, en estos tiempos dramáticos nuestros en los que a menudo nos
encontramos con lo peor de lo humano, debería ser redescubierto y practicado
por todos. En un mundo deformado, debemos recordar la forma en la que hemos
sido moldeados, la imagen de Dios que está impresa para siempre en nosotros”.
QUÉ ES LA VIRTUD
"La virtud es
una disposición habitual y firme a hacer el bien", reza el Catecismo de la Iglesia católica; no es algo "improvisado", añade Francisco, y no
puede clasificarse entre los actos buenos, de los que incluso los delincuentes
pueden ser capaces "en un momento de
lucidez", que "están escritos en
el 'libro de Dios'". Por el contrario, "es
un bien que surge de una lenta maduración de la persona, hasta convertirse en
su característica interior".
“La virtud es un
hábito de libertad. Si somos libres en cada acto, y cada vez estamos llamados a
elegir entre el bien y el mal, la virtud es lo que nos permite tener un hábito
hacia la elección correcta”.
DIOS COMPLETA LAS BUENAS OBRAS QUE ESBOZA
EL HOMBRE
Pero, ¿cómo
alcanzar la virtud? El cristiano puede beneficiarse ante todo de la
ayuda de la gracia de Dios, dice el Papa, de hecho, en los bautizados "actúa el Espíritu Santo, que obra en nuestra alma
para conducirla a una vida virtuosa". Y así, incluso quienes se han
visto "incapaces de superar" ciertas
debilidades han "experimentado que Dios ha
completado" la obra de bondad que han esbozado, porque "la gracia precede siempre a nuestro
compromiso moral", señala Francisco.
SABIDURÍA Y BUENA VOLUNTAD
Por último, son necesarios dos
elementos para que la virtud crezca y se cultive. En primer lugar, es necesario
pedir, entre los dones del Espíritu, el de la sabiduría, indica el Papa. El
hombre "no es territorio libre para la
conquista de los placeres, de las emociones, de los instintos, de las
pasiones", incapaz de hacer frente a "estas
fuerzas, a veces caóticas, que lo habitan", la sabiduría le permite
"aprender de los errores para dirigir bien la
vida". Y luego hace falta buena voluntad, concluye Francisco, es
decir, "la capacidad de elegir el bien, de
moldearnos mediante el ejercicio ascético, rehuyendo los excesos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario