SACERDOTE E HISTORIADOR, PABLO SIERRA LÓPEZ RECUERDA LOS FRUTOS DE LA UNIDAD RELIGIOSA
·
LEYENDAS NEGRAS CONTRA LA EDAD MEDIA
Pablo Sierra López (Madrid, 1972) es párroco de
Gerindote (Toledo), licenciado en Estudios Eclesiásticos, Antropología Social y
Cultural y Máster en Filosofía. Ha impartido clases tanto de Religión Católica
como de Filosofía en varios centros de Toledo. Es también miembro de Escritores.red.
Recientemente ha publicado Las
raíces de nuestra fe. Espiritualidad y santidad en la España visigoda (Edibesa),
donde podemos encontrar unas breves semblanzas de varios santos visigodos y,
finalmente, algunos textos y oraciones de la época que pueden ser alimento para
nuestra vida interior.
-¿CUÁLES
HAN SIDO LAS MAYORES APORTACIONES DE LA ESPIRITUALIDAD VISIGODA A LA FE
CATÓLICA EN ESPAÑA?
-Aunque podamos hablar con
toda razón de espiritualidades diversas según épocas o familias religiosas, no
menos cierto es que hay una sola espiritualidad que es
la vida en Cristo animada por el Espíritu Santo. Desde ese fundamento encontramos acentos y
subrayados que nos van haciendo crecer hasta llegar a la plenitud en el amor
que es la santidad.
'Las raíces de nuestra fe.
Espiritualidad y santidad en la España visigoda', de Pablo Sierra López.
»Aunque es la
segunda parte del libro, la reseña de los santos visigodos ha
sido el inicio de esta aventura. Primero me acerqué a la figura de San
Julián, titular de la parroquia toledana en la que estaba destinado,
y preparé una biografía novelada. Después, ya en el confinamiento, estando en
la parroquia de Santa María de Majadahonda, hice lo mismo con San
Eugenio, que había sido maestro de Julián. Y al prolongarse las
semanas de confinamiento continué leyendo y escribiendo sobre todos estos
santos y seleccionando fragmentos de sus escritos, que serán publicados más
adelante, si Dios quiere. En el blog que publico en Infocatólica voy
escribiendo acerca de esta época de nuestra historia tan desconocida.
-¿QUÉ
PODEMOS RECUPERAR HOY DE SU LEGADO?
-A la luz de la vida de
los santos, quedaron iluminados algunos rasgos de la vida espiritual,
importantes para ellos entonces y para nosotros hoy:
• la conversión como
inicio de la vida cristiana;
• la importancia de
la propia formación en el camino de conversión continua y de la
formación de los demás en el proceso de transmisión de la fe, entendiendo la
formación no sólo como transmisión de conocimientos sino como formar la imagen
de Cristo en nosotros;
• el sentido de
nuestra vida como consagración, de lo cual es un
testimonio la vida en los monasterios, tan importantes en la época visigoda;
• la liturgia como expresión y
alimento para la espiritualidad del Pueblo de Dios;
• y el ejemplo de
los santos, con la Virgen y los mártires en
primer lugar, que nos ayudan y estimulan en nuestro camino hacia la misma
santidad en nuevas formas.
»No pretendo ser
exhaustivo… Seguro que al acercarse a la vida cristiana de esta época, se
pueden descubrir otros aspectos también interesantes y estimulantes.
»Sí que me atrevo a
sostener la hipótesis de que los cristianos mozárabes mantuvieron la fe en el ambiente hostil de la
dominación musulmana gracias a las profundas y fuertes raíces de
vida cristiana de sus
antepasados visigodos.
-¿CÓMO
SE PRODUJO LA CONVERSIÓN DEL REY RECAREDO AL CATOLICISMO EN EL 589 CON EL III
CONCILIO DE TOLEDO?
-Tanto en este
libro como en los tratados de Historia de la Iglesia, se puede encontrar con
más o menos amplitud la situación de tensión en la sociedad de la época por la
fusión de visigodos e hispano-romanos. Mientras que los primeros profesaban
el cristianismo arriano (herejía del siglo IV), los segundos
eran cristianos católicos que profesaban el Credo de Nicea.
Hubo momentos de tolerancia y libertad, pero también de tensión y cierta
persecución como se ve en la vida de San Masona de Mérida o
de San Leandro.
»La guerra
entre Leovigildo y su hijo Hermenegildo también
estuvo marcada por el arrianismo del padre y el catolicismo del hijo, que murió
en la cárcel y es venerado como santo mártir. Más tarde, al llegar al
trono Recaredo se produjo la unidad católica en el Concilio
toledano del año 589, aunque su conversión y entrada en la Iglesia es
anterior.
'La conversión de
Recaredo' (1888), óleo de Antonio Muñoz Degrain que se conserva en el
Senado de España.
-¿DE
QUÉ MODO LA IGLESIA INFLUÍA O CONTROLABA EL PODER VISIGODO O CONTRIBUÍA A LA
ARMONÍA ENTRE FACCIONES DE NOBLES CON INTERESES CONTRAPUESTOS?
-Al hilo de la vida
de los santos obispos visigodos podemos descubrir en el libro lo diferente que
era su sociedad de la nuestra. No existía la separación entre el Estado y la
Iglesia como la entendemos hoy día. Por eso fue tan importante la unidad
religiosa, que Leovigildo intentó en el arrianismo y Recaredo
consiguió en el catolicismo. Los reyes y nobles intervenían en la vida
religiosa convocando concilios, nombrando obispos, exigiendo colaboración,
etc., y los obispos y concilios dictaban leyes para el Reino, coronaban reyes,
juzgaban en los conflictos, imponían penas, etc.
»Claro que había
problemas y abusos, pero también hubo frutos abundantes de esa
cristianización y humanización del poder político. Pienso que es importante no juzgar la
historia desde nuestra mentalidad…
-¿CUÁL
FUE LA CAUSA DE LA CRISIS INTERNA DE LA MONARQUÍA VISIGODA, LA DECADENCIA MORAL
Y DEBILIDAD DE SU PUEBLO, EJÉRCITO Y POLÍTICA TAMBIÉN, Y CÓMO CONTRIBUYERON LAS
FIGURAS DESTACADAS EN SU LIBRO A RETRASARLA O EVITARLA?
-Toca a los historiadores
responder a esas cuestiones… Yo me he acercado desde el campo de la
espiritualidad y la hagiografía para buscar alimento para el alma… No creo que haya explicaciones simples a sucesos tan complejos como la caída de los reinos o las
civilizaciones sino que habría una multitud de factores, como el empuje del
Islam, las luchas de poder, la fragilidad de la monarquía electiva visigoda,
las tensiones entre los nobles, las intrigas de pequeños grupos sociales, etc.
»Los santos que
presentamos en el libro y tantos cristianos anónimos de aquella época seguro
que pusieron su esfuerzo al servicio tanto de la ciudad terrena como de la
eterna. El fruto de sus vidas no se mide en éxitos sociales o militares, sino en Gloria
eterna. San Julián de Toledo murió solo veintiún años antes de que
el ejército musulmán derrotara al rey don Rodrigo, que estaba en guerra
civil con los descendientes de su antecesor Witiza… Pues este
santo obispo había escrito poco antes su Prognosticon Futuri Saeculi acerca
de las verdades eternas de nuestra fe, un importante tratado sobre escatología,
que nos enseña a no temer la muerte y a esperar en los bienes de la Eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario