EL LUCHADOR VIVIÓ LA GUERRA Y UNA INFANCIA DIFÍCIL: «MI ÚNICO MIEDO ES PERDER LA BENDICIÓN DE DIOS»
En una reciente entrevista para un medio digital,
el luchador hispano-georgiano Ilia Topuria aseguraba que "Dios siempre ha
existido en mi vida, desde el día que nací".
El Campeonato Mundial de Peso
Pluma UFC de artes marciales mixtas, disputado el pasado 17 de febrero en
Anaheim, California (EE.UU), detuvo durante unos segundos el
mundo entero, o al menos el panorama mediático internacional.
Un luchador hispano-georgiano,
apodado "El Matador" y de nombre
Ilia Topuria, derrotaba por KO en el segundo
'round' al campeón australiano
Alexander Volkanovski, el más longevo de la competición con 1526 días. Gesta
que llevó al deporte español a una nueva dimensión.
Pero, ¿quién
es este luchador nacido en Alemania en 1997, que llegó a España siendo casi un
niño y que asegura que gana todos sus combates gracias a la fe? Veamos.
Topuria hace la señal
de la cruz al modo ortodoxo después de uno de sus combates.
Aunque entre España y Georgia se
extiende todo un continente llamado Europa, los vínculos entre los "primos ibéricos" son estrechos y
apasionantes. Con un idioma entre los más difíciles
del mundo, los lingüistas aseguran que el idioma georgiano contiene varias palabras relacionadas con el
vascuence. Es más, se cree que por "la Iberia caucásica" -como se conoce a
Georgia- pasaron los vascos originarios camino de nuestra Península Ibérica.
Fue, precisamente, Georgia, la
mítica Cólquide, el lugar al que acudió Jasón en busca del vellocino de oro, y
donde su Gobierno instituyó hace unos años el Toisón de
Oro, reconocimiento homónimo a la condecoración más importante que
entrega la monarquía española en la actualidad (el político Javier Solana tiene ambos, el español y el georgiano).
Por todo esto, cuando el pasado
sábado Topuria se enfundó sobre el ring una bandera mitad española y mitad
georgiana a mucha gente le pareció algo tan normal. Los vínculos
entre ambos países son estrechos y la comunidad georgiana que vive en España, especialmente en
zonas como Cataluña o Levante, es muy numerosa (otro georgiano, Niko
Sherazadishvili, compite actualmente con España y es campeón del mundo de
Judo).
DIOS
Y UNA INFANCIA COMPLICADA
Nacido de padres georgianos en la
ciudad alemana de Halle, Ilia Topuria y su familia vivieron en el país hasta el
2003, momento en el que regresaron a Georgia. Allí, Ilia, comenzaría a
practicar lucha grecorromana junto con su hermano Aleksandre. Y, cada día,
de camino al gimnasio, se encontraban con la fachada
de una iglesia ante la que ambos se santiguaban.
Su situación personal por esos
años no fue nada fácil. A la separación de
sus padres, cuando tenía 8 años, se sumó la inestabilidad política y social del país. En 2008 se produjo la
guerra Georgia-Rusia en Osetia del Sur. Y, con 15 años, Topuria se marchó a
vivir a España. Un día de 2012, al poco de llegar a Alicante, Ilia y su hermano
se cruzaron con un hombre que "tenía las
orejas de coliflor" por practicar lucha de contacto. Interesados,
le preguntaron cómo podían hacer aquella disciplina desconocida, y así se
empezó a gestar este gran campeón.
Lo más interesante de esta
historia es que ni una, tampoco dos, ni siquiera tres, sino en multitud de
ocasiones, el hispano-georgiano ha manifestado públicamente la importancia que
tiene la fe en su vida. "Agradezco
el hecho de que Dios me haya brindado este camino",
decía Topuria hace unos días en la cadena COPE a la pregunta de si afrontaba
con optimismo su gran combate.
El luchador, de fe ortodoxa -la
mayoría de georgianos son ortodoxos, los católicos son apenas un 0,5%- afirmaba
que es muy creyente porque "la creencia fue lo
que me trajo hasta aquí" y que la oración es un elemento clave en
su rutina: "Por supuesto que rezo mucho. Cada
día que nos despertamos es un regalo". En una reciente entrevista para el
Hufftpost, Topuria aseguraba que "Dios siempre ha existido en mi vida, desde el día que nací".
"Hemos pasado
muchísimos momentos duros, pero Él fue el único que estaba a mi lado,
el que nunca me dejó rendirme, fue el que siempre me iluminó el camino y me dio
las oportunidades de alcanzar todo lo que me había propuesto. Él te dice 'ten
la fe en mí, confía en mí y todas las cosas buenas te pasarán'. ¿Y qué derecho
tengo de no hacerlo? ¿A quién voy a creer si no le creo a Él?", afirmaba Topuria.
Puedes escuchar aquí a
Topuria hablar sobre Dios.
La fe para este padre de un niño
llamado Hugo, casado con Giorgina Uzcategui, y que acaba de anunciar la venida
de su segundo hijo, es el "ingrediente mágico
para tener éxito en cualquier ámbito de la vida". "El Matador",
como lo llaman, no tiene muchos miedos. De hecho, solo ha confesado tener uno: "Tengo miedo de perder la bendición de Dios".
Su fe es, junto a su familia y su trabajo, uno de los grandes pilares que lo
sostienen.
"NO
BUSCO EL ÉXITO, BUSCO LA FELICIDAD"
Aunque su aspecto es rudo y
malencarado no tiene nada que ver con cómo es en las distancias cortas. "El motivo número uno del fracaso en la vida es el
miedo, que es por por lo que las personas no alcanzan su mayor potencial. No
puedo permitirme vivir con ese miedo porque yo lo tengo clarísimo: todas
las cosas buenas están al otro lado del miedo. No puedo dejar que
todo eso me aleje de lo que puedo llegar a ser. El mayor miedo que tengo es no
poder ver a Ilia en su mejor momento, sacando su máximo potencial y dando lo
mejor de él", comentaba a Huffpost.
Y, sobre el éxito, aseguraba: "Para mucha gente el éxito es una una medalla que te
cuelgas, y para mí el éxito no consiste en eso. Yo no busco el éxito, busco la
felicidad. La felicidad con uno mismo, ese es el verdadero
éxito". En una entrevista reciente al canal de YouTube The Wild
Project, Topuria relató una anécdota curiosa con un billete que se encontró en
el suelo.
"Un día íbamos
mi hermano y yo muertos de hambre a la Iglesia, soñando con comernos una pizza,
y encontramos un billete tirado en el suelo. Pensé: '¿cómo puede ser que no exista
Dios'? Mi
hermano y yo siempre contamos esta anécdota. Lo peor es que cuando fuimos a
comprar nos dimos cuenta de que teníamos que competir y nos guardamos el
dinero. Fue un ejemplo que Dios me dio, de que muchas veces soñamos con algo
que realmente no queremos", confesaba
el luchador.
En los planes del
hispano-georgiano está ahora poder defender su título contra el mítico y
polémico Conor McGregor en el remodelado estadio Santiago Bernabéu. El
irlandés bautizó a su hijo hace unos años en el Vaticano y confesó
recientemente: "Mucha gente no sabe que soy
una persona muy devota. Soy católico irlandés. Nuestra madre nos lo inculcó.
Siempre llevo una cadena con una medalla de San Miguel Arcángel. Él
te protege, ayuda al bien a vencer al mal. También tengo una medalla
con San Cristóbal, te protege en el camino. Somos una familia religiosa,
creemos en Dios".
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