Respuestas apoyadas en las Sagradas Escrituras.
Por: Angelo Stagnaro | Fuente: NCRegister.com //
ACIprensa.com
Teniendo en cuenta la complejidad de la teología católica acerca de la
naturaleza de Dios, la siguiente lista, apoyada en las Sagradas Escrituras y el
Magisterio de la Iglesia, contiene respuestas a 8 mentiras recurrentes que
están al acecho de los católicos en el mundo actual.
1. CRISTO ES
INSUFICIENTE
No
existen nuevas revelaciones y el canon bíblico está cerrado. Hay demasiadas
personas que quieren "aumentar" las
enseñanzas de Cristo sosteniendo que, como las Sagradas Escrituras fueron "escritas hace mucho tiempo", estas
deberían ser "actualizadas".
Psíquicos
y charlatanes de todo tipo difunden sus supuestas "habilidades
proféticas" que al parecer, van en contra de lo que sabemos de
Dios. Nada más lejos de la verdad.
Si estas
personas están en lo correcto, ¿por qué el Espíritu
Santo le da a cada uno diferentes mensajes? Cristo y su Iglesia no
necesitan nada de simples humanos. El mensaje de Cristo es válido y auténtico
ayer, hoy y siempre como afirma la cita de Hebreos 13,8.
2. PUEDE HABER NUEVAS
REVELACIONES DEL PLAN DE SALVACIÓN
No hay y
nunca podrán existir nuevas revelaciones que se añadan a la economía de la
salvación. Algunas revelaciones privadas están aprobadas por la piedad popular
(por ejemplo, Sagrado Corazón, Lourdes, la Divina Misericordia) y otras no.
La clave
es si van de acuerdo a las revelaciones originales de Cristo en las Sagradas
Escrituras. La gente se coloca en una situación precaria cuando se atreven a
juzgar no sólo la Biblia, sino a Dios mismo y Su Iglesia, negando así la
Tradición y el magisterio.
3. JESÚS NUNCA ASEGURA
SER DIOS EN LA BIBLIA
Cristo se
refiere a sí mismo como Dios aproximadamente 50 veces en las Sagradas
Escrituras.
Asimismo,
los Evangelios muestran las reacciones de quienes se oponían a Jesús tras
afirmar ser Dios o igual a Dios (por ejemplo en Marcos 14: 61-62).
Si Jesús
nunca afirmó a Dios ¿por qué algunas personas se
molestaron tanto con Él hace 2000 años hasta el punto de crucificarlo? Cristo
fue condenado a muerte porque lo consideraban blasfemo al referirse a sí mismo
como Dios.
4. TODOS SOMOS HIJOS DE
DIOS Y POR LO TANTO, ÉL DEBE AMAR TODO LO QUE SOMOS
Sí. Dios nos hizo a todos. Dios nos ama a todos. Todos somos Sus hijos. Sin embargo, Él nos llama hacia Sí mismo en un espíritu de amor y arrepentimiento, pero no todo el mundo está listo y dispuesto a hacer ese tipo de compromiso.
No se
puede decir que somos Sus hijos y al mismo tiempo negarnos a reconocer nuestra
relación con nuestro Padre Celestial. (1 Juan 3:10, Rm 8,15, Efesios 2: 1-16).
Dios es
misericordioso, pero no todos nosotros queremos ser perdonados, o incluso,
pensamos que no hemos hecho nada que deba ser perdonado (1 Juan 1: 8).
5. TODOS ADORAMOS AL
MISMO DIOS
Solo
existe un Dios único y verdadero porque Él mismo lo afirmó (Deu 4:39, Isaías
43:11, 45: 5), sin embargo, no todo el mundo lo reconoce. Debe también
señalarse que ninguna deidad pagana ha hecho una afirmación así.
A pesar
de que suena políticamente correcto que todas las personas adoran al mismo
Dios, es teológica, histórica y antropológicamente incorrecto. Fuera de la
tradición judeocristiana, las deidades son impotentes, celosas, caprichosas,
comedidas, hedonistas, egoístas, tremendamente emocionales y tiene una débil
preocupación por los asuntos humanos.
El Dios
judeocristiano es el amor mismo. Ninguna otra religión describe su deidad de
esta manera.
6. TODAS LAS RELIGIONES
SON IGUALES
Esta
creencia está conectada el punto anterior, y por lo tanto, es incorrecta.
Algunas religiones son violentamente la antítesis de todas las demás
expresiones religiosas. Algunos requieren el sacrificio humano, conductas
inmorales a la que se consideran virtudes o proponen “textos sagrados” que son
ilógicos y contradictorios. Es imposible sugerir que todas las religiones son
iguales.
Cristo
nos dice que Él es el Camino, la Verdad y la Vida (Juan 14: 6). El Dios
judeocristiano se presentó a su pueblo y les enseña porque los ama (Hechos
4:12). Ninguna otra religión hace tales afirmaciones. La salvación solo viene
de Cristo y no de Mahoma, Buda o Joseph Smith. El culto le pertenece por
derecho solo a Yahvé, que es el gran YO SOY (Ap
4:11).
Existen
diferencias irreductibles entre el cristianismo y el judaísmo como la
encarnación, la pasión y resurrección. Podemos extender esta lista de
incompatibilidades al considerar las religiones paganas. Sin embargo, muchas
demandas éticas a través de las religiones pueden ser iguales o al menos
compatibles. Esta no es una extraña coincidencia, por el contrario, si el único
Dios está llamando a toda la humanidad, entonces Su marca será dejada sobre
varias respuestas a la llamada.
7. DIOS USA A LOS
HOMBRES COMO "RATONES DE LABORATORIO"
Dios es
omnisciente y sabe lo que vamos a hacer. Ama nuestra existencia y no nos trata
como si fuéramos “ratones de laboratorio”.
Dios es
amor (1 Juan 4: 8, 16) y por lo tanto nunca podría torturarnos para ver "lo que haríamos”. La tentación se encuentra
dentro de nosotros mismos y es decisión nuestra seguir la ley de Dios o
rechazarla (Dt 30:19).
8. LA EUCARISTÍA ES UN
MERO SÍMBOLO
Esta es
una perniciosa herejía y es bastante frecuente. ¿Por
qué el pan y el vino son ofrecidos en el altar por un sacerdote como Cuerpo y
Sangre de Cristo? Porque Jesús lo dice (Lucas 16).
De hecho,
lo reveló a las personas que lo acompañaban en la sinagoga de Cafarnaúm y un
buen número hizo una rabieta. Jesús preguntó a sus discípulos si también
querían dejarlo por hacer tal afirmación, y Pedro respondió: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida
eterna" (Juan 6:68).
Aparte de
lo que Jesús dijo, debe considerarse cómo los primeros cristianos trataban a la
Eucaristía. Para Pablo, es una celebración con la que se anuncia y actualiza la
muerte del Señor hasta su regreso (1 Cor 11:26).
"El que, por lo tanto, coma el pan o beba la copa del Señor
indignamente, será reo del cuerpo y la sangre del Señor. Por tanto, examínese
cada uno a sí mismo, y coma así el pan y beba de la copa. Porque el que come y
bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11: 27-29).
La
Didajé o enseñanza de los dóce apóstoles
refleja este sentimiento: "No permitan que
coman o beban de su Eucaristía, a excepción de los bautizados en el nombre del
Señor, porque el Señor ha hablado de esto: 'No den lo que es santo a los
perros'" (Didajé 9: 5).
Versión en castellano publicada en ACIprensa
Traducido y adaptado por Diego López Marina.
Originalmente publicado en National Catholic Register.
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