miércoles, 16 de noviembre de 2022

¡CASTIDAD!

No hay ninguna otra alternativa, tan solo la castidad, ya que ella evita:

-Enfermedades de transmisión sexual

-Embarazos no deseados

-*ABORTOS*

-Uso de métodos anticonceptivos

-Infidelidades

-Apegos desordenados a cualquier persona

-Adicción a la pornografía y a las drogas

-Suicidios

-Y por sobretodo, te evita vivir en pecado mortal y arriesgarte de morir en tal estado y condenar tu alma.

LOS CASADOS

Viven en castidad, desean y se entregan tan solo a su cónyuge.

LOS SOLTEROS

Viven en castidad, y se mantienen en abstinencia hasta que se casan.

LOS CONSAGRADOS

Viven en castidad y celibato, porque su cuerpo y corazón son única y exclusivamente de Cristo.

Es la CASTIDAD la única que te da libertad. La castidad te libera de:

-Mendigar afecto. Si no te quiere, no importa. Tú sigues tu camino y eres feliz en tu vida de soltero (a). Y si te tratan de presionar a tener sexo sin matrimonio o así se trate de “juegos” sensuales; tú, con toda la libertad le dices NO, y sigues tu camino, sabiendo cuál es tu valor a los ojos de Dios.

-Complejos adquiridos fruto de las tendencias que marca el mundo, es decir, vistes decente y no sientes esa presión de tener que vestir cómo visten las demás.

-Cualquier tipo de complejo y de esteriotipos, ya que aprendes a descubrir tu valor como persona. Te aceptas tal cuál eres, con tus defectos y virtudes. Aceptas y entiendes que no todos estamos llamados al matrimonio, pero sí, todos estamos llamados a la castidad y a descubrir nuestra vocación.

El mundo suele vender una falsa libertad, diciendo a todos, que teniendo todo el sexo que quieras y con quien tú quieras serás “libre”.

El sexo es seguramente algo muy bueno, pues Dios lo creó, pero el sexo es para los que se aman. Y los que se aman no son los que se devoran en escenas ardientes y sensuales, como en las películas. Eso es tan solo una escena de lo que logra el desconocimiento del propósito del sexo.

Los que se aman, tampoco son aquellos que viven diciéndose te amo a cada segundo y hacen mil gestos románticos por día; allí tampoco hay amor, tan solo riendas suelta a la oxitocina. El romance es bueno, pero desenfocado solo lleva a la pérdida de la pureza, ya que eventualmente, ese romance desenfocado termina en deseo de unión carnal, el que con frecuencia ocurre, fuera de la unión matrimonial.

Los que se aman, son aquellos hombres y mujeres que han dicho “sí y hasta que la muerte nos separe.”

Sin importar lo que se venga. Sin importar cuánto peso ganes o pierdas. Sin importar cuántas enfermedades y dificultades nos toque vivir, las viviremos juntos.

Sin importar cuánto me cueste perdonarte y soportar o moldearme a tu carácter y costumbres, allí estaré a tu lado, y lucharé cada día, por hacerte feliz y para que juntos lleguemos a la Patria Celestial.

Éstos son los que se aman, y para quienes Dios, creó el sexo, que en términos de matrimonio, su nombre correcto es “acto conyugal”. Ya que es un acto de entrega mutua, que busca acercar a los cónyuges y reafirmarlos en el amor mutuo.

Ave María Purísima

No hay comentarios: