Existen diferentes títulos para referirse a los Vicarios de Cristo; el más común es Papa. Pero también se les llama Santo Padre o Sumo Pontífice.
Por: Carlos Villa Roiz | Fuente: Desde la Fe
Los papas reciben varios títulos y hay varios sinónimos para referirse a ellos;
el más común es la propia palabra Papa, palabra griega que significa Padre, y que, en los primeros años del
cristianismo, se aplicaba a todos los obispos.
El ser el Papa un obispo,
concretamente el Obispo de Roma, tiene ese
título y su catedral es San Juan de Letrán que se encuentra afuera de Ciudad
del Vaticano. Por esta razón, el Papa también usa el título de Primado de Italia, o sea, el primero de los
obispos de este país.
Otro de sus títulos, el más
importante de todos, es Vicario de Cristo, es decir, su representante en la
tierra y esto se deriva de dos evangelios; cuando
Cristo le dijo tu eres piedra y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el
segundo texto es cuando le pide apacienta a mis ovejas, es decir, a sus
seguidores.
Un tercer título es Sumo Pontífice de la Iglesia Universal, y de allí
que también le llamen Príncipe de los Apóstoles,
y uno más, publicado en el Anuario Pontificio del Vaticano, es el de Patriarca de Occidente, refiriéndose a la Iglesia
latina.
Hay expresiones que se usan desde
el siglo XII como Santo Padre, que refleja
la vocación de la Iglesia expresada en el Credo de los Apóstoles cuando se dice
que la Iglesia es santa, católica y apostólica; es una forma cariñosa de
referirse a los papas. La santidad es un llamado universal de Dios a la Iglesia
y a todos los fieles, y está referida en la Biblia tanto en el Antiguo como en
el Nuevo Testamento.
Por ejemplo, en el libro del
Éxodo (3, 5) dice: “Entonces Dios le dijo: no te
acerques y descálzate porque el lugar donde estas es sagrado”, y en el
Levítico, (21, 7-8), al hablar del Santa Sanctorum, un lugar del tabernáculo
reservado a los sacerdotes, ordenó: “no entrarán,
ni por un instante, al ver las cosas sagradas, de lo contrario morirán”.
En la Oración Sacerdotal se dice:
“Padre Santo, cuida en tu nombre a los que me has
dado que sean uno como nosotros (Juan 17; 11)”, y también dice: “sed santos en toda vuestra conducta.”
Hasta el propio diablo reconoció
la santidad de Jesús como refiere el Evangelio: “Que
tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret, ¿Has venido a destruirnos? Sé quién
eres tú, el Santo de Dios.”
También, los papas son llamados Soberanos del Estado de la Ciudad del Vaticano, y Siervo de los siervos de Dios, desde el siglo
XIII, y por supuesto, también se refiere a ellos como el Sucesor de San Pedro.
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