Levántate con el sol para orar. Ora sola/o. Ora frecuentemente. El Gran Espíritu oirá, ciertamente, si le hablas.
Sé
tolerante con aquellos que han perdido el camino. La ignorancia, la presunción,
la ira, los celos y la avaricia (codicia), provienen de un alma perdida. Ora
para que ellos encuentren guía.
Búscate a
ti mismo, por tus propios medios. No permitas que otros hagan tu camino por ti.
Es tu senda y sólo tuya. Otros pueden caminar contigo, pero nadie puede hacer
tu camino (o caminar tu senda) por ti.
Trata a
los huéspedes en tu casa con mucha consideración. Sirveles la mejor comida,
dales la mejor cama y trátalos con respeto y honor.
No tomes
lo que no es tuyo, sea de una persona, una comunidad, de la selva o de una
cultura. No fue dado ni ganado. No es tuyo.
Respeta a
todos los seres que están sobre esta tierra.
Honra los
pensamientos, deseos y palabras de todas las personas. Nunca los irrumpas, ni
te burles de ellos, ni los imites de manera grosera. Permite a cada persona el
derecho a su expresión personal.
Nunca
hables de los demás de mala manera. La energía negativa que pones en el
universo se multiplicará cuando retorne a ti.
Todas las
personas comenten errores. Y todos los errores pueden ser perdonados.
Malos
pensamientos causan enfermedad a la mente, al cuerpo y al espíritu. Practica el
optimismo.
La
naturaleza no es PARA nosotros. Es PARTE de nosotros. Ella es parte de tu
familia del mundo.
Los niños
son las semillas de nuestro futuro. Siembra amor en sus corazones y riégalos
con sabiduría y lecciones de vida. Cuando crezcan, dales espacio para crecer.
Evita
herir los corazones de los demás. El veneno de su sufrimiento retornará a ti.
Sé
verdadero (veraz) todo el tiempo. La honestidad es la prueba de la voluntad de
uno en este universo.
Consérvate
balanceado. Tu persona Mental, tu persona Espiritual, tu persona Emocional, y
tu persona Física: todas tienen la necesidad de ser fuertes, puras y
saludables.
Ejercita
al cuerpo para fortalecer la mente.
Crece
mucho espiritualmente para curar enfermedades emocionales.
Haz
decisiones conscientes acerca de quién serás y acerca de cómo reaccionarás. Sé
responsable por tus propios actos.
Respeta
la privacidad y el espacio personal de los demás. No toques la propiedad
personal de los demás, especialmente los objetos sagrados y los objetos
religiosos. Esto está prohibido.
Sé
verdadero ante ti mismo primero que todo. No puedes nutrir y ayudar a otros si
no puedes nutrirte y ayudarte a ti mismo primero.
Respeta
las creencias religiosas de los demás. No impongas en los demás tus propias
creencias.
Comparte tu buena fortuna con los demás. Participa en la caridad.
EL
GRAN ESPÍRITU TE BENDICE Y TE PROTEGE.
Por:
Narda Emiliana Vargas Muñoz:
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