TAL VEZ SEÑORA... USTED CREE QUE POR NO SER JOVEN YA NO ES ENCANTADORA... ¡MENTIRA!
Usted aún
genera suspiros entre los hombres...
Yo la
prefiero entre tantas mujeres jóvenes...
Porque
usted de mis pensamientos se adueña todos los días...
Tal vez
no se ha dado cuenta, pero usted mi alegría alimenta.
Y ahora
sólo quiero decirle lo que por usted yo siento...
Usted no
imagina que yo ansío tan sólo una mirada suya, y una bonita sonrisa para calmar
mi ansiedad.
Que le
llegaron los años...
Que su
figura ha cambiado...
Y que a
su pelo azabache, el invierno de la vida lo comienza a tornar blanco... No se
preocupe...
No se
preocupe Señora...
Si usted
se mira al espejo y observa algunas arrugas, no se preocupe Señora...
Porque
usted como los buenos vinos... entre más años mejor...
Nada más
digno que una mujer madura... Y nada más falso que la cantidad de años en su
vida...
A usted
los años le han enseñado a vivir, los años le dieron madurez, la hicieron más bella…
¡Y la volvieron radiante!
¡Señora bella!... Si algún día la tristeza la
envuelve, usted tranquila... Sólo desvíe su mirada y dése cuenta que aquí... usted
encontrará a un buen hombre que ¡daría su vida por
hacerla sonreír!... Un hombre que la anhela... Un hombre que la sueña...
Un hombre que la lleva en el Alma... Y que a su lado... ¡Viviría muy feliz!
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