VAN SON PROPONE CHARLAR: «LA GENTE ES MÁS ABIERTA A ESCUCHAR TU HISTORIA QUE A HABLAR CON TEÓLOGOS»
Ser uno mismo, que la apertura y la forma de hablar
sea natural o que el interlocutor no se sienta `golpeado´ por la fe son algunos
de los aspectos básicos para entablar cualquier conversación de regreso a la fe
con familiares y amigos.
De entre las muchas labores que
el polifacético Gene M. Van Son, católico
nacido en Chicago, ha ejercido en su vida, la del periodismo y la comunicación evangelizadora es
una de las más prolíficas.
Casado desde hace medio siglo,
católico desde su nacimiento y actualmente catequista, escribe con frecuencia para medios como Catholic Stand,
del que es editor jefe, o Crisis magazine. En uno de sus
últimos escritos, aborda una serie de consejos y prácticas sugerencias para
la "reevangelización"
de amigos y familiares que,
habiendo sido educados en la fe, han llegado a ser "tibios"
e incluso indiferentes con la práctica religiosa.
Menciona que si se desea recordar
a alguien su fe y que la vuelva a poner en práctica, lo primero a tener en
cuenta es un "estudio
y preparación" para una
conversación al respecto.
Preparación que debe tener en
cuenta si el conocido, antes de abandonar la práctica religiosa, era "católico
devoto o tibio", o "católico
sólo de nombre".
Tener clara su edad, su educación -en centros católicos o públicos-, su titulación o si
recibió una buena catequesis son otros requisitos necesarios para una
buena preparación.
CONVERSACIÓN,
NO MONÓLOGOS
Van Son invita a que la
conversación sea eso, dos personas intercambiando
ideas, y no un sermón o
conferencia de uno sobre otro.
En el caso que expone, centra el
hilo conductor en un hipotético católico que ya no acuda a misa, pero los consejos son válidos para otro tipo
de variantes.
"La persona
con quien hablas podría pensar que estás criticándole o
diciéndole lo que tiene que hacer. Lo ideal es que la persona llegue por sí
misma a la conclusión de que está equivocada. Por eso debes hacer
preguntas como por qué piensa eso o qué le ha llevado a opinar así", explica.
`Lo ideal es que la persona
llegue por sí misma a la conclusión de que está equivocada´, afirma Gene
M. Van Son.
También invita a la paciencia,
pues "puede que no ir a misa se haya convertido en
un hábito y, aunque sea un mal hábito, a la gente le gusta racionalizar
su comportamiento. Puede que lleve un tiempo que `vea la luz´" o
que incluso "tenga que volver a ser
evangelizado".
Para ello, se hace eco
de varias propuestas útiles en la evangelización. Lo primero, saber quién es
quién en el proceso:
1º
EL "INTERMEDIARIO"
Como evangelizadores, dice, "nuestra responsabilidad es compartir la Buena
Nueva de la Salvación a
través de Jesucristo".
2º
EL ACTOR PRINCIPAL
"Dios
es responsable de convencer a la verdad al oyente de las buenas
nuevas".
3º
EL INTERLOCUTOR
"El oyente de la
Buena Nueva es responsable de responder a la verdad".
Aunque pueda resultar evidente,
Van Son incide en ello porque la responsabilidad del que evangeliza solo es "hacer el esfuerzo", mientras que Dios
es el verdadero "responsable de convencer de
la verdad al oyente". Y es algo que "probablemente
tendrá lugar según el plan y tiempo de Dios, no el nuestro",
matiza.
Aclarados los pasos previos, recoge 8 pautas enfocadas en la
"reevangelización":
1º
PREPÁRESE EN LA ORACIÓN
"Pon a
trabajar a la Santísima Madre y al Papa San Juan Pablo II y pídeles
ayuda".
2º
PREPARA EL TERRENO
"Muestra
interés, amor y preocupación. Nunca sabemos cuándo alguien se abrirá a
nosotros. Si la relación entre usted y su ser querido `católico no católico´ es
`tensa´, antes de intentar volver a evangelizar al individuo, primero
debes trabajar para reparar la relación. Si tienes una relación
buena, afectuosa y amorosa con la persona, es algo que ya tienes
avanzado".
3º
SÉ TÚ MISMO
"Algunas
personas tienen un carisma especial para la evangelización, pero todos
los católicos estamos llamados a evangelizar. Incluso si eres una
persona tímida o reservada por naturaleza, está bien así: sé tu `yo´ más
natural".
4º
CONFÍA EN EL SEÑOR
Confía en que el Espíritu
Santo te dará las palabras.
5º
BUSCA UN MOMENTO DE APERTURA NATURAL
"Empatiza. Muéstrale
que eres una persona de fe, pero no se la tires a la cara. Las
aperturas naturales son mucho más fáciles de obtener con un ser querido,
especialmente si tenéis la costumbre de compartir los altibajos de sus
vidas".
6º
SÉ AUDAZ Y VALIENTE
"Sé testigo de
tu fe. Dios nos usa de maneras asombrosas, así que deja que la luz
brille. Las personas son más propensas a escuchar o dar testimonio que
escuchar a un teólogo. Más importante que compartir la palabra
al evangelizar (o reevangelizar) es compartir tu alegría y ser testigo de tu
fe".
7º
¿QUÉ DEBO DECIR?
En este punto, Van Son recurre a
la nemotécnica del "kiss, keep it simple,
stupid", en español sería, "hazlo
sencillo". Lo menciona porque a la hora de empezar una
conversación, no es necesario elaborar
elevados y complejos discursos, sino solo saber que "la mayoría de las personas tienen la sensación de
que algo anda mal en su interior. Anhelamos algo más y nada terrenal podrá
satisfacerlo. Puedes centrarte en eso preguntando: '¿Eres realmente feliz?'".
8º
NO TENGAS MIEDO AL RECHAZO
"Deja los resultados a
Dios. No tengas miedo a recibir un comentario negativo o incluso una
respuesta agresiva. Al reevangelizar, al menos estás plantando
semillas. Quién sabe lo qué podría pasar.
El Espíritu Santo podría recordarle algo que le dijiste sobre Dios, la
oración o la importancia de ir a misa. Date cuenta de que las personas más
difíciles de evangelizar o reevangelizar son los miembros de tu propia
familia. Te conocen a ti y a todos tus defectos. Así que
sé humilde".
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